Traducción del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.
La entrevista transcripta a continuación fue realizada por Margaret Warner para NewsHour en PBS. Fue trasmitida en directo el lunes 6 de agosto de 2012, y contó con el co-editor de Jadaliyya, Bassam Haddad, y el Profesor David Lesch. En la entrevista se debatió principalmente el tema de las recientes deserciones y su importancia (o falta de ella) en la lucha actual entre el régimen sirio y las diversas fuerzas de la oposición. (Puede escucharse directamente en inglés aquí.)
Margaret Warner: Y para intentar aclarar algo la cuestión que nos ocupa, tenemos aquí a dos académicos que acaban de publicar libros sobre Siria. Bassam Haddad dirige el Departamento de Estudios sobre Oriente Medio en la Universidad George Mason. Su nuevo libro es «Business Networks in Syria». David Lesch es Profesor en la Universidad Trinity en San Antonio, Texas. Entrevistó a Bashar al-Asad en diversas ocasiones entre 2004 y 2009. Su nuevo libro es: «Syria: The Fall of the House of Assad».
Bienvenidos ambos.
David Lesch, empecemos por Vd., ¿qué importancia concede a estas últimas deserciones, que se añaden a las anteriores:
David Lesch: Son golpes graves al régimen que, como Vd. ha dicho, se añaden a los anteriores, así como la impresión de que los rebeldes están llevando a cabo incursiones contra el régimen sobre el terreno.
No obstante, el puesto de primer ministro, con Bashar al-Asad, no es un cargo muy poderoso en Siria. Es sobre todo un puesto administrativo. Era algo desechable desde el comienzo del levantamiento. Pero lo que importa ahora es la percepción. Y, como todos saben, la percepción es a menudo más importante que la realidad.
Y la percepción que tenemos es que el régimen está a la defensiva, que podría estar desmoronándose con el aumento de las deserciones. Y si muchos de los sirios que lo están viendo consideran que se está desmoronando, especialmente los que están viendo los toros desde la barrera, entonces podría haber una cascada de deserciones que socavarán los cimientos del régimen.
Margaret Warner: Bassam Haddad, ¿qué podría añadir a esto, la importancia, por ejemplo, de que sea sunní?
Bassam Haddad: Bueno, eso no es tan importante en estos momentos.
Lo principal en la deserción del primer ministro es que el puesto de primer ministro, como ha dicho mi colega, lleva décadas siendo un puesto administrativo. Y ni estaba ni está conectado con ningún hilo importante del poder.
Por tanto, en sí mismo y por sí mismo, es menos relevante de lo que mucha gente podría asumir. El segundo aspecto es que el conflicto mismo se ha convertido ahora en un conflicto puramente militar, lo que implica que esas deserciones tienen en estos momentos muy pocos efectos sobre la forma en la que el conflicto avance.
Sin embargo abre la puerta a más deserciones, que posiblemente muchas personas estaban ya considerando desde hace algún tiempo y es probable que ahora las lleven a cabo.
Margaret Warner: David Lesch, Vd. ha estado cerca de ese círculo o ha tenido algún acceso a él por sus entrevistas con el presidente. ¿Quién pertenece a ese círculo más íntimo, el círculo que realmente tiene el poder? ¿Es en su mayoría alauí, la secta alauí, una escisión chií, de la que Asad procede?
David Lesch: Sí, en su mayoría es alauí. Pero aún hay algunos sunníes que apoyan al régimen, especialmente entre la comunidad empresarial.
Pero en el círculo más íntimo -quiero decir desde que el régimen eligió la solución de la seguridad frente a la situación-, desde el comienzo del levantamiento, el aparato de la seguridad militar ascendió al poder mucho más de lo que ya estaba, incluido el hermano de Bashar, Maher al-Asad, y muchos de los otros generales mayoritariamente alauíes situados en el aparato de la seguridad militar.
Es una estructura dominante muy opaca en la que ha sido muy difícil penetrar incluso para gente que lleva allí muchos, muchos años. Pero desde que comenzó la crisis, está volviéndose más y más cerrada, más y más reducida y mucho más alauí con estas deserciones sunníes.
Margaret Warner: Así pues, Sr. Haddad, ¿piensa Vd. que el presidente puede controlar el país con un círculo de poder que cada vez es más primario, de dominio casi alauí, que constituye solo el 10% de la población?
Bassam Haddad: La imagen no es tan escueta.
Es importante también reconocer que en los altos niveles del aparato militar y de seguridad hay aún algunos sunníes. Y en la sociedad todavía quedan grandes bolsas, aunque no muy grandes, de apoyo, no necesariamente hacia el régimen de Asad sino en prevención de una caída hacia el abismo.
En gran parte de la información que se está ofreciendo se ha venido ignorando, sobre todo desde Occidente, que Siria está desmoronándose no solo como régimen sino como país. Y esa es en estos momentos la gran tragedia, que creo que se está dejando de lado, y en cambio se están centrando en clichés tales como la dictadura y la democracia en una situación donde incluso si cae el régimen de Asad nos vamos a encontrar ante un proceso muy, muy difícil de reconstrucción del país.
Y hay ciertas partes que se benefician de todo eso y son a esas partes a las que realmente deberíamos mirar, incluyendo algunos estados árabes conservadores, algunos estados europeos y, por supuesto, Estados Unidos.
Margaret Warner: Volvamos con David Lesch. A partir de sus contactos con Asad, explíquenos como mejor pueda su psicología en ese aspecto. ¿Le sorprende que no esté, parece claro, interesado en ningún tipo de acuerdo, ningún tipo de compromiso, ningún tipo de reparto de poder?
David Lesch: No, porque creo que con los años ha absorbido la estructura autoritaria del poder en Siria, como sucede frecuentemente en los regímenes autoritarios de todo el mundo, no solo en Siria.
Y alrededor de ellos se ha construido muy poca realidad alternativa diferente. Y por eso creen de verdad que están protegiendo el país. Ese es el mandato para los Asad, padre e hijo, al gobernar Siria: proporcionar seguridad y estabilidad.
Y pienso que se creen realmente que aún están tratando de hacer eso, quizá sin comprender totalmente que su solución de seguridad está de hecho causando más inestabilidad a largo plazo.
Sin embargo, Siria ha estado durante décadas bajo amenazas externas. Por eso no cuesta mucho convencer a muchos sirios de que hay fuerzas perniciosas en el exterior trabajando con fuerzas inconscientes de dentro contra el régimen.
Margaret Warner: ¿Está de acuerdo en que -ha habido muchos analistas en el gobierno estadounidense que se dedican a estudiar a Asad que dicen que, al menos en sus pronunciamientos- parece estar cada vez más desconectado de la realidad? ¿Llegaría Vd. tan lejos?
David Lesch: No, porque él tiene una realidad muy distinta. ¿Sabe? Los sirios tienen un paradigma conceptual totalmente diferente de cuál es la amenaza más importante en función de su propia experiencia histórica, que es diferente de la nuestra. Por tanto, para ellos, es muy real. Para ellos es totalmente verdad.
Y como Bassad Haddad ha dicho, la prensa occidental se ha dedicado a pintar una imagen muy diferente, un cuadro que está totalmente divorciado de cómo ellos ven la realidad. Y es verdad que es muy difícil discernir esa realidad, quizá se encuentre en algún punto intermedio.
Margaret Warner: Bassam Haddad, brevemente, antes de irnos, el gobierno de EEUU continúa haciendo llamamientos a otros miembros del régimen para que deserten. ¿Tienen muchos incentivos para desertar quienes están más próximos al presidente sirio, especialmente los miembros de su secta alauí?
Bassam Haddad: La gente que está próxima al régimen tiene pocos incentivos para desertar, especialmente los miembros de las sectas alauíes.
En mi opinión, EEUU…
Margaret Warner: ¿Por qué?
Bassam Haddad: Porque es así, el barco se hundirá o saldrá a flote entero, y la comunidad alauí va en ese barco, incluso aunque no les guste la forma en que el régimen ha tratado la sublevación.
Margaret Warner: ¿Se debe a que en esencia sienten que si este régimen cae, ellos también van a caer como alauíes?
Bassam Haddad: No -es una buena pregunta-. No es eso lo que sienten.
Justo ahora hay un temor real, un temor objetivo que la comunidad alauí y otros grupos minoritarios sienten realmente: que van a tener que pagar realmente el precio solo por ser lo que son, por su tarjeta de identidad, por cómo se les identifica.
Y, por desgracia, EEUU se ha dedicado sobre todo a provocar en vez de impulsar a la oposición para que hiciera cosas como comprometerse en un diálogo que impidiera el desastre. Y ahí es en realidad donde la historia debería fijarse, porque esto es lo que va a suceder a menos que haya una interferencia que llame realmente al diálogo, que es lo que Turquía, los estados árabes y Estados Unidos han impedido que haga la oposición.
Margaret Warner: Muy bien. Bassam Haddad, muchas gracias. Y David Lesch, desde Trinity, muchas gracias.
Fuente: http://www.jadaliyya.com/pages/index/6771/on-defections-and-developments-in-syria_pbs-newsho