José Bono, proto-miembro del PSOE y presidente del Congreso de los Diputados, ha estado en febrero de viaje oficial en Guinea Ecuatorial y básicamente ha hecho dos declaraciones sobre las relaciones de ésta con España. Una no tiene chicha y la otra es una boñiga. La una es que ha viajado a la excolonia española […]
José Bono, proto-miembro del PSOE y presidente del Congreso de los Diputados, ha estado en febrero de viaje oficial en Guinea Ecuatorial y básicamente ha hecho dos declaraciones sobre las relaciones de ésta con España. Una no tiene chicha y la otra es una boñiga.
La una es que ha viajado a la excolonia española para «defender los intereses de España», lo cual «ha resultado especialmente importante para los empresarios».
La otra es que con Guinea Ecuatorial «nos unen más cosas que las que nos separan».
A lo hecho, pecho. Queda el consuelo de que no ha hablado en público mucho más y hay que reconocerle el mérito de volver desde Guinea Ecuatorial como un hombre de consenso: todos los que se interesan por esas relaciones se le han puesto de uñas de forma más o menos airada.
Editorialistas, políticos, analistas, oenegés, periodistas, profesores, el principal partido opositor a Obiang -con un escaño de los cien que tiene el parlamento de Guinea Ecuatorial-, ecuato-guineanos de la oposición ilegal en el interior y en el exilio, por supuesto Chomsky desde Estados Unidos, medio millar de firmas por Internet, el escritor Juan Tomás Ávila se puso en huelga de hambre… todos en pie de guerra por un viaje de un par de días.
Se refieren con sus críticas al sempiterno problema de las graves violaciones de los derechos humanos en Guinea Ecuatorial. Con cada viaje de una autoridad española a este país se repite el ritual de protestas por parte de ciudadanos responsables preocupados por esas violaciones y… hasta el viaje que viene.
No parecen prestar atención al hecho de que esas violaciones ocurrían con los colonialistas españoles allí, se agravaron durante los primeros once años de la independencia y siguen más de treinta años después hasta el día de hoy. En realidad disparan contra Bono, así es la política. Cuando Bono pase a la oposición ocurrirá lo mismo.
Plácido Micó, el parlamentario solitario, ha declarado que el viaje «servirá simplemente para darle apoyo al régimen». ¿Acaso ha sido Bono la primera autoridad que da ese apoyo desde 1778? ¿Y los viajes de Leopoldo Calvo-Sotelo, Manuel Gutiérrez Mellado, José Luís Leal, Fernando Morán, Felipe González, Marcelino Oreja, Miguel Ángel Moratinos y los reyes de España?
Algunos de los que critican a Bono piensan lo mismo (políticos como él), otros fingen que se puede combinar esa defensa con la de los derechos humanos (analistas y periodistas), las oenegés y asimilados no dan abasto con tantos manifiestos que hay que firmar y la oposición ecuato-guineana sueña que la solución vendrá de Estados Unidos.
El portavoz del gobierno Jerónimo Osa también ha hablado a su manera de derechos humanos: «este Gobierno simplemente desea manifestar que todos los ciudadanos de Guinea Ecuatorial son libres de manifestar su descontento o protesta de forma libre y pacifica». En el fondo tiene razón Bono con su segunda declaración. http://www.
Vamos entonces con la primera, la que se refiere a las oportunidades de negocios, que parece refrendar el portavoz con una propia: «la realidad patente, evidente, y que nadie puede cambiar es el veloz desarrollo y el auge que vive Guinea Ecuatorial.»
Se podría pensar entonces que a cambio de que los derechos humanos no existan en Guinea Ecuatorial, al menos proliferen los buenos negocios.
Una operación reciente da una idea de su estado. Poco antes del viaje de Bono, una gran empresa estadounidense que extrae gas en el Golfo de Guinea encargó una partida de 500 candados de alta seguridad a una empresa española de «recambios y equipos» del puñado que trabajan en Guinea Ecuatorial. Ésta apenas pudo suministrar veinte unidades. Como era de esperar, los yanquis hicieron el mismo encargo a una empresa de su país y recibieron su pedido mediante un vuelo charter.
El parque empresarial español se completa con un supermercado que opera desde los tiempos de la colonia, una planta envasadora de bebidas, un comercio de víveres, una empresa de consignación de buques (que está fuera del sector petrolero), otra consignataria que está dentro pero que al parecer está arruinada tras la construcción del puerto K-5 en Malabo, un almacén de materiales de construcción importados de España y un antigua empresa que antes era fuerte en el cacao y que ahora apenas es visible. Estas empresas están estrechamente relacionadas con la extensa familia de Obiang y son criticadas por ello y por supuestas malas prácticas comerciales.
Por otro lado no hay que olvidar que antes de que la empresa estadounidense Walter International anunciase al mundo en 1989 que había mucho petróleo en el Golfo de Guinea, Hispanoil dijo lo contrario y por ello abandonó la idea de explotarlo. Guinea Ecuatorial es hoy el tercer productor de África al Sur del Sahara.
No hace falta que Bono se preocupe de los intereses españoles, los estadounidenses lo hacen por él.
Estados Unidos es el primer inversor bilateral en el país con más de 12.000 millones dólares. En 2009 importó de Guinea Ecuatorial 2.390 millones de dólares (la mayoría en petróleo) y exportó a este país 304 millones dólares (maquinaria, productos químicos y acero). http://www.state.gov/r/pa/ei/
En 2008 España importó 1.882,34 millones de euros (los derivados del petróleo son el 97,6%), cifra que en 2009 bajó a 458 millones de euros. En 2008 exportó 144,51 millones de euros en calderas, automóviles, máquinas, bebidas y vinagre, cifra que en 2009 ascendió a 190 millones de euros.
En 2006 la inversión bruta española en Guinea Ecuatorial fue un millón ochocientos mil euros. Guinea Ecuatorial invirtió en 2007 en España 39 millones y 97 millones en 2008. http://www.maec.es/es/
Aunque huelga realizar una comparación con Estados Unidos, es cierto que últimamente ha habido dos importantes operaciones. De Unión Fenosa, que en 2010 obtiene un 5% del consorcio de explotación de gas natural de la empresa Guinea Gas Gathering (3G); y de Repsol, que en 2009 ha adquirido derechos mineros de exploración del Bloque C (un área de 361 kilómetros cuadrados netos) y realiza pruebas en el pozo Langosta 1 del mismo bloque perforado en 2007.
Guinea Ecuatorial ni siquiera figura en la lista de los 25 países que mayor inversión reciben de España. Incluso los llamados paraísos fiscales recibieron 364 de los 5.732 millones de euros invertidos en el segundo trimestre de 2010 (Boletín de Información Comercial Española, Ministerio de Industria, Comercio y Turismo). http://www.revistasice.com/
Otras dos declaraciones menores de Bono son sendos patinazos. En la Radiotelevisión de Guinea Ecuatorial dijo que «mi viaje será un punto de inflexión en la presencia de empresarios españoles en Guinea».
Sin embargo no se le ocurrió explicar de qué manera España va a competir con Estados Unidos, China y Francia en actividad económica en Guinea Ecuatorial ¿con una operación de construcción de pisos -ya abortada- al estilo del Pocero de Seseña? ¿Con nuevas botellas de vinagre de dos litros? En realidad tampoco hacía falta, como suele decirse somos pocos y nos conocemos mucho.
Bono también ha declarado algo acerca de la importancia de la lengua española en Guinea Ecuatorial, aunque no ha ido tan lejos como Gustavo de Arístegui, portavoz del Partido Popular en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, impenitente viajero a Guinea Ecuatorial, quien ha calificado a Obiang de «profundo hispanista».
Obiang ha declarado lengua oficial el portugués (desde 2007), tras el francés (desde 1998) y el español. El idioma de los negocios es el inglés y la gente en su casa y en la calle habla bubi, fang, pichi, ndowé, annobonés y otras lenguas.
La sustancia del viaje de Bono está en lo que no se ve ni se dice, que es lo normal en las relaciones internacionales. Hay varias cuestiones de interés para Obiang en las que uno de los más altos cargos de un país amigo puede colaborar, aunque ninguna es en interés de España.
Eso sí, cuando transcurre un tiempo entonces pasan a serlo: blanqueo de dinero, corrupción económica, venta de armas a dictaduras, presiones políticas en las instituciones internacionales, intermediaciones, emigración ilegal, oleadas de refugiados y también investigaciones judiciales, apoyo político, favores varios.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.