Basado en un trabajo de Rubén Jiménez «Doramas» (1) Recientemente, se conocía la sentencia judicial que condena a duras penas a los responsables del fallecimiento de 26 pacientes en el Hospital Psiquiátrico de La Habana en enero de 2010 (2). Aquel tremendo suceso, que supuso un verdadero shock en la Isla, ha servido como […]
Basado en un trabajo de Rubén Jiménez «Doramas» (1)
Recientemente, se conocía la sentencia judicial que condena a duras penas a los responsables del fallecimiento de 26 pacientes en el Hospital Psiquiátrico de La Habana en enero de 2010 (2).
Aquel tremendo suceso, que supuso un verdadero shock en la Isla, ha servido como argumento en la campaña de desprestigio que grandes grupos mediáticos transnacionales llevan adelante contra una de las grandes conquistas sociales de Cuba: su sistema de salud pública.
El corresponsal en La Habana del diario español El País, Mauricio Vicent, hacía una extrapolación de aquel terrible caso de negligencia y corrupción a todo el sistema de salud de la Isla (3). Afirmaba que aquellas muertes pusieron «en evidencia de forma descarnada el deterioro creciente de los servicios de salud en Cuba, durante medio siglo un símbolo de los `logros´ -y escribía la palabra logros entre irónicas comillas- de la revolución». Otros medios internacionales han reproducido el mismo análisis.
Sin desmentir que el sistema cubano de salud tenga innegables problemas materiales, incluso que haya sufrido un proceso de deterioro por causas tanto externas como internas, es de destacar la doble vara de medir que emplean los medios.
Repasemos, por ejemplo, las noticias aparecidas en el diario El País sobre casos de fallecimientos por negligencias médicas (4) (5) (6). Son notas sobre muertes por malas praxis hospitalarias, en instalaciones geriátricas, incluso en psiquiátricos. La mayoría sobre los que se informa están, lógicamente, ubicados en territorio español. Algunos especialmente graves por el elevado número de fallecidos corresponden a países de Europa (7). Apenas se informa de casos en otras latitudes, salvo los que corresponden a Cuba. Y en ningún caso -salvo cuando se habla de este país- se realiza un análisis que apunte al «deterioro de los servicios de salud» o al sistema sanitario en su conjunto.
Recordemos que el gobierno de EEUU -según revela uno de los cables publicados por Wikileaks- comenzó en el año 2006 una estrategia de desprestigio del sistema de salud de Cuba: «Buscamos historias y otras noticias que puedan destruir el mito de la superioridad médica cubana, que se ha convertido en uno de los puntos fuertes de ese país», se lee en un cable de la oficina diplomática norteamericana en La Habana (8). El objetivo, en aquel momento, era contrarrestar el previsible impacto en la opinión pública del documental «Sicko», de Michael Moore, una crítica demoledora del sistema de salud de EEUU, al que se compara con el de Cuba, Francia, Canadá y Reino Unido (9). Y es que la sintonía de intereses y estrategias entre los principales consorcios mediáticos internacionales, como el Grupo Prisa, y el gobierno de EEUU, se hace cada día más evidente.
(1) http://canarias-socialista.
(2) http://www.granma.cubaweb.cu/
(9) http://www.cubainformacion.tv/
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