Traducción para Rebelión de Loles Oliván.
El acuerdo alcanzado entre combatientes de la oposición y el régimen sirio sobre Homs ha dado lugar a ciertas especulaciones sobre su significado real. Junto a la reciente dimisión del enviado especial de la ONU Lajdar Brahimi, ambos acontecimientos se interpretan como señales de un cambio fundamental en el equilibrio de poder entre el régimen y las fuerzas de la oposición en Siria, tanto en lo político como sobre el terreno. Jadaliyya le ha pedido a Omar Dahi, investigador de Economía política y co-editor de la sección de Siria de Jadaliyya, que analice algunos conceptos básicos y proporcione un marco inicial que explique ambos acontecimientos.
-Jadaliyya (J): ¿Cómo, por qué y quién alcanzó el Acuerdo de Homs, y cuáles son sus principales elementos?
-Omar Dahi (OD): Los componentes principales del acuerdo de 7 de mayo consistieron en la evacuación de los combatientes de la oposición y de la población civil desde una zona sitiada de Homs a refugios seguros controlados por los rebeldes fuera de la ciudad a cambio de la liberación de prisioneros en poder de la oposición que estaban en el interior de Homs, y la autorización de entrada de suministros humanitarios en dos pueblos próximos a Alepo considerados pro-régimen y que han permanecido bajo asedio de las fuerzas de oposición durante unos dos años. A los combatientes se les permitió llevarse las armas ligeras. El acuerdo no podría haber tenido lugar sin una intensa presión de Irán sobre el régimen e implicó la existencia de negociaciones directas entre responsables iraníes y fuerzas de oposición.
-J: ¿Altera este acuerdo el equilibrio de poder en Siria? ¿tiene importancia estratégica para el conflicto de Siria?
-OD: Si. Si bien el Acuerdo no ha alterado el equilibrio de poder representa la culminación de un largo proceso en el que las fuerzas del régimen han ido ganando terreno y en el que se han establecido líneas de frente claras, por ejemplo, hacerse con los enclaves rebeldes en Damasco y sus alrededores al norte de Homs y en la región costera. Este proceso ha establecido que las líneas fuera y dentro del control del régimen fueran más nítidas, empezando por el sur de Damasco, a través del centro de Siria, hasta la región costera que incluye la mitad de Alepo. El resto del país se mantiene fuera del control del régimen y se divide en dos regiones, una región autónoma en el noreste dominada por formaciones políticas kurdas, y el resto que sigue en pugna entre diversas milicias armadas. Esta fragmentación de facto del país en tres regiones se afianza cada día y todas las potencias exteriores están siendo cómplices en el proceso porque lo que intentan es asegurar su presencia en el país sin tener en cuenta ni la integridad ni los intereses de Siria y de su pueblo. Cualquier acuerdo político que pueda surgir de este proceso lo hará sobre un país devastado y una población dividida.
-J: ¿Este acuerdo revela algo sobre un aumento o disminución de la influencia de tutores extranjeros ya sea a favor del régimen o de la oposición armada ?
-OD: Demuestra la creciente influencia de tutores extranjeros, específicamente Irán y Arabia Saudí. Abunda el análisis sobre cómo ha cambiado la oposición en los últimos tres años, pero no tanto sobre cómo lo ha hecho el propio régimen. No es el mismo que hace tres años. En 2011 era un régimen relativamente autónomo que contaba con alianzas externas. Hoy en día es mucho más servil militar, financiera y políticamente a su principal aliado, Irán.
Si el régimen ha ido perdiendo autonomía, la oposición política nunca la tuvo. El Consejo Nacional Sirio (CNS), y ahora la Coalición Nacional de Fuerzas Revolucionarias y de la Oposición Siria estuvieron desde sus orígenes en deuda con las potencias regionales, principalmente Arabia Saudí, Qatar y Turquía. Por ello los reordenamientos en la dirección y en la estructura de estas organizaciones no reflejan cambios que emerjan de Siria sino más bien las rivalidades y las cambiantes prioridades de quienes las tutelan. En términos de las oposiciones armadas, y utilizo el plural deliberadamente, dependen asimismo de los flujos de dinero y armas, y cada vez se enfrentan más entre sí por dominar el territorio fuera de control del régimen en lugar de luchar contra el régimen. Para combatir ese proceso, la lucha por los derechos de los sirios tiene que replantearse como una lucha contra la realidad y la lógica de la militarización, del sectarismo, y de la influencia y el control extranjeros.
-J: ¿Es previsible que se alcancen acuerdos similares en otros focos de conflicto importantes como Alepo?
-OD: A mi no me sorprendería que se produjera un acuerdo similar en Alepo, particularmente a la luz de las próximas conversaciones entre saudíes e iraníes. Los sirios, desplazados o no, están cansados de la guerra. La mayoría apoyará probablemente cualquier movimiento que propicie un alto el fuego, hacia una mejora en la situación de seguridad y el retorno a una vida económica normal. Esto no significa necesariamente que nos estemos dirigiendo hacia un equilibrio estable. Por una razón: es probable que en el período que viene haya más división y fragmentación todavía entre quienes combaten que en los campos de batalla. Esto es igualmente cierto tanto para el régimen como para sus milicias. Asimismo existen diferencias entre los aliados. La rivalidad entre Arabia Saudí y Qatar es conocida pero tampoco es que el régimen de Siria e Irán estén en la misma posición.
Por el momento, lo más probable es que Irán esté presionando para que se produzca algún tipo de acuerdo. También hay otras cuestiones. El régimen no tiene dinero para la reconstrucción y el que pague la cuenta exigirá un precio político. Existe el problema de los desplazados internos y los refugiados. Tan pronto como la lucha cese, los países anfitriones empezarán a forzar su regreso a Siria. En Líbano ya se han producido declaraciones por parte de ambos bloques políticos al respecto de que los refugiados deben regresar, ya sea a territorio bajo control del régimen o al controlado por los rebeldes. Por último, están las razones que causaron el levantamiento de 2011. El cansancio de la guerra puede dar lugar a altos el fuego pero no conducirá a la paz a menos que haya una transición que aborde los derechos fundamentales y se oriente hacia un orden político y económico más inclusivo.
-J: ¿Hay una relación entre este acuerdo y las elecciones presidenciales anunciadas para el 3 de junio ?
-OD: Sí y no. No en el sentido de que la coincidencia del momento es meramente casual, porque el acuerdo Homs no ha sido el resultado de una iniciativa del régimen. Sin embargo, sí permite al régimen proclamar que ha recuperado el control de áreas clave de Siria y puede proyectar su poder sobre grandes partes del país a pesar de tres años de guerra.
-J: ¿Cuál es el significado de la renuncia del enviado de la ONU a Siria, Lajdar Brahimi, y que podría significar desde el punto de vista de las iniciativas de la ONU para hacer frente a la crisis de Siria?
-OD: La renuncia de Brahimi no ha sorprendido porque su misión había llegado a su fin. El objetivo que se esperaba del proceso de Ginebra era la formación de un gobierno de unidad transitorio y el aplazamiento de las elecciones presidenciales hasta que se completara el proceso.
Pero la realidad sobre el terreno, en particular los avances militares del régimen, implican que el proceso de Ginebra está más o menos acabado. Al actor más importante, Irán, se le retiró la invitación de las conversaciones de Ginebra. Las negociaciones directas entre Irán y Arabia Saudí tal y como están programadas actualmente fuera de los auspicios de las Naciones Unidas son, al menos, un enfoque más honesto y directo que la fachada de conversaciones entre sectores sirios. Este es el triste y amargo desenlace fruto de un régimen determinado a mantenerse en el poder a toda costa y de una oposición política decidida a acabar con él sin importarle las consecuencias.
El papel de la ONU en este punto es principalmente el de proporcionar ayuda humanitaria y recuperación económica. Las necesidades a este respecto no tienen precedentes en la historia de Naciones Unidas en ninguna crisis. Puede que tenga un papel en el futuro si se produce un acuerdo sobre el mantenimiento de la paz aunque parece una posibilidad remota.
Fuente original: http://www.jadaliyya.com/pages/index/17721/quick-thoughts_omar-dahi-on-the-rebel-withdrawal-f