Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
El 19 de febrero pasado, miembros de la agencia nacional de inteligencia de Israel (Mossad) secuestraron a Derar Musa Yusef Abu Sisi, de 42 años, cuando se encontraba en Ucrania. El Sr. Abu Sisi es director del departamento de operaciones de la planta de generación de energía de Gaza. El Mossad le trasladó seguidamente a Israel, donde se encuentra actualmente detenido en la prisión de Ashkelon. El domingo 20 de marzo, un abogado del Centro Palestino por los Derechos Humanos (CPDH) consiguió visitar por vez primera a Abu Sisi.
Abu Sisi le contó al abogado del CPDH que viajaba en tren desde Kharkov a Kiev para reunirse con su hermano Yusef que venía de Holanda, cuando en su compartimento aparecieron tres personas, dos de ellas con uniforme militar. Le pidieron que mostrara su pasaporte pero se negó. Entonces le amenazaron y se lo quitaron a la fuerza.
Le obligaron a abandonar el tren en la cercana estación de Poltava. En ese momento le esposaron y le encapucharon, dirigiéndose en coche con él a Kiev. Una vez en Kiev le retuvieron en un apartamento donde había otras seis personas que se presentaron como miembros del Mossad.
Abu Sisi dijo que empezaron a interrogarle de inmediato y que después le metieron en un avión. El vuelo duró entre cuatro y cinco horas antes de aterrizar en un lugar para él desconocido. Aproximadamente media hora después, volvieron a despegar de nuevo y en esta ocasión el vuelo duró alrededor de una hora. Tras aterrizar, Abu Sisi vio que se encontraban en Israel.
Le contó al abogado del CPDR que durante catorce días no le permitieron con un abogado. Que esa negativa se extendió otros once días más. Declaró que estuvieron interrogándole intensamente, denegándole sus derechos jurídicos.
Debe señalarse que las autoridades de la seguridad israelí impusieron a los medios un apagón total en todo lo referente al secuestro de Abu Sisi e impidieron que le visitaran abogados para poder controlar cómo se encontraba de salud y proporcionarle asistencia jurídica durante el segundo período.
Después de conocer los detalles por Abu Sisi, el CPDH tiene dudas acerca de si hubo o no colusión de otras partes internacionales en el secuestro. Sobre todo, porque a Abu Sisi no le detuvieron legalmente las autoridades ucranianas y no tuvo que presentarse ante ningún tribunal interno.
El CPDH está preocupado por el deterioro de la salud de Abu Sisi y señala que padece colelitiasis y tiene que tomar medicamentos para diluir la sangre. Presenta además serios problemas psicológicos después de tan largas y continuadas sesiones de interrogatorio. El Centro Palestino por los Derechos Humanos exige su inmediata liberación.