Se trata del primer informe de Unicef sobre a las consecuencias del cambio climático sobre niñas y niños, en relación a fenómenos asociados como calores extremos, inundaciones y ciclones. Piden a los Estados medidas para garantizar el acceso a sistemas de saneamiento y educación; también reclaman la reducción de emisiones de carbono para evitar que la situación empeore y una mayor participación de las infancias en la toma de decisiones.
Unicef reveló que la mitad de las niñas y niños que viven en el planeta se ven directamente afectados por la crisis climática. El dato se desprende del Índice de Riesgo Climático, el primer informe de este organismo en relación a las consecuencias del cambio climático sobre niñas y niños; en cuanto a fenómenos asociados como calores extremos o ciclones. Alrededor de mil millones de niños, casi la mitad del total de los 2200 millones que hay en el mundo, viven en alguno de los 33 países considerados de “muy alto riesgo” por su exposición a los efectos del cambio climático.
El estudio fue presentado en colaboración con la organización Viernes para el Futuro cuando se conmemora el tercer aniversario del movimiento mundial de lucha por el clima de los jóvenes, que comenzó cuando la activista sueca Greta Thunberg llamó a una huelga escolar para exigir que se tomarán medidas inmediatas para frenar el calentamiento global.
Mil millones de niñas y niños
Mil millones de niños se enfrentan a la combinación letal de diferentes riesgos, incrementados al estar expuestos a múltiples perturbaciones climáticas y medioambientales y por ser altamente vulnerables debido a la precariedad de los servicios esenciales que reciben, como el agua y el saneamiento, la atención médica y la educación.
Según el relevamiento de Unicef, segmentado por riesgos, la cantidad de niños y niñas muy expuestos es:
-Inundaciones costeras: 240 millones.
-Inundaciones fluviales: 330 millones.
-Ciclones: 400 millones.
-Enfermedades transmisibles por vectores: 600 millones.
-Contaminación por plomo: 815 millones.
-Olas de calor: 820 millones.
-Muy expuestos a la Escasez de agua: 920 millones.
-Elevados niveles de contaminación atmosférica: 1000 millones.
Las perturbaciones climáticas y medioambientales están menoscabando la totalidad de los derechos de los niños, desde su acceso a un aire limpio, alimentos y agua potable, hasta su derecho a una educación, a una vivienda, a estar protegidos contra la explotación e incluso a sobrevivir. La vida de prácticamente todos los niños resultará afectada”, declaró Henrietta Fore, directora ejecutiva de la agencia de la ONU para la infancia.
Se estima que 850 millones de infantes (uno de cada tres en todo el mundo) viven en zonas donde se solapan al menos cuatro de las perturbaciones climáticas y medioambientales anteriormente citadas. Además, nada menos que 330 millones de niños (uno de cada siete en todo el mundo) viven en zonas afectadas como mínimo por cinco peligros considerables. Las poblaciones más afectadas son las que habitan en la República Centroaficana, Chad, Guinea y Guinea-Bissau.
Estos fenómenos pone en peligro su salud, su educación y su protección y los expone a enfermedades mortales. “Estas cifras seguirán empeorando a medida que los efectos del cambio climático se aceleren”, alertan desde la ONU. Si bien casi todos los niños del mundo corren el riesgo de sufrir alguna de estas amenazas climáticas y medioambientales, los datos revelan que los países más afectados se enfrentan a crisis múltiples y a menudo solapadas que podrían mermar el progreso en materia de desarrollo y aumentar las carencias de la infancia.
Demanda a los Estados y empresas
El informe de Unicef revela incoherencias entre los países donde se generan las emisiones de gases de efecto invernadero y aquellos en los que los niños sufren las peores consecuencias del cambio climático. En conjunto, los 33 países “de muy alto riesgo” climático son responsables tan solo el nueve por ciento de las emisiones mundiales de dióxido del carbono (CO2). Por el contrario, de los diez países que generan más emisiones (casi el 70 por ciento del total) solo uno de ellos se encuentra clasificado como país “de muy alto riesgo” en el índice.
Por todo esto, Unicef realizó una serie de reclamos a gobiernos y empresas. Entre ellos, aumentar las inversiones destinadas a la adaptación y la resiliencia al clima en los servicios más importantes para la infancia. También exigen adaptar los servicios más importantes, como los sistemas de agua, saneamiento e higiene y los servicios de salud y educación
En cuanto a las emisiones de gases de efecto invernadero, Unicef sostiene que antes de 2030 los países deben reducir sus emisiones un 45 por ciento como mínimo (en comparación con los niveles de 2010) para impedir que la temperatura aumente más de 1,5 grados centígrados. También se pide proporcionar a niñas y niños educación ambiental e incluir a esta población en las negociaciones y las decisiones relacionadas con el clima a nivel nacional, regional e internacional, incluida la COP26.