El equipo palestino responsable de preparar la iniciativa en Naciones Unidas del próximo septiembre ha recibido un dictamen jurídico independiente en el que se advierte de los riesgos que conlleva su plan para integrarse en Naciones Unidas. Según el documento, una iniciativa para trasladar la representación de los palestinos, de la OLP a un […]
El equipo palestino responsable de preparar la iniciativa en Naciones Unidas del próximo septiembre ha recibido un dictamen jurídico independiente en el que se advierte de los riesgos que conlleva su plan para integrarse en Naciones Unidas.
Según el documento, una iniciativa para trasladar la representación de los palestinos, de la OLP a un Estado, pondrá fin al estatus jurídico del que disfruta la OLP en Naciones Unidas desde 1975 como único representante legítimo del pueblo palestino.
De acuerdo al informe, básicamente, la OLP no seguirá siendo por mucho tiempo una institución que puede representar los derechos inalienables de todo el pueblo palestino ante Naciones Unidas y las instituciones internacionales ligadas.
La representación por el derecho a la autodeterminación se verá seriamente afectada pues se trata de un derecho de todos los palestinos tanto dentro como fuera de la patria, prosigue el informe. Un cambio de la situación podría privar a los refugiados del derecho de retorno a sus hogares y de sus propiedades de las que fueron desposeídos.
Las siete páginas del dictamen, obtenidas por Ma’an, fueron presentadas a los palestinos por Guy Goodwin, profesor de Derecho Internacional Público de la Universidad de Oxford y miembro del equipo que obtuvo en 2004, de la Corte de Justicia de La Haya, la sentencia no vinculante por la cual se declaraba ilegal el trazado del Muro de Separación de Israel.
El equipo palestino, dirigido por Saeb Erekat, ha estado preparando una iniciativa para que la OLP sea sustituida en Naciones Unidas por un Estado Palestino que represente al pueblo palestino.
En septiembre no es posible crear un verdadero Estado ya que la ocupación israelí continúa, por lo tanto el debate se centra en saber si la adhesión debe ser solicitada al Consejo de Seguridad o dirigirse a la Asamblea General para pedir que se conceda el reconocimiento de un Estado en calidad de «observador», un estatus de menor nivel que el de miembro de pleno derecho de Naciones Unidas.
Sin embargo, casi no se han hecho consideraciones sobre las dramáticas implicaciones legales para los derechos de los palestinos, lo que ocurrirá, según este informe jurídico, es que la OLP perdería su estatus.
El documento es un «indicador de asuntos que requieren atención», para que una cantidad de personas que tienen intereses, por ejemplo, el derecho al retorno, no sean «accidentalmente» privadas de sus derechos.
Ante todo, la perspectiva de la sustitución de la OLP por el Estado Palestino plantea problemas «constitucionales» en los que está implicada la Carta Nacional Palestina, y la organización, y las entidades que componen la OLP, según el informe. En segundo lugar está la cuestión de la «capacidad» efectiva del Estado Palestino para hacerse cargo del papel y las responsabilidades de la OLP ante Naciones Unidas. Y en tercer lugar está la cuestión de la representación popular, dice el documento.
La Autoridad Palestina, que fue establecida por la OLP como una entidad administrativa a corto plazo, tiene limitadas las competencias legislativas y ejecutivas, la jurisdicción territorial y la jurisdicción personal sobre los palestinos que no se encuentran en las zonas sobre las que se le ha acordado responsabilidad, señala el informe.
Observa también que la Autoridad Palestina «es un órgano subsidiario, con competencias solo para ejercer aquellos poderes que le confirió el Consejo Nacional Palestino. Por definición no tiene facultad para asumir mayores competencias».
La Autoridad Palestina no puede disolver su órgano matriz, ni establecer su independencia del Consejo Nacional Palestino, ni de la OLP, dice el informe. Por otra parte, la OLP y el Consejo Nacional Palestino derivan su legitimidad «del hecho de que representan a todos los sectores de la población palestina desplazada, sin importar dónde se encuentre actualmente o donde esté refugiada».
Las potenciales implicaciones son especialmente importantes para los palestinos de la diáspora. La mayoría de los palestinos son refugiados y todos ellos son representados por la OLP a través del Consejo Nacional Palestino.
«Constituyen más de la mitad de la población de Palestina, y si se les priva de sus derechos y pierden su representación en Naciones Unidas, no sólo se perjudicará su derecho a una representación en igualdad de condiciones … sino también su capacidad para expresar sus puntos de vista, para participar en cuestiones de gobernanza nacional, entre ellas la formación y la identidad política del Estado, y el ejercicio del derecho al retorno», afirma en el informe jurídico.
Karma Nabulsi, una ex representante de la OLP y en la actualidad profesora de la Universidad de Oxford, dijo que está familiarizada con el documento y que los funcionarios palestinos también han visto el dictamen jurídico.
«Sin lugar a dudas, ningún palestino aceptará perder esos derechos fundamentales ante una limitada iniciativa diplomática de septiembre, -dijo-. En primer lugar no dispondremos de territorio liberado en el que establecer un Estado. Pero al perder a la OLP como único representante legítimo del pueblo palestino ante Naciones Unidas, nuestro pueblo inmediatamente pierde nuestras exigencia como refugiados para formar parte de nuestra propia representación oficial, reconocida por el mundo».
«Esta es una cuestión urgente y fundamental para todo nuestro pueblo. Tenemos que asegurarnos de que nuestros representantes hacen avanzar nuestros derechos ante el foro internacional. Desde luego, ahora que los peligros legales se han presentado extensamente, confío en que la iniciativa protegerá el estatus de la OLP como único representante legítimo ante Naciones Unidas con objeto de seguir trabajando en pro de los derechos del pueblo palestino».
Nabulsi dice que el dictamen de Goodwin-Gill ha señalado y aclarado las lineas rojas en términos legales.
«La OLP es la representante del pueblo, no sólo una parte del pueblo; la OLP es la arquitecto y creadora de la Autoridad Palestina; cualquier cambio sobre quien representa al pueblo, o a una parte del pueblo, requiere de una expresión de la voluntad popular y del reconocimiento internacional», explicó.
«Ni la Autoridad Palestina, ni la OLP pueden alterar la función y estructura de la OLP sin el acuerdo de todo el pueblo palestino. En todo caso, la OLP y el pueblo palestino no eran conscientes de que la pérdida de la representatividad de la OLP ante Naciones Unidas acarreaba tales peligros legales. Ahora lo son».
Y concluye: «Obviamente necesitamos claridad por parte de la OLP sobre esta cuestión fundamental, y es importante que al pueblo palestino, dondequiera que se encuentre, y especialmente a los refugiados [la Diáspora], se les den garantías concretas de que la representación de sus derechos fundamentales – tanto el de la representatividad como el del derecho al retorno- permanecerán intactos en septiembre.
Traducción de : Rana
Fuente:http://maannews.net/eng/ViewDetails.aspx?ID=415804