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Los diamantes de sangre de Israel

Fuentes: The Electronic Intifada

Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Los consumidores de todo el mundo gastan cada año sin ser conscientes de ello miles de millones de dólares en diamantes tallados en Israel, con lo que ayudan a financiar uno de los conflictos más prolongados y polémicos del mundo. La mayoría de la gente no sabe que Israel es uno de los principales productores de diamantes tallados y pulidos. Como normalmente los diamantes no tienen sello de contraste, los consumidores no pueden distinguir un diamante israelí de otro tallado en India, Bélgica, Sudáfrica o cualquier otra parte. La industria global del diamante y los gobiernos que la apoyan, incluyendo la Unión Europea, han engañado a los consumidores para que crean que el comercio de diamantes se ha limpiado de diamantes que financian abusos de los derechos humanos, pero los hechos son sorprendentemente diferentes.

Israel (que está acusado de cometer crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, limpieza étnica, genocidio, del crimen del apartheid, ejecuciones extrajudiciales dentro y fuera del territorio que controla y de persistentes violaciones graves de las Convenciones de Ginebra) es el principal exportador de diamantes del mundo (véase abajo Figura 1). Las compañías israelíes importan diamantes en bruto para tallarlos y pulirlos (lo que aumenta su valor de manera significativa) y los exportan globalmente a través de centros de exportación en Amberes, Londres, Hong Kong, Nueva York y Mumbai.

Figura 1 [Exportaciones mundiales de diamantes 2006-2008]

En julio de 2000 la industria global de diamantes estableció el Consejo Mundial del Diamante (WDC, por sus siglas en inglés). El WDC se estableció en respuesta al escándalo público que provocó el uso de diamantes para financiar conflictos sangrientos en países de África occidental e incluye a representantes de la Federación Mundial de Bolsas de Diamantes y de la Asociación Internacional de Fabricantes de Diamantes. La tarea primordial del consejo es «el desarrollo, implementación y supervisión de un sistema de seguimiento para la exportación e importación de diamantes en bruto con el objetivo de impedir la explotación de diamantes con fines ilícitos como la guerra y actos inhumanos». Resulta significativo que el WDC limite su preocupación por las violaciones de los derechos humanos solamente a aquellas que financian los diamantes en bruto.

En 2003 el WDC introdujo un sistema de autorregulación llamado Proceso Kimberly de Esquema de Certificación de para poner freno al flujo de «diamantes de sangre o de conflicto». Manteniéndose dentro de las limitadas preocupaciones del WDC, el Proceso Kimberly bajo mandato de las Naciones Unidas adoptó una definición muy limitada de lo que constituye un diamante de sangre o de conflicto: «Diamantes en bruto utilizados por movimientos rebeldes o sus aliados para financiar conflictos que tiene como objetivo acabar con gobiernos legítimos». A consecuencia de esta limitada definición el mucho más lucrativo comercio de diamantes tallados y pulidos elude las restricciones de derechos humanos que se aplican a los diamantes en bruto, siempre que la industria use sólo diamantes en bruto que se adaptan al Proceso Kimberly. A pesar de las violaciones de derechos humanos y de las atrocidades financiadas por ingresos de la industria israelí del diamante, los gobiernos y otros intereses creados que se prestan al Proceso Kimberly facilitan el libre acceso de diamantes tallados en Israel al multimillonario mercado global de diamantes.

El WDC elaboró una página web, http://www.diamondfacts.org/index-2.html , para promocionar las virtudes de la industria. Establece una lista de 24 hechos que ensalzan los beneficios de la industria de diamantes, fundamentalmente para India y países de África. Entre los beneficios se incluye el hecho demque aproximadamente cinco millones de personas tienen acceso globalmente a una atención sanitaria adecuada gracias a los ingresos de los diamantes; estos ingresos permiten a cada niño de Botswana recibir educación gratuita hasta más allá de los 13 años; los ingresos de los diamantes desempeñan un papel decisivo en la lucha contra la pandemia del sida.

Aunque estos hechos son encomiables, la lista no menciona otros menos limpios, incluyendo el hecho de que los ingresos de la industria del diamante en Israel ayudan a financiar las atrocidades y violaciones de los derechos humanos como asesinar, mutilar y aterrorizar a miles de inocentes hombres, mujeres, niños y niñas en Palestina y Líbano (el tipo de atrocidades que se supone que el Proceso Kimberly impide que se financien por medio de los ingresos del los diamantes).

La lista de los «hechos de los diamantes» esboza una imagen parcial y positiva de la industria. Da a entender que los mayores beneficios recaen sobre algunas de las naciones más pobres del mundo. Pero Israel, una de las naciones más ricas, está muy por encima de todos los demás países en términos del beneficio neto generado de la industria del diamante. En 2008 el valor añadido a la economía israelí procedente de la exportación de diamantes era casi de 10.000 millones de dólares (véase abajo Figura 2).

Figura 2 [Valores netos de la explotación de diamantes 2006-2008]

La página web del WDC es igualmente selectiva cuando proporciona información acerca de qué países son más dependientes de los diamantes. Explica que el 40% (mil millones de dólares) de las ganancias anuales en exportaciones de Namibia, uno de los países menores exportadores de diamantes en términos monetarios, procede de los diamantes y que el 33% (3.000 millones de dólares) del PNB de Botswana, otro actor menor, deriva de la exportación de diamantes. El WDC no menciona el más lucrativo y valioso punto final de la industria de diamantes es la principal arteria de la economía israelí, que supone más del 30% de las exportaciones industriales totales de Israel valoradas en 2008 en casi 20.000 millones de dólares [1] (véase las figuras 3 y 4). En comparación, el presupuesto del Ministerio de Defensa israelí fue de 16.000 millones de dólares en 2008.

Figura 3 [Exportaciones de Israel 2006-2008, tanto por ciento de las exportaciones]

 

Figura 4 [Exportaciones de Israel 2006-2008 en miles de millones de dólares]

Los ingresos procedentes de la industria del diamante ayudan a financiar la ocupación ilegal por parte de Israel de los territorios palestinos, su brutal represión del pueblo palestino y su red internacional de saboteadores, espías y asesinos. En los «Hechos de los diamantes» del WDC no se menciona nada de todo esto.

Contrariamente a las afirmaciones de la industria del diamante y de los joyeros de que ahora todos los diamantes están libres de conflictos, no lo están. La posición dominante de Israel en esta industria significa que los diamantes tallados en Israel se intercalan con diamantes tallados en otros países. Los consumidores que compran diamantes que no tienen una inscripción hecha con laser para identificar dónde han sido tallados corren un alto riesgo de comprar un diamante tallado en Israel y de ayudar a financiar así graves violaciones de los derechos humanos. Las estructuras del Proceso Kimberly de Esquema de Certificación sólo se aplican a los diamantes en bruto, con lo que se permite que los diamantes tallados en Israel entren libremente en el mercado, a pesar de las acciones criminales cometidas por el gobierno y el ejército israelíes. El Proceso Kimberly es extremadamente defectuoso y la industria del diamante y los joyeros lo están utilizando para engañar a los consumidores diciéndoles que todos los diamantes están ahora «libres de conflictos» sin explicarles las limitaciones ni el significado exacto de ello.

Apenas sorprende todo esto dada la posición dominante de Israel en el mercado del diamante. Actualmente Israel preside el Proceso Kimberly. La noción de autorregulación por parte de cualquier industria que está vinculada intrínsecamente con las violaciones que afirma querer eliminar es algo que ni los gobiernos no el público en general deberían tolerar. Es imposible que el público confíe en el intento de la industria del diamante de autorregularse mientras facilita el comercio de diamantes tallados en Israel los cuales, serían clasificados como diamantes de sangre y tratados de acuerdo con ello si el Proceso Kimberly aplicara los mismos criterios a todos los diamantes.

Dado que los gobiernos occidentales no hacen responsable a Israel de las muchas violaciones del derecho internacional, incluyendo el derecho humanitario internacional, de las violaciones de la Carta de las Naciones Unidas, del incumplimiento de más de 30 Resoluciones vinculantes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de las violaciones de los Acuerdos de la Unión Europea y de su desprecio de la Opinión Consultiva de 2004 emitida por la Corte Internacional de Justicia, no es probable que insistan en que la industria del diamante amplíe la definición de diamante de conflicto para incluir los diamantes tallados y pulidos que financian violaciones de los derechos humanos.

Los consumidores deberían tener derecho a saber dónde se ha tallado un diamante y, en consecuencia, el derecho a elegir un diamante no israelí. Actualmente los consumidores no tienen estos derechos.

En 2005 la sociedad civil palestina hizo un llamamiento a una campaña internacional de boicot, desinversiones y sanciones (BDS) contra Israel similar a la que ayudó a acabar con el régimen de apartheid en Sudáfrica. Hasta el momento la campaña internacional de BDS ha centrado la mayor parte de las actividades en productos israelíes en los que es más fácil centrarse, incluyendo fruta, verdura, cosméticos y algunos productos de plástico. El centrarse en estos productos ayuda a concienciar al público sobre los crímenes israelíes y en cierto modo satisface el deseo de éste de hacer constar que desaprueban las acciones de Israel. Sin embargo, estos productos equivalen sólo una parte muy pequeña de las exportaciones industriales totales de Israel. Aunque el boicot total de estos productos fuera un completo éxito no tendría un efecto significativo para la economía israelí ni incidiría en la capacidad de Israel para llevar más lejos sus objetivos expansionistas.

Figura 5 [Porcentaje de los diamantes en las exportaciones nacionales]

La industria del diamante es un pilar fundamental de la economía israelí (véase arriba la Figura 5). Ningún otro país desarrollado es tan dependiente de un sólo producto de lujo ni de la buena voluntad de los consumidores individuales a nivel global. Cualquier cosa que amenace la ciudadosamente cultivada imagen de los diamantes como objetos de deseo, de romanticismo y de pureza podría tener graves consecuencias para la industria del diamante de Israel y para la capacidad de este país de seguir financiando su ocupación ilegal de los territorios palestinos, la construcción de colonias ilegales y otras actividades criminales asociadas que lo convierten en un paria de la época moderna.

La campaña internacional de BDS necesita atraer la atención del mundo sobre el comercio de diamantes que facilita los actuales crímenes de Israel contra el pueblo palestino y contra sus vecinos en la zona.

[1] «Trade Performance HS : Exports of Israel», consultado el 25 de marzo de 2010. http://www.intracen.org/appli1/TradeCom/TP_EP_CI_HS4.aspx?IN=84&RP=376&YR=2006&IL=84%20%20Boilers,%20machinery;%20nuclear%20reactors,%20etc&TY=E

Seán Clinton es el presidente de la filial de Limerick de la Campaña Irlandesa de Solidaridad con Palestina y ex-dirigente de Comité de Boicot de la Campaña Irlandesa de Solidaridad con Palestina ( www.ipsc.ei ).

 

Fuente: http://electronicintifada.net/v2/article11170.shtml