El embajador de Japón, Masuo Nishibayashi desde que llegó hace tres años a Cuba para comenzar sus funciones, ha desarrollado un arduo trabajo de cooperación y amistad con el Gobierno de la Isla. Opciones mantuvo una conversación con el diplomático nipón para conocer sus impresiones sobre la colaboración presente y futura entre ambas naciones. ¿Cómo […]
El embajador de Japón, Masuo Nishibayashi desde que llegó hace tres años a Cuba para comenzar sus funciones, ha desarrollado un arduo trabajo de cooperación y amistad con el Gobierno de la Isla. Opciones mantuvo una conversación con el diplomático nipón para conocer sus impresiones sobre la colaboración presente y futura entre ambas naciones.
¿Cómo evalúa usted las relaciones entre Cuba y Japón?
– En los últimos años, pese a existir un estancamiento en el aspecto económico, el intercambio de visitas ha sido más activo. En 2009 el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez viajó a Japón; en 2010 se realizaron dos visitas de alto nivel, la primera a Cuba por un miembro del Gabinete, en aquel entonces ministro de Agricultura, Silvicultura y Pesca, Hirotaka Akamatsu, y otra por el vicepresidente de la Cámara del Senado, Hidehisa Otsuji. En enero de este año el viceministro parlamentario principal para Asuntos Exteriores, Ryuji Yamane y el viceministro de Agricultura, Silvicultura y Pesca, Mutsuo Iwamoto visitaron a Cuba.
«En marzo de 2011, cuando se produjo el gran terremoto del Este de Japón, Cuba nos ofreció ayuda en varias formas. Estamos sumamente agradecidos por esta muestra de solidaridad. Muchas personas acudieron a los conciertos de septiembre del año pasado y también a la Exposición Fotográfica de marzo de 2012, efectuados en recordación a las víctimas del terremoto.
«En 2014, se celebrará el aniversario 400 de la llegada a Cuba del samurai Tsunenaga Hasekura, primer oficial japonés que vino a América, y su delegación. Para esa ocasión, realizaremos varios eventos en 2013 y 2014 que profundizarán las relaciones amistosas y el conocimiento mutuo entre los dos países.
«Una estatua de Tsunenaga Hasekura, fue colocada en la Avenida del Malecón, en La Habana Vieja, con financiamiento del Instituto Sendai Ikuei Gakuen, situado en la ciudad de Sendai. Para develar la estatua visitaron La Habana más de 100 personas de esa escuela y de la ciudad mencionada.»
¿En qué ramas se han profundizado la cooperación y cuáles han sido los resultados?
– La colaboración económica de Japón con Cuba se inició en 1960 con cursos de adiestramiento para cubanos allá, y después, en los años 90s se extendió de forma significativa. Actualmente la Seguridad Alimentaria y el Medio Ambiente son los temas prioritarios y se lleva a cabo una amplia colaboración.
«Con respecto a la cooperación técnica, actualmente en seguridad alimentaria, se encuentran en ejecución los proyectos Extensionismo y difusión de tecnologías para la producción de semilla certificada de arroz (en cinco provincias centrales) y Cultivo de peces marinos (en Santa Cruz del Sur, Camagüey). En materia de medioambiente, tenemos los proyectos Fortalecimiento de capacidades del manejo de residuos sólidos (en La Habana); Mejoramiento de la capacidad de desarrollo y manejo del agua subterránea (en Camagüey, Holguín y Las Tunas); proyecto para la Prevención de la intrusión salina (en Mayabeque) y la elaboración de un plan maestro para el saneamiento y seguimiento de la bahía de La Habana. Todos los años se realizan cursos de adiestramiento en mi país donde participan entre 20 y 30 funcionarios y especialistas cubanos que suman, hasta ahora, 725 personas. En abril de 2010 entró en vigor el Acuerdo de Cooperación Técnica entre Cuba y Japón.
«Además, desde 1998, hemos colaborado en 60 Proyectos Comunitarios de Seguridad Humana (APC).
«Los temas que abarcan se extienden a muchas otras áreas: la ayuda para la reparación de la infraestructura social (electricidad y agua potable); la seguridad social y la salud pública; mejorar las condiciones de hospitales y hogares de ancianos y maternos; la rehabilitación de centros de abastecimiento alimenticio de escuelas primarias.
«Igualmente Japón ejecuta proyectos de cooperación cultural. Y hasta la fecha se han llevado a cabo 10. En 2009 se culminó la instalación de nuevos equipamientos donados para el Planetarium de la Habana Vieja, con motivo de celebrarse el aniversario 80 de las relaciones diplomáticas entre los dos países. En marzo de este año se firmó un proyecto de donación al ICRT, de 535 programas y documentales televisivos de la cadena de televisión japonesa NHK.
¿Cuáles son los planes futuros tanto en la colaboración agrícola, científico técnica, turística, cultural?
– En la cooperación técnica y económica, continuaremos con la evaluación y seguimiento de los proyectos realizados e implementaremos con responsabilidad los que están en ejecución con la parte cubana.
Además de la Jornada de la Cultura Japonesa, que ya se ha convertido en costumbre celebrarla en noviembre en la Casa Museo de Asia, y la participación en la Feria Internacional del Libro en febrero, tendrán lugar los siguientes eventos: Música Clásica dirigida por el Maestro Yoshikazu Fukumura, Director Honorario de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba.
«Además se realizará el intercambio y conferencia sobre el diseño industrial. En 2012 recibiremos un especialista japonés que impartirá una conferencia y taller para compartir el concepto del diseño industrial con la esencia de Japón.
«Después de varios años de ausencia se participará en el XXXIV Festival Internacional de Cine Latinoamericano. Se presentarán siete películas del director japonés Kenji Misumi, que incluyen al famoso personaje Zatoichi.
«A estas presentaciones les seguirán muchos más en 2013. Y espero que estos eventos sean la antesala para las que se realizarán en 2014, año del aniversario de la llegada del primer japonés a Cuba.»
¿Cómo está la economía japonesa en estos tiempos de crisis y sobre todo después de haber sufrido el terremoto y el tsunami? ¿Cómo han sido la recuperación y reconstrucción?
– Han pasado un año y tres meses desde que ocurrió el Gran Terremoto, la mayor dificultad enfrentada por el pueblo japonés después de la Segunda Guerra Mundial. Estos últimos meses han sido severos no solamente para los damnificados sino también para el país entero, sin embargo el pueblo está unido para lograr la pronta recuperación.
«Salvo en la zona de acceso restringido y en las totalmente arrasadas, la infraestructura básica de agua, electricidad y gas ha sido completamente restituida, y la cadena de suministros para el comercio está funcionando con total normalidad.
«Japón creó la Agencia de la Reconstrucción en febrero de este año, y los gobiernos provinciales de los sitios dañados ya han establecido el Plan de la Reconstrucción con el objetivo de crear una nueva sociedad que emplee las energías renovables con un mayor dinamismo económico.
«El accidente en el Centro Nuclear Fukushima exigió del país la revisión total de su política energética nacional y el aseguramiento del suministro estable de electricidad.
«Al mismo tiempo, el Ministerio de Medioambiente anunció la Hoja de Ruta de la Descontaminación, revisión de las áreas con orden de evacuación, chequeo del nivel de radiactividad y tratamientos de residuos contaminados, entre otros.
«La economía japonesa aún afronta una situación difícil debido a diversos riesgos como son el colapso de la economía mundial, la crisis de la zona euro, la apreciación de la moneda japonesa o el impacto del terremoto. En particular, los ingresos por concepto de comercio del año 2011 registraron un significativo déficit en el que no se había incurrido desde 1980. Sin embargo, a causa de la demanda tras la reconstrucción de las zonas afectadas, se está recuperando paulatina y sostenidamente.
«Por otro lado, Japón se enfrenta al avance del envejecimiento de la sociedad y el descenso en la tasa de natalidad, y presenta una preocupante situación financiera debido al aumento de los costos de seguridad social. Es una gestión urgente para el Gobierno del Japón trabajar a favor del establecimiento de una reforma integral del sistema tributario y de seguro social, moderar la apreciación del yen japonés, salir de la deflación, y al mismo tiempo, lograr el avance de la salud fiscal y el crecimiento económico de manera simultánea.»
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