Traducción para Rebelión de Loles Oliván.
Yemen se enfrenta a la hambruna. Está muy claro según las cifras publicadas por el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Dichas cifras muestran que desde 2009 Yemen ha visto doblarse el número de personas que sufren de inseguridad alimentaria.
Medios de comunicación internacionales vienen denunciando terribles noticias de un elevado número de niños y niñas que padecen hambre severa. Se ha informado de que las vidas de 300.000 niños y niñas corren peligro a causa del hambre. Solo en la ciudad de Al-Hudeida, un 30% de los niños sufren de hambre en una tasa que afecta directamente a su desarrollo físico y psicológico. De acuerdo con el representante de Oxfam, esa tasa es el doble de la que la ONU adopta generalmente para declarar un estado de crisis.
Así que, ¿qué es lo que está ocurriendo en Yemen? ¿Cómo en menos de un siglo ha pasado de ser uno de los mayores productores de café del mundo a un país que padece hambruna y que importa sus alimentos? ¿Cómo es posible que un país árabe que produce y exporta petróleo sufra hambre?
Se repite la misma historia de un país a otro, de un continente a otro.
Desde el siglo XV, Yemen producía, además de café, sus propios alimentos. Con el desarrollo de la agricultura de exportación, el café se convirtió en la base de la economía de Yemen. Sin embargo, con la llegada de los colonizadores a principios del siglo XX, la tecnología de producción de café se transfirió a países africanos y latinoamericanos. Ello supuso la competitividad que, a su vez, provocó el colapso del sector del café yemení en pocas décadas. Poco a poco, Yemen perdió su posición.
Ha atravesado por revoluciones, guerras civiles y dictaduras desde la época de los imanes hasta la actualidad. El país pasó por un período de división seguido de otro de unidad y dictadura bajo Ali Abdulah Saleh, por no mencionar los diversos levantamientos y las guerras de Estados Unidos contra al-Qaida. El sector agrícola se descuidó negligentemente durante todas esas fases, lo que proporcionó oportunidades de inversión para un puñado de inversionistas próximos al régimen y a los importadores de alimentos. Las aguas subterráneas se bombeaban gratuitamente y se dejó que disminuyera su nivel. Luego, en los últimos años, la sequía vino a coronar la catástrofe iniciada por la clase dominante y por los que se beneficiaron de ella.
Así que hoy vemos a Yemen luchando para liberar su revolución de las garras de Estados Unidos y de sus agentes árabes, y a sus hijos pidiendo ayuda.
¿Responderá a su llamada algún [país] árabe?
Rami Zurayk es columnista de Al-Ajbar y autor del blog Land and People.
Fuente original: http://english.al-akhbar.com/content/devastated-yemen