España, Portugal y Malta de la Unión Europea son los países con las tasas de abandono escolar más altas, con índices que superan el 30 por ciento frente a la media europea del 14,4, según unos datos difundidos el lunes por Bruselas. La UE se ha marcado como objetivo que en 2020 el fracaso escolar, […]
España, Portugal y Malta de la Unión Europea son los países con las tasas de abandono escolar más altas, con índices que superan el 30 por ciento frente a la media europea del 14,4, según unos datos difundidos el lunes por Bruselas.
La UE se ha marcado como objetivo que en 2020 el fracaso escolar, – definido como los jóvenes que abandonan los estudios con un nivel correspondiente, como máximo, al primer ciclo de enseñanza secundaria – sea inferior al 10 por ciento, y España se ha comprometido a abordar este problema.
«Para el 2013 esperamos que haya una bajada del 10% y para el 2020, desde luego, en España el abandono y fracaso escolar no debe ser superior al 15 por ciento», dijo el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, en unas declaraciones recogidas por RNE.
Algunos países como Austria, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia, Lituania y Polonia ya han alcanzado ese porcentaje del 10 por ciento, según los datos de la UE
España, con una tasa de abandono del 31,2, es uno de los pocos países que no ha logrado reducir su tasa de abandono escolar prematuro sino que ha aumentado un 7,2 por ciento respecto al año 2000. En esta década, España ha vivido un ‘boom’ económico que llevó a muchos jóvenes a abandonar los estudios para entrar en el mercado de trabajo y atrajo a millones de inmigrantes, cuyos hijos fueron incorporados al sistema educativo.
La situación ha cambiado radicalmente en los últimos dos años, con el estallido de la burbuja inmobiliaria, que alimentó una grave crisis económica por la que uno de cada cinco ciudadanos españoles se encuentra en el paro. El Gobierno ha reconocido que el paro juvenil es uno de los principales problemas del país.
La UE advierte que los jóvenes que dejan los estudios antes de obtener una graduación se enfrentan a graves dificultades para encontrar trabajo, y tienen más posibilidades de estar desempleados y de depender de las prestaciones sociales.
«Bastaría con reducir la proporción de personas que abandona prematuramente los estudios en Europa en un punto porcentual para que se produjera un aumento de casi medio millón en el número de jóvenes cualificados cada año», dijo en un comunicado la comisaria europea de Educación, Cultura, Multilingüismo y Juventud, Androulla Vassiliou.
«La mayoría de los países de la UE han avanzado en la reducción del número de jóvenes que abandonan los estudios con una baja cualificación, pero aún queda mucho por hacer», agregó.
Para prevenir el abandono escolar, la UE sugiere ayudar a los niños en su aprendizaje, evitar «desencadenar el abandono prematuro, como hacer repetir curso», abordar rápidamente problemas como faltas de asistencia o bajo rendimiento y ofrecer clases de apoyo y la posibilidad de que los adultos jóvenes reanuden sus estudios.