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La crisis del Yemen se profundiza

Fuentes: Al Ahram Weekly

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández


Una nueva guerra ha empezado en Yemen después de que los rebeldes hutis se hicieran con el control de la capital, Sanaa.

Al-Qaida está emprendiendo esta nueva guerra contra los hutis shiíes con el obvio apoyo de las derrotadas fuerzas estatales.

Durante los últimos tres días, Al-Qaida ha matado a más de treinta hutis en cuatro ataques diferentes fuera de la capital, incluidas las quince personas que murieron en un ataque-suicida en Mareb, al este del país.

Al-Qaida parece estar poniendo en marcha una amenaza que se lanzó una vez que los hutis pasaron la anterior semana a controlar Sanaa, diciendo que iban a cortarles la cabeza y destrozar sus cuerpos.

Los combatientes hutis siguen controlando Sanaa, aunque firmaron un acuerdo auspiciado por las Naciones Unidas con el Presidente transitorio Abdu-Rabu Mansur Hadi, para retirarse de la ciudad y entregar las armas pesadas.

Los hutis quieren establecer un estado chíi contando con el apoyo iraní y no sólo formar un nuevo gobierno como dijeron cuado hace dos meses iniciaron su levantamiento.

Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos parecían estar confundidos por lo que está pasando en Yemen. Querían librarse de la Hermandad Musulmana (el principal enemigo de los hutis) pero no quieren que los hutis amplíen su área de influencia.

En las provincias de Al-Beidha y Mareb, al este y sureste del país, es donde Al-Qaida se muestra más activa.

Tras matar Al-Qaida matara a unos treinta seguidores hutis en esas dos provincias en los últimos días, mediante suicidas-bomba, secuestros y emboscadas, los dos grupos extremistas parecen haber decidido emprender una nueva guerra que resulte aún más devastadora.

Los hutis acusaron al derrotado General Ali Mohsen de haberse vuelto hacia Al-Qaida para combatirles a ellos. Aunque el General Mohsen dijo a los medios que se encuentra ahora en Arabia Saudí, los hutis dicen que está aún en algún lugar del Yemen organizando una rama del grupo del Estado Islámico para enfrentarse a ellos.

En el interior de Sanaa, los combatientes hutis tomaron el control de todas las mansiones lujosas y centros empresariales de los que era propietario el fugitivo General Mohsen, además de su base militar, la 1ª División Blindada.

El director de la agencia nacional de seguridad, Ali Al-Ahmadi, fue también uno de los principales objetivos de los combatientes hutis dentro de Sanaa.

A principios de semana, tres hombres murieron asesinados y otros cuatro resultaron heridos en enfrentamientos entre sus guardias y los combatientes hutis ante la misma puerta del hogar de Al-Ahmadi.

Los hutis quieren que se libere a sus seguidores y amigos de la prisión de la inteligencia estatal, incluidos los iraníes y los libaneses.

Debido a estas presiones, se liberó a dos iraníes y ocho yemeníes, a pesar de que todos habían sido juzgados y condenados por espiar para Irán. Les habían arrestado el año pasado junto con dos barcos iraníes (el Yihan 1 y el Yihan 2) cargados con armas de contrabando.

Docenas de miembros de las tribus acamparon alrededor de la casa de Al-Ahmadi, considerando una vergüenza lo sucedido. Uno de los organizadores, la mayoría de ellos son de Shabwah, de donde Al-Ahmadi es originario, le dijeron a Al-Ahram Weekly que los habitantes del sur del país nunca se sentirán seguros en Sanaa después de este incidente.

«Si el jefe de la agencia de seguridad más importante no está seguro, ¿cómo vamos a estarlo nosotros?», se preguntaba Said Hussein Haizam.

Yemen se enfrenta como nunca antes a un peligro cierto de disolución. Si a los hutis no se les integra en un estado civil, el sur se separará.

Nasser Arrabyee es un periodista yemení que vive en Sanaa y escribe para muchas publicaciones internacionales, incluyendo el New York Times, Foreign Policy, Majalla, Bloomberg News Agency, IRIN, Ahram Weekly, Gulf News y Yemen Observer. Ha contribuido con diversos capítulos en los libros siguientes: The Challenge: Hamdan v. Rumsfeld and the Fight over Presidential Power (Jonathan Mahler, New York: Farrar, Straus & Giroux, 2008); Al-Qaeda after Bin Laden (Manuel Almeida, ed., Dubai: Al-Mesbar Press, 2011); and Dirty Wars: The World is a Battlefield (Jeremy Scahill, New York: Nation Books, 2013).

Fuente: http://weekly.ahram.org.eg/News/7403/19/Yemen’s-crisis-deepens.aspx