Se descuenta que ganará el sí a la nueva Constitución porque los Hermanos Musulmanes boicotearon el plebiscito. La incógnita está dada por el nivel de participación. Los militares ya dijeron que en el primer día la asistencia había sido alta. El referendo constitucional egipcio finalizó ayer tras dos días de tensa votación, que dejaron diez […]
Se descuenta que ganará el sí a la nueva Constitución porque los Hermanos Musulmanes boicotearon el plebiscito. La incógnita está dada por el nivel de participación. Los militares ya dijeron que en el primer día la asistencia había sido alta.
El referendo constitucional egipcio finalizó ayer tras dos días de tensa votación, que dejaron diez muertos y 374 detenidos. Y la gran incógnita ahora es cuál fue el nivel de participación de una consulta marcada por el boicot de grupos islamistas que rechazan el golpe de Estado del año pasado. Los centros de votación cerraron a las 21:00 y las autoridades electorales comenzaron el escrutinio, según informó la televisión pública egipcia.
En las próximas horas se podrían conocer los primeros resultados extraoficiales, aunque los números definitivos serán publicados en 72 horas, según informó la Comisión Electoral. Pero la cifra que el gobierno de facto y los islamistas opositores están esperando no es el apoyo al sí -que se descuenta dado que la oposición llamó a no votar-, sino el nivel de participación. Además de servir como ratificación de la Carta Magna redactada tras el golpe, la consulta es vista como un plebiscito sobre la hoja de ruta que trazó la cúpula militar tras derrocar al ex presidente islamista Mohamed Mursi y sobre la figura del líder del golpe, el jefe del ejército, general Abdel Fatah al Sisi.
Según estimaciones hechas ayer por el Ministerio del Desarrollo Administrativo, alrededor del 28 por ciento de los 52,7 millones de egipcios convocados al referendo emitieron su voto ayer, en el primer día de la consulta. Incluso antes de cerrarse los centros de votación, el vocero de la presidencia egipcia, Ehab Badaui, había asegurado en un comunicado que hubo una «gran participación» y que «millones de ciudadanos están demostrando su fe en la democracia».
A más de medio año del golpe de Estado del 3 de julio de 2013 contra Mursi, la tasa de participación definitiva del referendo que culminó ayer demostrará cuánto apoyo mantiene el gobierno de facto después de meses de represión y persecución judicial a sus opositores. Pero también evidenciará cuánto poder de movilización conserva la Hermandad Musulmana, la organización islamista más grande del país, que en 2012 logró imponer en las urnas a Mursi. Con todo esto en juego, una coalición de grupos islamistas liderada por la Hermandad había llamado a protestar y a boicotear el referendo, que además es visto como antesala de un posible lanzamiento de la candidatura presidencial de Al Sisi.
El nuevo texto, que enmienda la Carta Magna, es visto por sus defensores como un buen paso para avanzar hacia el futuro y lograr la estabilidad de Egipto, un proceso que muchos de los votantes quieren que encabece el jefe del ejército y ministro de Defensa, general Abdel Fatah al Sisi. «La Constitución es algo muy grande que supondrá la salvación de Egipto de todos los males y tormentas que le estaban esperando», dijo el ingeniero jubilado Naser Suleiman tras votar en la escuela Al Qaumiya del barrio cairota de Aguza. Para el presidente de una de las mesas electorales, Ahmed Hasan Musalhi, la Carta Magna cumple con «las aspiraciones del pueblo, respeta las libertades y es un buen paso hacia la democracia».
Más que en el texto, muchos de los votantes piensan en la próxima etapa. El propio plebiscito se ha convertido en un modo de aprobar la hoja de ruta trazada por los militares y de valorar el respaldo a Al Sisi.
Lo importante es lograr una participación aceptable, que supere al menos el 33 por ciento del anterior referendo constitucional y frustre los llamamientos al boicot de los islamistas. El primer ministro egipcio, Hazem el Beblaui, aseguró ayer que en algunas provincias la participación en la primera jornada de votación superó el total del plebiscito de 2012, por lo que instó a los Hermanos Musulmanes a reconsiderar su postura.
Las protestas islamistas durante el primer día del referendo fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad, con un saldo de al menos diez muertos en distintas partes del país, según informó el martes el Ministerio de Salud. Además, el Ministerio del Interior anunció ayer la detención de 374 personas, 249 arrestadas el martes y otras 125 ayer. Los 125 detenidos de ayer buscaban «provocar el caos, en un desesperado intento de hacer descarrilar el proceso electoral, disuadir a los ciudadanos de ir a votar e irrumpir el proceso de referendo», sostuvo el Ministerio en un comunicado.
El parte agregó que los 249 detenidos ayer eran partidarios de la Hermandad Musulmana -declarada «terrorista» en diciembre pasado-, incluidos cuatro sirios, que fueron arrestados por motivos similares.
El mayor número de las detenciones ocurrieron en la provincia meridional de Minia, donde las autoridades arrestaron a 52 personas, mientras que otras 15 personas fueron detenidas en la sureña Sohag, donde ayer murieron cuatro personas y donde también fueron incautados cuatro fusiles automáticos y varios petardos.
Fuente original: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-237815-2014-01-16.html