-EGA.- ¿Cómo usted aprecia la situación actual en la región? AM.- Para nosotros en Hizbulá, la cuestión central es el tema de Palestina, la liberación de Palestina y lograr que este hermano pueblo recupere su tierra y obtenga sus legítimos derechos. Lo que estamos presenciando en los últimos tiempos en la región obedece a los […]
-EGA.- ¿Cómo usted aprecia la situación actual en la región?
AM.- Para nosotros en Hizbulá, la cuestión central es el tema de Palestina, la liberación de Palestina y lograr que este hermano pueblo recupere su tierra y obtenga sus legítimos derechos.
Lo que estamos presenciando en los últimos tiempos en la región obedece a los planes del imperialismo, del sionismo y sus aliados, para desviar la atención de Palestina y hacer que este tema pase a un segundo plano. Independientemente de problemas reales que existen en algunos países, que han provocado tensiones y enfrentamientos internos -calificados por la propaganda occidental como Primavera Árabe, término con el que no estamos de acuerdo─, ellos están promoviendo conflictos y divisiones de todo tipo que juegan a favor de los intereses sionistas de Israel.
Estimulan los enfrentamientos sectarios. Entre sunitas y chiitas; entre musulmanes y cristianos; con la minoría copta en Egipto; con los kurdos en los países donde estos existen. Donde no pueden encontrar terreno fértil para promover contradicciones religiosas, entonces apelan a fomentar luchas tribales, como ha sido el caso de Libia. El interés de ellos es alentar la división, que los pueblos de la zona luchen entre ellos para hacerlos más débiles y poderlos dominar. Ello les facilita llevar adelante su plan de dominación del Gran Medio Oriente.
Nuestro Partido pone en primer lugar la unidad, la búsqueda de la unidad entre todas las fuerzas patrióticas es nuestra opción principal y por ello trabajamos sin ningún tipo de sectarismo.
La guerra del 2006 contra Hizbulá en Líbano fue una guerra dirigida por los Estados Unidos. Condoleza Rice, la Secretaria de Estado, se empeñó personalmente en los detalles de cómo hacer la guerra y derrotar a Hizbulá. Viajó intensamente por la región, mas no pudieron derrotarnos y al contrario, fueron Israel y los Estados Unidos quienes perdieron la batalla. Nosotros tenemos gran capacidad de recuperación, pero ellos no, los golpes que le propinamos tienen una gran repercusión negativa sobre ellos.
Lo mismo sucede con los criminales y genocidas ataques que llevan a cabo contra Gaza. No pueden destruir a Hamas, los palestinos se recuperan, pero los sionistas se desgastan mucho.
Hoy Hizbulá tiene una capacidad de respuesta militar mucho más grande que en cualquier momento anterior. Si nos atacan, podemos responderles y golpearlos con absoluta precisión en cualquier lugar del territorio que ocupan los sionistas. Estamos en condiciones de darles respuestas demoledoras.
-EGA.- ¿Cómo valoran lo que está sucediendo en Siria?
-AM.- Ahora es Siria quien se enfrenta a una guerra dirigida por los Estados Unidos. El objetivo es el mismo, crear un nuevo Gran Medio Oriente controlado por Estados Unidos e Israel. Detrás de todo ello está el control de los recursos energéticos durante el siglo XXI, donde el gas pasará a jugar el papel más importante. Si observamos el mapa, vemos que el territorio de Siria es el camino natural para extender hasta los puertos del Mediterráneo los gasoductos desde Irán, Iraq y Catar, donde están las más grandes reservas. También en Siria y Líbano se han descubierto importantes yacimientos de gas.
La monarquía catarí tiene especial interés en ello, tiene enormes reservas de gas y sus dirigentes, poseen ínfulas de gran potencia. Allí está la base militar más grande de los Estados Unidos en el Golfo. La televisora Al Jazeera la han convertido en el vocero de la reacción, del imperialismo y del sionismo. Están interviniendo descaradamente en Siria. ¿Por qué no ponen ese empeño en defender a los palestinos y en la lucha contra el sionismo?
Arabia Saudita hace lo mismo. Estamos viendo como en algunas mezquitas de ese país se está pidiendo contribución monetaria a los fieles para ayudar a la oposición en Siria. Eso nunca lo han hecho para ayudar a la resistencia palestina.
Nosotros tenemos la opinión de que la situación en Siria es complicada, pero que el gobierno tiene capacidad para resistir y va a derrotar a los agresores. Cuando empezaron las acciones terroristas el año pasado, la oposición y los imperialistas decían que en tres meses caería el gobierno. Después dijeron que en seis, pero ya no hablan de plazos. La última evaluación de la Inteligencia israelí dice que Al Assad durará años.
A diferencia de lo que sucedió en Libia, en Siria las fuerzas armadas están cohesionadas, mantienen su capacidad combativa. Solo hay deserciones individuales, personales. Tampoco los enemigos han logrado deserciones en las embajadas, por ello los países de la UE, después de agotarse tratando de lograr esto, tomaron la decisión de expulsar a los embajadores.
La oposición por el contrario está muy dividida y no han logrado unirla a pesar de todos los esfuerzos que han hecho en muchas reuniones de los llamados «amigos de Siria». Hay muchas diferencias también entre los opositores que están dentro y los que están en el extranjero. La oposición interna está en contra de la intervención extranjera, mientras que los que están fuera la solicitan. Además, en la oposición todos quieren ser los jefes. La guerra contra Siria está demostrando la hipocresía y el doble rasero de Obama y los imperialistas, dicen que luchan contra el terrorismo y están apoyando a Al Qaeda, a los salafistas y los extremistas que cometen crímenes en Siria.
-EGA.- ¿Qué influencia tiene en Líbano lo que está sucediendo en Siria?
-AM.- Lo que ocurre en Siria, por supuesto que repercute en Líbano. Hizbulá trabaja para que desde Líbano no se perjudique a Siria, aunque no podemos lograrlo totalmente, pues el Movimiento Futuro y 14 de marzo, que dirige Hariri, son enemigos de Siria y apoyan a la oposición armada. Estamos actuando con mucha paciencia y sabiduría, evitando en todo lo posible la confrontación, pero si ellos quisieran llevar las cosas al extremo, se puede producir un estallido que provocaría la confrontación. Tratamos de que se mantenga un balance aceptable a nivel político, la búsqueda de un equilibrio, sabemos que la correlación interna de fuerzas es muy favorable a nosotros, pero no perdemos de vista que nuestro objetivo fundamental es la resistencia a Israel.
-EGA.- ¿Qué posición mantienen los países fronterizos con Siria?
-AM.- Los otros países en torno a Siria, se mueven según sus intereses. Turquía tiene ambiciones pero también temores. Han estado trabajando para que una resolución de la ONU le otorgue cobertura a sus acciones militares contra Damasco, la oposición de Rusia y China ha sido muy importante. La incursión de su avión F-4 Phantom sobre territorio sirio, que fue derribado por la defensa antiaérea siria frente a Lataquia, no fue casual ni producto de un error. Fue una provocación y un intento de probar las defensas sirias. Y obtuvieron una respuesta clara. Rusia e Irán, han hecho serias advertencias a Turquía y están muy preocupados por el establecimiento de una base de radares estadounidenses en territorio turco. Está claro que esta no es para proteger a Turquía. El gobierno turco también tiene problemas internos y no ha logrado un consenso para hacerle la guerra a Siria, hay oposición incluso entre los propios militares.
En Jordania, la monarquía está tratando el tema con cuidado, tiene temor a que se le agraven las contradicciones internas y que el conflicto en Siria se extienda a su propio territorio, por eso no actúa abiertamente. No obstante, está permitiendo que los servicios especiales de EEUU y Gran Bretaña den entrenamiento allí a grupos de la oposición siria.
El gobierno iraquí está a favor de Siria, apoya al gobierno de Bashar al Assad, pero la frontera es muy extensa y difícil de controlar, por ella pueden penetrar elementos de la oposición.
Irán siempre le ha brindado apoyo a Siria pues son aliados. También Rusia le está dando un apoyo total.
Israel, según nuestra opinión, no se va a involucrar en el conflicto sirio, al menos directamente, pues no le conviene.
En resumen, nuestra opinión es optimista sobre Siria, aunque la lucha va a ser larga y compleja.
-EGA.- Egipto es un país muy importante ¿Cómo ve la evolución de la situación allí después de las elecciones?
-AM.- Sobre Egipto y los resultados de las elecciones, está muy claro que Estados Unidos ha estado trabajando intensamente para salvar todo lo que pueda del régimen anterior. Los del Consejo Militar, muy comprometidos con los intereses estadounidenses, han logrado imponer condiciones para limitar el poder del presidente y de los Hermanos Musulmanes. Han impuesto una serie de condiciones, leyes y decretos, para mantener los resortes fundamentales del poder en manos de los militares y evitar que el presidente y el parlamento puedan hacer cambios importantes en las principales esferas, como la política exterior, la economía y la defensa. Nosotros hemos hablado con los Hermanos Musulmanes y le hemos dicho que deben buscar la unidad con todas las fuerzas patrióticas. Apoyamos la idea de un gobierno de unidad nacional. Llegar a la presidencia no significa obtener el poder, ni siquiera lo es tener mayoría en el Parlamento. Para producir cambios a favor de los intereses populares hay que hacer una verdadera revolución y esto no es posible si permanecen en las estructuras de poder las mismas fuerzas que lo detentaban en los regímenes anteriores.
Ernesto Gómez Abascal es ex embajador en varios países del Cercano Oriente. Periodista y Escritor.
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