En fechas recientes, la agencia norteamericana Associated Press dio la noticia de que el Gobierno de EE UU financió en Cuba la red social Zunzuneo, una especie de «twitter» destinado a crear una situación similar a la «Primavera árabe» para provocar un cambio político en la Isla. La citada agencia indica también que el Gobierno […]
En fechas recientes, la agencia norteamericana Associated Press dio la noticia de que el Gobierno de EE UU financió en Cuba la red social Zunzuneo, una especie de «twitter» destinado a crear una situación similar a la «Primavera árabe» para provocar un cambio político en la Isla. La citada agencia indica también que el Gobierno estadounidense ha reconocido la existencia de ese proyecto, que tuvo un costo de varios millones de dólares .
Si la finalidad de Zunzuneo es difundir las bondades del sistema político de EE UU, existe un modo de lograrlo sin causar ningún gasto a los contribuyentes: invitar a los cubanos a visitar la base norteamericana de Guantánamo. Una imagen vale más que mil palabras. Lo s visitantes podrían conocer en detalle un modelo de estricto respeto a los derechos humanos: en ese recinto militar, desde 2001, centenares de presos sin acusación soportan las más crueles torturas.
Un segundo modo económico de difundir el espíritu democrático de los gobiernos estadounidenses sería enviarles a los cubanos copia de algunos documentos oficiales elaborados por las propias autoridades norteamericanas. Pongamos sólo dos ejemplos. Una investigación realizada por el senado de EE UU en 1975 y dirigida por Frank Church demostró la participación de la CIA en 8 intentos de asesinato de dirigentes cubanos. Documentos confidenciales desclasificados en 2007 afirman que la CIA incluso recurrió a la mafia para llevar a cabo alguno de esos crímenes.
Una tercera propuesta sería divulgar informaciones publicadas en la prensa norteamericana. En una entrevista a The New York Times el 12 de julio de 1998, Luis Posada Carriles confesaba ser el responsable del atentado contra un avión civil cubano en 1976, matando a 73 personas. A pesar de que su extradición fue reclamada por la XV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, la administración norteamericana no sólo le dio refugio en su territorio, sino que colaboró activamente con él, hecho que Posada reconocía en la entrevista. «La CIA nos enseñó de todo: poner bombas y matar.»
Para enseñar a los cubanos qué deberán hacer en el futuro, el gobierno estadounidense, que se propone como modelo, debería mostrarles lo que él hizo en el pasado. Como afirmaba el escritor cubano del XIX José Martí, «hacer es la mejor manera de decir».