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Ariel Sharon, más allá de los elogios

Fuentes: RT Question more

Traducido para Rebelión por J. M.

Hubo reacciones encontradas después de que fuera anunciado por Gilad Sharon, el hijo del ex primer ministro israelí Arik (Ariel) Sharon, desde el Centro Médico Chaim Sehba en Tel Hashomer, que su padre había fallecido en su cama de hospital el 11 de enero 2014.

Funcionarios de los EE.UU. y otros países que tradicionalmente han apoyado a Israel, comenzaron a enviar sus condolencias. Algunos alagaron a Sharon como un gran líder, mientras que otros, conscientes de la historia manchada de sangre de Sharon, fueron más cautelosos con sus palabras.

¿Arquitecto del moderno Israel?

«Recuerdo haber leído en los periódicos acerca de Arik cuando yo era un joven abogado en Boston y estaba maravillado por su compromiso con la causa y el país. Nunca olvidaré una reunión con este gran oso de hombre cuando se convirtió en primer ministro y trató de doblar el curso de la historia hacia la paz, aun cuando eso significaba poner a prueba la paciencia de sus propios seguidores de toda la vida y los límites de sus propias convicciones de toda la vida en el proceso «, dijo de Sharon el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry.

El jefe de Kerry en la Casa Blanca, el presidente Barack Obama, fue más cauteloso en la selección de sus palabras que su secretario de Estado.

«En nombre del pueblo estadounidense, Michelle y yo enviamos nuestras más profundas condolencias a la familia del ex primer ministro israelí Ariel Sharon y al pueblo de Israel en la pérdida de un líder que dedicó su vida al Estado de Israel» , dijo en un comunicado.

El senador John McCain envió solo elogios en sus condolencias para el ex primer ministro fallecido. McCain dijo que Tel Aviv «ha perdido a uno de sus más grandes héroes y defensores».

Al norte de la frontera de Washington, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, cuyo gobierno de Ottawa ha sido uno de los más firmes partidarios de Israel, se unió a McCain en alabar al líder israelí muerto definiéndolo como «uno de los arquitectos del Israel de estos días».

Cauteloso o no en sus condolencias, todos estos funcionarios describen esencialmente a Sharon, quien se desempeñó como primer ministro desde 2001 hasta que cayó en coma en 2006, como el hombre que ha dado forma a Israel moderno. Se equipara la vida de Sharon con la del Estado de Israel como si el país fuera él mismo. El Secretario Kerry incluso articula este punto diciendo, «El recorrido de vida de Ariel Sharon es el recorrido de vida de Israel».

Una muerte que divide

La muerte de Sharon ha demostrado ser tan conflictiva como lo fue su vida. Si bien los elogios y condolencias a Israel provenían de los EE.UU., Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, y lugares como Colombia y Singapur, había una mezcla de crítica, bienvenida, y silencio contenido de parte de los palestinos, los países árabes vecinos de Israel, y de una vasta mayoría del mundo.

Poco pesar por la muerte se ha hecho sentir en el mundo árabe. Los palestinos en particular le detestaban por considerarle el responsable de la matanza de civiles desarmados durante acontecimientos como la masacre de Qibya en 1953 o la masacre de Shatila y Sabre en 1982.

El impotente presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, inicialmente se quedó en silencio, no queriendo enojar a los israelíes y sabiendo muy bien que cualquier manifestación de condolencias de Ramallah por la muerte de un hombre conocido por los palestinos por el epíteto de ‘carnicero’, harían de Abbas aún más impopular entre la palestinos.

Otros funcionarios palestinos del resto del espectro político, sin embargo, expresaron en sus observaciones el hartazgo de los palestinos hacia Sharon.

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, sentado en la Knesset, o parlamento, antes de la apertura de la sesión de invierno 15 de octubre 2001. (Reuters / Natalie Behring)

«Después de ocho años, se va en la misma dirección que otros tiranos y criminales cuyas manos estaban cubiertas de sangre palestina»,manifestó a Reuters Khalil Ismail Haya, un alto funcionario palestino en la Franja de Gaza. Tawfik Tirawi, un asesor de seguridad de Mahmoud Abbas, y el ex asesor de seguridad del fallecido Yasser Arafat, también apuntó en la misma forma, comentando que Ariel Sharon «quería borrar al pueblo palestino del mapa» y «quería matarnos, pero al final del día, Sharon ha muerto y el pueblo palestino está vivo».

Incluso entre la población israelí hubo reacciones diversas a la hora de su muerte, algunas comunidades israelíes le dieron la bienvenida a su fin. Algunos lo recuerdan amargamente por la ejecución de la llamada ‘desconexión’ de Gaza que obligó a los colonos israelíes a abandonar los lugares que habían tomado. Otros israelíes lo vieron como un criminal de guerra. Él también está siendo recordado como uno de los políticos más corruptos y deshonestos de Israel. En estos días hay un intento de prohibir de manera efectiva cualquier expresión de alegría por la muerte de Sharon. Los medios de comunicación han informado de que el ministro de Seguridad Pública, Yitzhak Aharonovitch, describió con enojo expresiones públicas en contra de Ariel Sharon como criminales e instruyó a unidades de la policía israelí localizar cualquier signo que exprese satisfacción por la desaparición de Sharon y lo haga sujeto de persecución penal.

El ascenso de Sharon de soldado a Primer Ministro

Sharon comenzó su vida como soldado luchando por el establecimiento de Israel en 1948 y creía firmemente en que todo el territorio debía limpiarse de palestinos por la fuerza. Más tarde se convirtió en el jefe de un comando responsable de hacer cumplir el castigo colectivo israelí contra las aldeas palestinas. El primer ministro David Ben-Gurion, quien describió a Sharon como un mentiroso patológico, le ordenó llevar a cabo la masacre de Qibya contra civiles desarmados.

The New York Times se refiere engañosamente a esto como la Batalla de Qibya, para ocultar la verdadera naturaleza de lo que sucedió; nunca hubo una lucha y más de la mitad de las personas asesinadas por Sharon eran mujeres y niños. El acto fue condenado internacionalmente y Sharon afirmó que pensaba que la mayoría de las casas de civiles – 45 de las cuales destruyó – estaban vacías y que una fuerza armada se encontraba en el terreno, argumento que observadores de las Naciones Unidas refutaron.

Como soldado, Sharon era insolente, negándose a seguir las órdenes muchas veces. Estando al mando de una brigada de élite de paracaidistas israelíes en 1956 ignoró las órdenes y avanzó hacia el Paso de Mitla, donde fue derrotado y obligado a retroceder por los egipcios. Durante los combates, Sharon tenía prisioneros de guerra egipcios muertos e incluso ordenó la masacre de 49 trabajadores de las canteras egipcias que eran civiles que no jugaron ningún papel en los combates. En 1973 él ignoró órdenes directas de nuevo y se apresuró a entrar en batalla. Salió victorioso esta vez. Moshe Dayan dijo que si Israel hubiera perdido la guerra contra Egipto en 1973 que Ariel Sharon, entonces actuando en el rol de general de división, habría sido juzgado por un tribunal militar por no seguir las órdenes.

Su éxito en 1973 faculta a sus ambiciones políticas. A continuación, hizo su entrada en el gabinete israelí en 1977 como ministro de agricultura. Este fue un puesto que mantendría hasta 1982. Como ferviente expansionista, el ministro de agricultura Sharon creó el actual sistema de colonos israelíes que admitió fue diseñado específicamente para la partición de Cisjordania y anexar allí más territorio palestino.

En 1982 se convirtió en el ministro responsable de las fuerzas armadas israelíes. En su nuevo puesto, Sharon ordenó a las fuerzas israelíes invadir Líbano durante la guerra civil, lo que resultó en la muerte de aproximadamente 20.000 civiles. El director judío holandés George Sluizer incluso afirmó que vio a Sharon asesinando a dos niños palestinos en el Líbano con su pistola.

El primer ministro electo Ariel «Arik» Sharon toca las piedras del Muro de los Lamentos, también conocido como el Muro de las Lamentaciones, mientras reza durante su visita al sitio más sagrado del Judaísmo en la ciudad vieja de Jerusalén 07 de febrero 2001. (Reuters / Jwh / aa)

Bajo el pretexto de la lucha contra la Organización de Liberación de Palestina (OLP) para justificar su invasión, el ejército israelí avanzó sobre la capital de Líbano, Beirut, desde la frontera sur de Líbano. Los principales objetivos fueron imponer un régimen títere controlado por Israel en el Líbano y ampliar el territorio israelí. Una vez que el ejército israelí llegó a Beirut, Sharon tenía los campos de refugiados palestinos de allí rodeado por sus fuerzas armadas. Luego arregló para que los colaboradores libaneses en milicia Kataeb (Falange -actualmente representada por los partidos políticos Kataeb y las Fuerzas Libanesas liderada por Hariri, Alianza 14 de Marzo, que está armando a las fuerzas antigubernamentales en Siria – para su entrada en Chatila y Sabre con la ayuda y la cobertura de Israel. Lo que siguió fue una orgía de tres días de tortura, violación y el asesinato de civiles palestinos y libaneses, en su mayoría, mujeres y niños que se encontraban en los campamentos.

La presión internacional y la indignación pública obligaron a Israel a formar la Comisión Kahan. La Comisión Kahan encontró a Sharon personalmente responsable y culpable de dejar a sabiendas que tenga lugar la masacre de la población civil y no tomó ninguna medida para que esto no ocurra. La presión política desde dentro de la clase política dio lugar a la humillación de Sharon y luego a su renuncia en 1983 de su puesto como el ministro responsable de las fuerzas armadas israelíes.

Elie Hobeika, el líder de la milicia de la Falange que llevó a cabo la masacre, se ofreció voluntariamente en 2001 para dar testimonio ante un tribunal belga de que Sharon y los israelíes jugaron un papel central en la masacre. Hobeika, fue asesinado por un coche bomba unos cuantos meses antes de que él estuviera programado para testificar en Bélgica. El asesinato de Hobeika abriría la puerta a una era de asesinatos contra los políticos libaneses por coches bomba y que muchos señalan a Israel como responsable. De hecho, durante el curso de los combates en el Líbano, Sharon autorizó el uso de coches bomba como táctica israelí.

La polarización política de los sentimientos de la sociedad israelí contra los palestinos durante la segunda Intifada (levantamiento) ayudó a catapultar a Sharon en la oficina del primer ministro y socavar a sus oponentes políticos. Sharon es ampliamente acreditado por el inicio de la Segunda Intifada en el año 2000 cuando realizó una visita pública controversial en la Mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén en el Noble Santuario (conocida en árabe como Haram Al-Sharif para los musulmanes) o el Monte del Templo (conocida como Har Habayit en hebreo para el judaísmo), acompañado de una delegación Likud y de una custodia policial de cerca de mil hombres. Irónicamente, la visita fue aprobada tanto por el primer ministro Ehud Barak como por la Autoridad Palestina, quien insistió en que Sharon no hace nada controversial con amenazar con entrar en la mezquita de Al-Aqsa.

La visita de Sharon es ampliamente considerada como la mecha que encendió un barril de pólvora y deliberadamente diseñada para poner fin al proceso de paz mediante la incitación a la violencia como un medio para ayudarse a sí mismo políticamente en su intento por convertirse en el primer ministro israelí. La visita de Sharon acompañado de una amplia guardia notoriamente armada en un lugar considerado simbólicamente sentimental y tierra santa por los musulmanes y los judíos no era más que la paja que provocó la quebradura de la espalda del camello, por así decirlo, para los palestinos desilusionados. Las tensiones ya eran elevadas entre los palestinos sobre la continuación de la ocupación israelí y la quiebra de los acuerdos de Oslo y las conversaciones de paz, pero para ellos la presencia de Sharon era una provocación.

La así llamada ‘desconexión de Gaza’

No sólo los funcionarios de los países que apoyan a Israel describen a Ariel Sharon como el individuo que moldea el Israel contemporáneo, sino que también lo describen como un soldado que se convirtió en un hombre de paz.

El primer ministro británico, David Cameron, declaró que «Ariel Sharon es una de las figuras más importantes en la historia de Israel y como primer ministro tomó decisiones valientes y controvertidas en la búsqueda de la paz».

El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se haría eco de Cameron diciendo: «Sharon será recordado por su valentía política y determinación para llevar a cabo la decisión dolorosa e histórica de retirar a los colonos y las tropas israelíes de la Franja de Gaza».

Afirmando que Sharon con su «valiente decisión de retirar a los colonos israelíes de la Franja de Gaza» dio un «paso histórico» hacia la paz, la Canciller de Alemania Federal, Angela Merkel, usaría el mismo tema.

El énfasis en la decisión de Ariel Sharon en 2005 de retirar de modo unilateral el ejército israelí y los colonos israelíes de la Franja de Gaza resonó como una señal de su compromiso por la paz, pero la llamada Sharon ‘desconexión’ de Gaza que estableció Sharon contenía en su esencia un estratégico y maquiavélico movimiento que tenía como objetivo impulsar la visión expansionista de Israel de anexar Jerusalén Este y la mayoría de Cisjordania. Por encima de todas las cosas, esta «desconexión» tenía la intención de permitir la expansión territorial israelí. Él envió la cantidad de casi cuatro veces el número de colonos israelíes a Cisjordania para compensar los 8.000 colonos israelíes que fueron retirados de Gaza. Tampoco había mucho de retirada de Gaza, porque Israel todavía controla el comercio, la entrada, la salida, las finanzas, la costa, el agua, el aire, y las ondas radiofónicas. También establecer un perímetro de seguridad en el interior de Gaza y tenía periódicamente soldados y marineros llevando a cabo patrullas dentro del territorio de Gaza.

Una grúa se ve al lado de las casas en un asentamiento judío cerca de Jerusalén conocido por los israelíes como Har Homa y para los palestinos como Jabal Abu Ghneim 03 de enero 2014. (Reuters / / Ammar Awad)

La decisión de salir de Gaza se hizo en realidad por cálculos de seguridad, demográficos, y geopolíticos de enquistar a la máxima cantidad de palestinos en la menor cantidad de tierra posible y para controlar a los palestinos de la manera más eficaz. No había manera de que Israel anexara la minúscula franja de Gaza, donde vive la mayor concentración de población palestina, algo así como el 40 por ciento de su población cuando podría anexar un territorio mucho más grande y menos poblado como es el territorio de Cisjordania. Por otra parte, cuando los colonos israelíes salieron de Gaza, Israel se encontró libre para bloquear efectivamente r la zona palestina más densamente poblada y lanzar sus ataques militares para presionar a los palestinos, situación que habría tenido un alto costo sino casi imposibles si los colonos quedaban allí. Junto con la construcción del Muro del Apartheid, la ‘desconexión’ era realmente un «nuevo engranaje » para obtener control israelí más eficaz el sobre Gaza y que se vende como parte del anhelo de paz.

¿Continúa Netanyahu el legado de Sharon?

Aunque Benjamin Netanyahu se opuso públicamente a la ‘desconexión’ de Gaza en 2005, él continúa aplicando las mismas estrategias. En este sentido, se puede afirmar que el primer ministro Netanyahu está ejecutando el plan de Sharon para crear el Gran Israel porque continua con su política de expansión con la anexión de Jerusalén Este y Cisjordania y apoyando el desarrollo sistemático de los asentamientos israelíes / colonias. Debajo de la superficie, la continuación y expansión de los asentamientos israelíes y la influencia de esta política en las negociaciones es claramente visible que Ariel Sharon es realmente el «arquitecto del moderno Israel».

Sin embargo, los objetivos de Sharon de anexionar Jerusalén Este y Cisjordania, no son privativos de la ideología de Sharon. Es una ideología expansionista ampliamente sostenida por la clase política israelí y popularmente apoyada por la sociedad israelí. Él no es más que el hombre que armó la estrategia de juntar la ideología expansionista con el aparente discurso de buscar la paz. En este contexto, no debe ser ninguna sorpresa el hecho de que unos días antes de la muerte de, a finales de diciembre de 2013, la Comisión Legislativa Ministerial del gobierno israelí aprobó la anexión del Valle del Jordán de Cisjordania, asegurándose así llegar a la frontera con Jordania.

Tampoco la muerte de Sharon significa que el abrazo al militarismo de Israel ha terminado. Sharon es sólo uno de los muchos líderes militares, como Shimon Peres, que han construido a Israel con la guerra y con el ejército como la institución más importante en Israel. Equiparar Ariel Sharon con Israel significa que su muerte marca el fin de una historia sangrienta, cuando en realidad la sangrienta historia aún continúa con Netanyahu y otros dirigentes israelíes actuales.

Desde que Sharon dejó el cargo debido a su estado de coma, Israel atacó el Líbano en 2006, ha lanzando varios ataques contra Gaza, llevó a cabo ataques contra Siria, y en varias ocasiones amenazó con iniciar guerras contra otros países. La dirigencia de Tel Aviv siempre han culpado a Hamas para atacar a Gaza, pero es importante tener en cuenta que hacen esto mientras Israel continúa con sus operaciones militares y la ocupación de Jerusalén Este y Cisjordania, aún cuando Fatah gobierna Cisjordania y ha asegurado que no ha habido ataques reales lanzados contra Israel desde hace años.

Las declaraciones, puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor y no representan necesariamente las de RT.

Fuente: http://rt.com/op-edge/sharon-israel-palestina-netanyahu-566/