La dialéctica no es solo la ciencia del movimiento y el cambio continuo, es la herramienta que permite asociar distintos hechos o acontecimientos y ordenarlos conforme a una perspectiva determinada. Ante un inminente y bestial ataque a Siria por parte de EE.UU. y sus viejos y nuevos satélites medioorientales, europeos y norteamericanos (Canadá), conviene reflexionar […]
La dialéctica no es solo la ciencia del movimiento y el cambio continuo, es la herramienta que permite asociar distintos hechos o acontecimientos y ordenarlos conforme a una perspectiva determinada. Ante un inminente y bestial ataque a Siria por parte de EE.UU. y sus viejos y nuevos satélites medioorientales, europeos y norteamericanos (Canadá), conviene reflexionar sobre algunos acontecimientos que, a mi entender, marcan un derrotero que todavía no ha concluido.
1) A principios de agosto, luego de un periplo iniciado los primeros días de junio en Hong Kong, el ex agente de inteligencia norteamericano Edgard Snowden, quien filtró datos sobre el espionaje norteamericano en varios países del mundo, entre ellos China y Europa, se asiló temporariamente en Rusia por un año. El «caso Snowden», objetivamente, ha creado situaciones que son necesarias a tener en cuenta para un análisis de situación.
a) El aterrizaje en Rusia del ex espía, reclamado por EE.UU., trajo aparejada una confrontación entre el presidente Obama, sujeto a presiones por parte del verdadero poder norteamericano- financiero, energético y militar, entre otros- y el presidente ruso Putin, que derivó en estos días en la negativa de Obama de reunirse con el mandatario ruso en la próxima Reunión del Grupo de los 20, a celebrarse en San Petersburgo (ex Petrogrado), los próximos 5 y 6 de septiembre. Allí ambos presidentes tratarían, entre otros temas, los vinculados al escudo antimisilístico que la OTAN despliega en Europa y asuntos de «seguridad global», que obviamente se hallan signados por la situación de Siria;
b) Ante la negación de un pasaporte de EE.UU. a Snowden para dirigirse a los países que le brindarían asilo (entre ellos Venezuela, Bolivia y Nicaragua) y que llevó a gobierno ruso a asilarlo por un año en su territorio, se sumó la provocación montada por el imperialismo yanqui en Europa. Desde alguna cueva madeinusa se le ordenó a varios países europeos a que se negaran a ceder su espacio aéreo para el paso de la aeronave en la que regresaba a Bolivia el Presidente Evo Morales Ayma, quien había concurrido a una reunión de productores de gas llevada a cabo en Rusia, debido a la «sospecha» de que en el avión que lo transportaba se hallaba el fugitivo Snowden. Esta situación llevó a una confrontación entre Bolivia y la Unasur con cuatro países de Europa, hoy colonia de los EE.UU., que hizo tambalear acuerdos comerciales que el MERCOSUR llevaría a cabo con la Unión Europea (Brasil y Uruguay, dentro del MERCOSUR, ya han iniciado los acuerdos), al margen de la intervención de EE.UU. Luego de ocurridos los episodios y habiéndose disculpado los países europeos involucrados en la provocación contra Evo, éste dijo: «algunos países colonizadores hoy están siendo colonizados e invadidos por Estados Unidos» y los conminó a luchar contra el imperialismo yanqui. Otra situación que se generó luego de esta provocación fue la de una fractura virtual de la CELAC, ya que los miembros de la misma alineados con EE.UU. en la Alianza del Pacífico no enviaron a sus más altos representantes a la Cumbre de Cochabamba del 4 de julio, que condenó la provocación hacia Evo Morales, de la misma manera que Brasil llegó tarde a la cita, lo que fue observado por varios analistas.
En síntesis: la deserción de Snowden y los acontecimientos que de ella derivaron llevaron a situaciones que hoy, entre otras, aceleran la intervención de los EE.UU., con el pelele Obama a la cabeza, y sus satélites, en contra de Siria. Habrá que ver si los datos que el ex agente filtró sobre el espionaje estadounidense al mundo contrapesan las situaciones creadas por su «deserción» y las consecuencias en el marco del tablero de ajedrez mundial.
2) Egipto y Siria son países de larga existencia y objetivos comunes. Luego de la Revolución del coronel Gamal Andel Nasser en Egipto, una vez nacionalizado el Canal de Suez y contrariamente a los intereses británicos, norteamericanos e israelíes, Egipto y Siria se alinearon con la URSS. A principios de 1958, ambos países conformaron la República Árabe Unida (RAU), que tuvo su fin en 1961, aunque Egipto siguió manteniendo ese nombre hasta la década siguiente. Siria y Egipto se conformaron en esa época como países nacionalistas pan-arabistas, pero laicos, y esa tradición siguió hasta hoy. Siria, país laico, se halla amenazado por elementos del fundamentalismo islámico, ente ellos los Hermanos Musulmanes, vinculados a Turquía, y Al Nusra, organización vinculada a la tristemente célebre Al Qaeda, ente otros.
Analistas internacionales sostienen que sólo un 5% de los elementos que conforman el denominado Ejército Libre Sirio (ELS) son de esa nacionalidad, los demás fueron reclutados en la Libia destrozada por el imperialismo post Kadaffi y otros países africanos, en su cruzada Yidahista o de Guerra Santa contra el gobierno sirio de Al -Assad. En tanto estos sectores desde hace un tiempo combaten, con armas cedidas por el «occidente cristiano», al gobierno y Ejèrcito sirio, el gobierno de los Hermanos Musulmanes egipcios, dirigido por el hoy derrocado presidente Morzi, rompía relaciones con Siria en junio de este año y aconsejaba una intervención extranjera allí. La llegada de los militares al gobierno egipcio y el desplazamiento de Morzi alteraron las reglas de juego con respecto a Siria y Egipto. Si bien los militares egipcios recibían ayudas de mil millones y pico de dólares al año por parte de EE.UU. y sus cúpulas eran interlocutoras de Israel, en el seno de las Fuerzas Armadas egipcias existen, según varios analistas, infinidad de suboficiales y oficiales nasseristas. Y eso es preocupante para EE.UU., Israel y otros satélites afines, por cuanto una reconstituida alianza entre Egipto y Siria, en el marco de una hegemonía nasserista en las filas castrenses egipcias, sería una verdadera, esta sí, amenaza para los intereses hegemónicos del imperialismo y sus socios en el área.
Si bien el pasado no condiciona al porvenir y la historia no siempre dicta el futuro, algo de eso hay, y los yanquis y compañía lo saben. Un titular noticioso confirma lo dicho hasta aquí: «Egipto cierra Canal de Suez a los destructores estadounidenses y británicos que se dirijan a Siria – El titular de Defensa egipcio enfatizó en que su país no repetirá los errores en la guerra de Irak y resaltó el compromiso a cumplir con el acuerdo de defensa conjunta entre Egipto y Siria» (http://www.correodelorinoco.gob.ve/ – 28 de agosto del 2013)
Gases
Se habla de la utilización de «gases tóxicos» por parte del Ejército sirio contra su propia población para justificar el bombardeo conjunto de EE.UU., Francia, Inglaterra y quien sabe quién más, a Siria, que quedaría destrozada en cuerpo y alma, al igual que Irak y Libia, si eso sucediese. O no, quizás ardería en toda la región un fuego difícil de apagar y que quemaría a los mismos invasores. Lo cierto es que hay algo en eso del gas, aunque no tóxico, en lo que hace a la campaña propagandística y militar contra el país asiático que asoma al Mediterráneo, y que alberga una base rusa, existente desde la antigua URSS.
Hace tres años, en 2010, se formó un acuerdo de cooperación energética entre Irak, Irán y Siria para construir el gasoducto South Parks a Homms, conectando el Golfo Pérsico con el Mediterráneo. Según informes, este emprendimiento opacaría el Proyecto de Gasoducto Trans Adriático (TAP), «sustituto del fallido gasoducto Nabucco proyectado por EE.UU. para transportar el gas azerí a Europa a través de Turquía», lo que relativizaría la importancia de los Emiratos Arabes como suministradores de crudo a occidente «(por vía marítima, que deben pasar por el estrecho de Ormuz, en Irán N. de R.). «Esto explicaría el afán de Qatar, Arabia Saudí y Turquía por defenestrar a Al-Assad». (www.cronicapopular.es – Siria y la Conferencia II de Ginebra)
Así las cosas, y sumado el gobierno de Irán al conflicto a la par de Siria, su aliado en la zona y punta de lanza a quebrar por el imperialismo para luego ocuparse de Irán, e incorporado seguramente el Egipto post Murzi a la confrontación en apoyo a Siria, el gas tóxico de la mentira y la guerra psicológica parecen anteceder a la que desatarán los yanquis y sus «aliados» contra el castigado país asiático. Desde ya una guerra ya ha comenzado, es la de los precios del crudo. ¿Y quién se beneficia de ella? Las grandes empresas petroleras, que dictan, junto a los financiastas de cuello duro y a los uniformados halconísticos pentagonales, su libreto al moreno presidente de EE.UU.
«Mientras la comunidad internacional sigue con preocupación la escalada en Siria, las empresas petroleras se frotaban las manos por el aumento del precio del crudo que lleva aparejado la posibilidad de un conflicto de alcance regional en Oriente Medio. La principal referencia del parqué neoyorquino, el Dow Jones, terminó la jornada con un avance del 0,33 % hasta los 14.824,51 puntos, animado por dos de sus componentes: las petroleras Chevron (2,53 %) y Exxon Mobil (2,33 %). Ambos gigantes energéticos, y otros fuera de ese índice como Total (2,25 %) o ConocoPhillips (1,14 %), celebraron la fuerte subida del 1 % del petróleo de Texas que disparó el barril por encima de 110 dólares a niveles que no conocía desde hace dos años.» (http://www.elespectador.com-/ 28/8/2013).
Como diría mamá: «¡Qué mundo vivimos, Quequi!»
Monos con navaja
El cineasta local Edmundo Valladares estrenó un filme documental en 1971 en donde se describió el «proceso de animalización que atraviesan quienes ingresan al mundo del boxeo profesional». El filme, titulado «Nosotros los monos», recibió una crítica que sostenía: » Lo que para la afición es una simple trompada, para el filme es una boca destrozada, un chorro de sangre, una conmoción cerebral o un párpado que ya no volverá a abrirse» (http://www.filmaffinity/.com ). En homologación con el hoy mundial, un combate sangriento de boxeo se anuncia entre Siria, un pequeño país de Medio Oriente, antiquísimo y de rica cultura, y la potencia bestial más grande del mundo que haya existido jamás: los EE.UU., aunados a sus socios menores. La afición, en este caso, son los medios masivos de información que, respondiendo a las bajas pasiones materiales de sus propietarios y sus voceros parlamentarios y oficiales, se han constituido en un coro infernal que azuza, como la picana al buey, a los supuestos mandamases del imperialismo mundial a atacar cobardemente y desde lejos, a través de intermediaciones balísticas, a Siria.
«El delegado permanente de Siria ante la ONU, Dr. Bashar al-Yaafari afirmó que el presidente estadounidense Barack Obama y el primer ministro británico David Cameron se subieron a lo más alto de un árbol y no saben cómo bajar, por esto han acudido al Consejo de los Comunes y al Congreso en busca de una salida del embrollo en que se habían metido. En una llamada telefónica con la Televisión Árabe Siria dijo que Obama se encuentra sometido a enormes presiones de la ultraderecha y los neosionistas y, también por parte de Israel, Turquía y algunos árabes, no obstante ha hecho bien al imitar a Cameron remitiendo la decisión de agredir a Siria al Congreso, a saber que de ese modo Cameron logró bajarse del árbol al que se había subido.», informó el 1 de septiembre la agencia Árabe Siria de Noticias SANA (http.sana.sy), a través de un cable que también transcribió el mismo día la Agencia Cubana de Noticias Prensa Latina (www.prensa-latina.cu).
La calificación de trepadores de árboles espinosos les cabe a ambos mandatarios. Y no precisamente como gatos que una vez en la copa no saben como bajar, puesto que los gatos son independientes y no reciben órdenes de nadie, sino como cuadrumanos simiescos- pedimos perdón a los monos- que, producto de sus alucinaciones imperiales decadentes y belicistas y como mandantes bien mandados pretenden iniciar una guerra contra Siria, hoy como ayer basada en fabulaciones y mentiras, fáciles de comprobar. Entre otros, el diario libanés As-Safir, del 23 de agosto, a través del periodista Mohammad Ballout en París, consignó que: «La delegación rusa presentó a las misiones occidentales, durante la reunión extraordinaria [del Consejo de Seguridad] de la ONU, una versión del ataque químico ocurrido el 21 de agosto en la periferia este de Damasco.
Esa versión, que no se ha hecho pública, fue respaldada con documentos e imágenes captadas por satélites de los lugares del incidente y de la región de la Ghouta. Según fuentes informadas, los estadounidenses nopresentaron ningún documento que contradijera la tesis rusa porque lasimágenes captadas por los satélites estadounidenses arrojan un solo resultado: quien perpetró el ataque químico fue la oposición.
Fue una brigada de la oposición siria bautizada como ‘Liwaa al-Islam‘ y dirigida por Zahran Allouche la que disparó desde la región de Douma, el 21 de agosto a la 01:35 horas, 2cohetes de fabricación artesanal que contenían productos químicos….». Brigada, acoto, que recibió las armas químicas de los parásitos saudíes…
Los monos con navaja Cameron y Obama ahora recurren a los poderes Legislativos de sus respectivos países para desentenderse de lo que ocurrirá si se desata la agresión armada más peligrosa de las últimas décadas, ya que no sólo involucrará a Siria, a Egipto, Irán y El Líbano, sino a Rusia y China, entre otros.
Si Obama no baja del árbol antes de que se incendie, como ya lo hizo Cameron, una millonaria multitud de pueblos los esperará a ambos en el llano, y a otros aventureros como Francois Hollande, para despedazarlos.
«Chucha la payasaa»
Nada mejor que esta cita del Chico Lápiz, un compañero y amigo mirista chileno que conocí en Costa Rica a fines de los años 70, así denominado porque pudo escapar de las garras de la DINA pinochetista metiéndole un lápiz en el ojo al guardia que lo custodiaba rumbo a la tortura y la muerte, para calificar lo que sucede en los EE.UU. en relación con la agresión a Siria. Los republicanos, halcones por naturaleza, parecerían ser palomas en esta oportunidad. El rentado analista de la Heritage Foundation (H.F.), «usina de pensamiento» ultraconservador de EE.UU., James Carafano, sostiene en una nota del 23 de agosto que «las tácticas militares» (de Obama para Siria N.de R.) «lograrían poco». Su homólogo, en cuanto a dinero recibido de la H.F. se refiere, James Philips, aconsejaba el pasado año a Obama a estrangular a Siria mediante una guerra económica y apoyar a la «oposición violenta» y no a los opositores pacíficos.
Ambos analistas aconsejaban al moreno primer mandatario apoyar a grupos no islámicos y «evitar que las armas cedidas a rebeldes» caigan en manos de Al Nusra, organización vinculada a Al Qaeda, compuesta por mercenarios entrenados en Turquía y otros países por la CIA y su homólogo británico, el M-16. Y no se conforman con una «advertencia a Assad» sino que exigen su cabeza, ya que con ella se «eliminaría una amenaza mortal para Israel, Líbano y Jordania » ( mismos países que nombró Obama en su «declaración de guerra» del 31 de agosto contra Siria), además de proponer una intervención total, no solo misilística, de EE.UU. en el país asiático.
«No deberíamos lanzar ataques con misiles como muchas informaciones han indicado», sostuvo la también rentada por la H.F., Amy Payne, el 29 de agosto (www.libertad.org) «Al Qaeda y otros grupos islámicos han sido los principales beneficiarios de la pasividad del enfoque de ‘no intervención’ de Obama». (en relación con Siria).
En un artículo del 31 de agosto referido a la a la elevación al Congreso del pedido de Obama a una intervención militar en Siria, la Heritage Foundation sostuvo: «sin una estrategia clara o curso apropiado para proteger los intereses de EE.UU., el presidente ha tirado todo el lio en el regazo del Congreso», ( algo que también le recriminó una «periodista» de la CNN) cuyos miembros, siempre según la H.F., «son escépticos en cuanto a que (el presidente) esté haciendo lo correcto».
En otras palabras, los fascistas ultraconservadores de EE.UU. pretendían que Obama, presionado, se largara solo y con todo a una aventura belicista que le costaría su cabeza política. Y que a la par les rindiera similares frutos a los logrados luego de la invasión y destrucción de Irak y Libia a los productores de crudo y des-constructores como Exxon, Chevron, Shell, British Petróleum, Lewis Berger Group, Halliburton y otros detritus de la cloaca capitalista.
Así, Obama jugaría el papel de halcón en relación con la agresión militar. Y los ultraconservadores, vinculados a los poderes económico-financieros y al complejo militar-industrial de los EE.UU., el de palomas que pedirían calma (y a la par, contradictoriamente, una intervención total de EE.UU. en Siria), acotando que debería evitarse que las armas químicas, entregadas por los servicios de inteligencia norteamericanos y británicos a través de sus aliados saudíes a los «rebeldes», caigan en manos de Al Nusra/Al Qaeda, armada y financiada por la CIA ayer y hoy, una vez derrocado Al- Assad.
Para aclarar el panorama, la frutilla de la torta. El «analista» Carafano se opuso el 25 de agosto (http: blog.heritage.org) a la intervención misilística de EE.UU. en Siria en sintonía con la «doctrina R2P (Responsabilidad de Proteger)», porque aquella está promovida por las Naciones Unidas. Y citó a otro «analista», el experto en Leyes de Patrimonio en materia de soberanía, Steve Groves, quien sentenció: «EE.UU. necesita para preservar su soberanía nacional, mantener el monopolio de decisión de desplegar la presión diplomática, las sanciones económicas, la coacción política, y en especial sus fuerzas militares». O sea cortarse solo en relación con la aventura bélica.
Chucha la payasaa de estos huevones, po, diría el Chico con razón. Y yo me reiría, medio serio y medio irónico, como ahora.
Buitrismos
«…Mientras el precio del oro y el petróleo se movieron al alza, los índices de los bancos y empresas se fueron a pique. En estos conflictos solo ganan las empresas de armamentos. Pero como gran parte de su comercio lo hacen vía tráfico de armas y en paraísos fiscales, no hacen más que alentar el lavado de dinero, una técnica que dominan los principales bancos del mundo», informó el 31 de agosto, día de la «declaración de guerra» de Obama a Siria, una revista especializada (www.elblogsalmon.com). Y sostuvo más adelante: «… Siria posee un volumen de reservas de petróleo que asciende a 2.500 millones de barriles, cuya explotación está reservada a las empresas estatales. Gran parte del interés de los países occidentales es apropiarse de estas reservas de crudo junto a los enormes yacimientos de gas que posee el país y que podrían abastecer a toda Europa por décadas. Estos yacimientos aún no están en explotación y son parte del valioso botín que ansían Washington y Londres».
Por otra parte, el Pentágono no contaría con fondos suficientes para llevar adelante la agresión militar contra Siria. Recortes en el presupuesto, paralización de operaciones de mantenimiento y construcciones militares, gastos en instalaciones de misiles Tomahawk que caerían sobre Siria, mantenimiento de Fuerzas Especiales y apoyo militar a las bandas armadas «opositoras» le significarían al ya magullado presupuesto estatal norteamericano un mayor drenaje de fondos . (www.prensa-latina.cu, 31 de agosto)
Sin embargo, se espera que el barril de crudo trepe hasta los 120 o 150 dólares. Durante el tiempo de espera- 9 de septiembre- que lleve al Congreso de los EE.UU. a dar o no el ok a la aventura militar, especuladores de todo tipo harán su agosto.
En la reunión del G20, a llevarse a cabo en Petrogrado el 5 y 6 de septiembre, podría dirimirse, o no, este nuevo conflicto que conmueve al mundo. Los monos con navaja deben pensar como afeitarse. En una mala maniobra podrían degollarse a sí mismos.
Fuente original: http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2013090304