Esta entrevista fue realizada en el marco del Congreso MARX IS MUSS que tuvo lugar en Berlín entre el 7 y 10 de junio.
CT. ¿Cuál es la relación entre el movimiento en defensa de los derechos humanos en Bahréin y otros movimientos internacionales?
En Bahréin todavía tenemos situaciones de violación de los derechos humanos, casos graves de tortura, presos políticos, tribunales militares. En los últimos dos años no hemos tenido relaciones directas con otros movimientos pro derechos humanos o movimientos políticos. Ahora no trabajamos con ellos de manera directa, sino indirecta, pero estamos conectados. En la región del Golfo tenemos contactos con Arabia Saudí, Omán y Kuwait.
AF. ¿Cuál es la situación de los activistas pro derechos humanos en Arabia Saudí?
A algunos de nuestros activistas se les prohibió viajar a Arabia Saudí. También contamos con activistas políticos en distintos puntos de Arabia Saudí que se encuentran en prisión en este momento.
CT. ¿Los movimientos religiosos desempeñan algún papel en las revueltas de Bahréin?
La religión no tiene nada que ver con ningún movimiento político revolucionario. Las movilizaciones del 14 de febrero de 2011, las protestas, fueron una revolución con demandas políticas y reclamando democracia, pero los medios públicos de comunicación y la prensa occidental promovieron la idea de que se trata de un movimiento chií, lo que no es cierto. Afirmaron que la oposición era un movimiento chií que se rebelaba contra los suníes, que se trataba de un asunto sectario, confesional. Decir eso significa defender un punto de vista conforme al cual vivimos un conflicto entre dos confesiones, entre chiíes y suníes, cuando en realidad la mayoría de la gente lo que quería era derrocar al gobierno.
CT. ¿Cuál es la composición de los movimientos de oposición de Bahréin?
Tenemos una mayoría musulmana, personas de otras confesiones religiosas y gente que no quiere relacionar de ningún modo la política con la religión, gente de izquierdas cuyo dirigente está, por cierto, en prisión en este momento.
AF. ¿Qué apoyo os pueden brindar los movimientos europeos?
Necesitamos más acción por parte de los partidos políticos de Europa. Por ejemplo, hemos visitado a Hollande en Francia porque necesitamos la ayuda de los movimientos y partidos europeos. Sabemos que existen relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Europa y el de Bahréin, pero hace falta dar el paso a la acción, por ejemplo aquí, en Alemania. Hace falta sensibilizar a la opinión pública porque creo que la gente puede tomar la iniciativa y presionar al gobierno alemán para que éste presione a su vez al gobierno de Bahréin. También hace falta una iniciativa de apoyo por parte de las Naciones Unidas. Contamos con el apoyo de los movimientos de izquierda, como DIE LINKE, con la ayuda de camaradas de España, Francia y Portugal, pero no resulta suficiente. Hace falta que la prensa se centre en la situación de Bahréin, pero esto no se produce porque las primeras planas están ocupadas por el conflicto de Siria, aunque la opresión en Bahréin es igual que en los demás países árabes.
AF . ¿Los movimientos de Bahréin influyen en Arabia Saudí?
Arabia Saudí intervino en Bahréin en apoyo a su monarquía. Pero al mismo tiempo existen movimientos políticos en Arabia Saudí que reclaman democracia, movimientos que no tienen un trasfondo religioso y que tampoco se reducen a las reivindicaciones de los distintos grupos confesionales. Por desgracia no salen en la prensa ni en Internet, y se convierten así en movimientos anónimos.
AF. ¿Tenéis relaciones con los movimientos de Siria?
Estamos trabajando con observadores para los derechos humanos sobre lo que ocurre en Siria, desde la izquierda, como marxistas.
AF . ¿Qué papel juega el apoyo occidental a Bahréin, y sobre todo el de los EE.UU. y OTAN, dado el rol geopolítico estratégico de Bahréin?
EE.UU. tiene con respecto a Bahréin una política de doble rasero en la que entra en juego también el petróleo: no quieren perder a Arabia Saudí como aliado en la región. Por eso dentro de las Naciones Unidas defienden que apoyan a la revolución de Bahréin, pero sólo se emitió un comunicado oficial que salió de una intervención de Obama.
AF . ¿Cuál es la posición de Irán en relación con los movimientos?
El gobierno de Bahréin afirma que los participantes en las protestas mantienen relaciones con Irán y que reciben financiación de él. Es verdad que Irán apoya la revolución de Bahréin, pero ellos tienen una agenda política diferente a la nuestra y posicionamientos que tienen que ver con grupos confesionales a los que quieren apoyar. Eso resta credibilidad a los movimientos de Bahréin que cuentan con la participación de todas las confesiones religiosas.
AF ¿Cuál es la posición de Al Jazeera, a la que ha criticado recientemente Nabeel Rajab?
La emisión de Al Jazeera en inglés es diferente a la de Al Jazeera en árabe. La primera apoya a la primavera árabe. Pero cuando nos vamos a Al Jazeera en árabe, entonces no muestran a la gente de a pie que está luchando cada día, que se reúne cada día, no quieren hablar de las violaciones de derechos humanos que se producen en países como Bahréin. Por eso, esperábamos que mediante las noticias que la gente de Europa recibe a través de Al Jazeera en inglés hubiera una movilización ciudadana a escala europea, pero no vimos nada. Y sin embargo, cuando una sola noticia se desliza a través de Al Jazeera en árabe hasta la gente en Egipto u otros países del mundo árabe, ellos nos muestran su solidaridad.
Fuente original: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5180