Traducido para Rebelión por Lola OIiván
Casi doscientos palestinos han muerto en Gaza en la última semana y mientras la cifra de muertos sigue aumentando, ya no hay salida para escapar del asedio en curso debido a que Egipto mantiene cerrado el paso fronterizo de Rafah, el único punto de entrada y salida para la gran mayoría de los 1,8 millones de gazíes.
El miércoles de la semana pasada, el secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon, instó al presidente egipcio Abdul Fatah al-Sisi a que abriera la frontera, después de que, tras tres días de intensos bombardeos israelíes, hubieran muerto noventa palestinos.
El jueves, las autoridades egipcias abrieron el paso fronterizo de Rafah sólo para los egipcios y para los palestinos que sufrieran heridas críticas. Únicamente once palestinos pasaron el cruce antes de que las autoridades egipcias volvieran a cerrarlo el viernes por la mañana, según informa la agencia de noticias Maan. Las autoridades egipcias no arguyeron razón alguna para el cierre.
Mientras tanto, el voluntariado de organizaciones humanitarias y los trabajadores médicos informan que se les ha impedido entrar en Gaza a través del cruce de Rafah para ofrecer ayuda médica y alimentaria.
Agradecimiento a Netanyahu
Gran parte de la cobertura que ofrecen los medios de comunicación egipcios sobre las incursiones israelíes en Gaza imita el lenguaje del gobierno israelí.
Canales de Tv populares como CSC utilizan expresiones como «objetivos terroristas» al describir los objetivos de los ataques aéreos israelíes.
Amany El-Jayat, un popular presentador de TV, declaraba en su Twitter que «Hamas es un movimiento terrorista yihadista que no difiere mucho de ISIS. Ataca a Israel y se oculta ante el mundo para ver los ataques de Israel contra los civiles.
El co-director del periódico Al-Ahram de propiedad estatal, Azza Sami, expresaba su gratitud a Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, afirmando que «ojalá haya [gente] como usted que se encargue de Hamas, raíz de la corrupción, la traición, y agente de los Hermanos Musulmanes», en referencia a los vínculos de Hamas con la Hermandad en Egipto, expulsada del poder mediante un golpe militar en julio del año pasado.
Antes de eliminar su cuenta de Twitter, también pidió la muerte de todos los «miembros de Hamas, y de todo el que le apoye».
Culpar a Hamas
Las declaraciones realizadas por estas figuras de los medios de comunicación egipcios no son las primeras de este tipo. El año pasado, la incitación contra los sirios y los palestinos fue endémica cuando se acusó al depuesto presidente Muhammad Morsi de comunicarse con Hamas y de proporcionar electricidad a Gaza.
A Hamas, por su parte, se le acusó de robar la electricidad, de querer ocupar la Península del Sinaí, y de matar soldados en la frontera de Rafah en 2012. El Ministerio del Interior egipcio compartió fotografías de los funerales de los soldados egipcios muertos en su página de Facebook. El pie de las fotos rezaba: «Lo sentimos Gaza, no lo olvidaremos». La idea que se transmitía era que dado que supuestamente palestinos de Gaza «han matado soldados de Rafah», no podemos simpatizar con ellos cuando Israel bombardee la Franja con ataques aéreos; ellos se lo han buscado.
Rafah permanece cerrado
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto lanzó por su parte una declaración el 8 de julio de condena a Israel en la que expresaba su «preocupación extrema» por la escalada de violencia en la Franja de Gaza.
En el comunicado, Egipto pide el «abandono inmediato y absoluto de la violencia por ambas partes». Hace un llamamiento a las negociaciones, y en repetidas ocasiones señala que deben respetarse las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y que los palestinos deben trabajar por una solución de dos Estados con Jerusalén Oriental como capital de Palestina.
Entre tanto, al-Sisi mantuvo el 8 de julio una conversación telefónica con Mahmud Abbas, dirigente de la Autoridad Palestina, para discutir la situación sobre el terreno. La llamada de teléfono ocupó los titulares de los periódicos locales.
Las autoridades egipcias han mantenido Rafah cerrado a pesar de la supuesta «condena». Desde el golpe de Estado de 2013 que derrocó a Morsi, el paso de Rafah ha permanecido cerrado, lo que ha intensificado la crisis humanitaria de Gaza ya que el cierre deriva en la escasez de alimentos, de suministros médicos y de otros artículos de primera necesidad. El ejército egipcio también destruyó cientos de túneles a través de los que se trasladaban suministros vitales a Gaza desde Egipto.
Los palestinos de Gaza tienen pocas esperanzas de que Egipto les proporcione cualquier ayuda o asistencia. «Los habitantes de Gaza no pueden confiar en nadie. ¿Cuántas veces nos han fallado los dirigentes árabes a lo largo de los años? Seguirán defraudándonos, se lamentaba Zendah, un residente de Gaza, y añadía: ¿Cómo podría un presidente que aplasta a su propio pueblo, salvar a otro pueblo que él y sus soldados mantienen en estado de sitio? ¿Cómo podemos esperar que haga algo por una gente que él considera terroristas?»
Jihad Abaza es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Americana de El Cairo. También ha trabajado como periodista.