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Nietzsche contra Cioran

Fuentes: Rebelión

Nietzsche y Cioran son dos filósofos que parecen presentar secretas afinidades. Muchos son los lectores que siente fascinación por ambos. El filósofo contemporáneo Clément Rosset es un paradigma. Pero Nietzsche y Cioran son incompatibles. Nietzsche hubiera considerado a Cioran un nihilista, igual que a Schopenahauer y en este sentido lo hubiera atacado sin piedad. Pero […]

Nietzsche y Cioran son dos filósofos que parecen presentar secretas afinidades. Muchos son los lectores que siente fascinación por ambos. El filósofo contemporáneo Clément Rosset es un paradigma. Pero Nietzsche y Cioran son incompatibles.

Nietzsche hubiera considerado a Cioran un nihilista, igual que a Schopenahauer y en este sentido lo hubiera atacado sin piedad. Pero seguro que hubiera apreciado muchos matices de Cioran. Era un intempestivo como él, aunque partieran de posicones opuestas.

Cioran es ambivalente con respecto a Nietzsche. Aprecia de él su estilo fragamentario. Es más, lo considera el iniciador del mismo tipo de filosofía ( o antifilosofía que él practica). También aprecia muchos de sus pensamientos pero desprecia su entusiasmo y su propuesta del super-hombre. Lo considera un ingenuo y cada se siente más alejado de él.

Tienen en común una cierta lucidez pero aplicando el perspectivismo de Nietzsche solo podemos ver desde un punto de vista. El punto de vista de Cioran es el de la tristeza, la amargura pero si lo leemos a fondo viene de la pérdida del paraíso perdido : la infancia. Cioran habla de ella como de una infancia absolutamente feliz. Le dominan las pasiones tristes, no el dolor. El dolor también lo acepta Nietzsche, esta no es la cuestión. La cuestión es si, a pesar del dolor, vale la pena vivir. Cioran dice no. También lo decía Schopenhauer, porque más allá del dolor solo experiementaban aburrimiento. La diferencia es que Schopenhauer hablaba de una redención. Pero en el caso de Schopenhauer su sinceridad es muy dudosa. Ni está claro que fuera una persona que no disfrutara de muchas cosas mundanas ( materiales, prestigio) ni tampoco lo es que su vida tuviera algo que ver con el camino de redención que pregonaba.

Nietzsche dice sí a la vida, quiere vivir intensamente. Habla desde la alegría, aunque sea una alegría que es trágica por su lucidez, porque se sabe finita. Seguramente Nietzsche no tenía un paraíso perdido de una infancia feliz. Es curioso comparar aspectos personales de Cioran y Nietzsche, sobre todo si nos referimos a su final. Cioran, finalmente, tiene una vida larga y una muerte tranquila. Nietzsche enloquece en su primera madurez. ¿ Azar ? Stefan Zweig en su libro La lucha contra el demonio compara el destino de Holderlin, Von Kleist y Nietzche por un lado y Goethe por otro. Dice que los primeros tenía una energía centrípeta que los conduce a romper su propio centro y acabar en la locura. Goethe en cambio tenía una capacidad centrífuga que hacía que todas sus experiencia revirtieran en un refuerzo de su yo. La superficialidad actual lo interpretaría en términos de inteligencia emocional. Huyamos de términos como éste que simplifican y distorsionan tanto las cosas que convierten un problema complejo de interacción entre inteligencia, carácter y deseo en una banalidad.

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.