Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.
El 1 de agosto, en plenas vacaciones y cuando Estambul esté vacío, Pınar Selek será llevada de nuevo ante la justicia. Continúa así un ensañamiento judicial que dura desde hace 14 años, aunque su caso ya está archivado y claramente cerrado desde hace tiempo.
Hace 14 años fue acusada de haber puesto una «bomba» en el mercado de especias de Estambul. Pero, en realidad, estaba en el punto de mira por su actividad como socióloga que trabajaba sobre los militantes del PKK, ya que era una opositora que defendía a todos los marginados de la sociedad turca: los kurdos, los niños de la calle, las mujeres, los homosexuales, las personas transexuales y tantos otros.
El caso estaba cerrado porque se había acusado a Pınar Selek sobre la base del testimonio de una tercera persona obtenido bajo tortura. Más tarde este testigo se retractó. También estaba cerrado porque varios expertos demostraron que aquel día en el mercado de especias no había la menor señal de una bomba y que en realidad la explosión provenía de una bombona de gas. Finalmente, porque ninguna prueba demuestra la presencia de Pinar en el mercado de especias aquel día.
Además, el caso debería estar cerrado hace mucho tiempo puesto que el tribunal la absolvió en tres ocasiones. Y en tres ocasiones el fiscal del Tribunal Supremo apeló el primer veredicto. Mientras tanto Pınar Selek ha sido encarcelada y torturada, y se ha acosado a su familia.
Su proceso es la manifestación de un ensañamiento extremo para silenciar a una opositora, militante de los derechos humanos, una científica que ha revolucionado la sociología de los marginados en Turquía, que se ha comprometido sin perder nunca de vista su neutralidad axiológica. Pero Pınar Selek no es neutra, se niega a serlo. Como Jean-Paul Sartre en su época, ella siempre ha pensado que el deber del intelectual es participar en la historia que se está escribiendo.
Por ello el caso Pınar Selek se debe escribir en adelante con una C mayúscula, en referencia a otro Caso de conspiración de Estado, en esta ocasión francés, el Caso Dreyfus que se basó en falsos testimonios, en pruebas manipuladas, en campañas de prensa y jueces dominados.
Este nuevo juicio a Pınar Selek es el juicio a la libertad de prensa, de expresión, de investigación, de asociación… En resumen, el juicio a la democratización de Turquía. En ese sentido, va mucho más allá de la persona Pınar Selek, la cual está condenada a vivir en el exilio porque está constantemente bajo la amenaza de ser detenida, encarcelada y torturada. Lejos de su hogar, pero, como dice ella, ¿hasta dónde? [1].
Pedimos a la opinión pública francesa, turca, europea y mundial que esté al lado de Pınar Selek en esta nueva prueba en la que una vez más está en juego la suerte de las libertades en Turquía.
Nota:
[1] Véase su última obra publicada en francés, Pinar Selek, Loin de chez moi… mais jusqu’où? [Lejos de mi hogar, pero, ¿hasta dónde?], Editorial IXe, marzo de 2012.
Fuente: http://www.turquieeuropeenne.eu/5291-turquie-affaire-pinar-selek-un-communique-du-git-france.html