La Comisión Europea envió el pasado 31 de diciembre un nuevo documento con su clasificación de inversiones sostenibles donde se incluyen el gas y la energía nuclear como actividades “verdes”.
Alianza por el Clima rechaza la inclusión de estas actividades, ya que impediría alcanzar los compromisos climáticos de la Unión Europea y restaría recursos económicos para el despliegue de las renovables y de las medidas de ahorro y eficiencia energética.
El pasado 31 de diciembre la Comisión Europea (CE)
hizo público un borrador de propuesta de acto delegado que servirá para decidir
el papel que debe jugar la energía nuclear y el gas en la transición ecológica.
La nueva propuesta complementa la taxonomía, el nuevo sistema europeo que
clasifica las inversiones sostenibles, y del que dependerá que se inviertan
miles de millones de euros en esas dos tecnologías o no.
La taxonomía de la Unión Europea (UE) es un sistema de clasificación que
establece una lista de actividades económicas medioambientalmente sostenibles
según criterios basados en la ciencia, que contribuyan de forma sustancial a al
menos uno de los objetivos medioambientales fijados en el propio Reglamento de
Taxonomía (1) y no causen un daño significativo a ninguno de los otros. Su
objetivo es que haya más inversiones del sector privado dirigidas a actividades
que faciliten la transición ecológica y el cumplimiento de las políticas
climáticas y ambientales de la Unión.
La concreción de la taxonomía se establece por los denominados actos delegados.
En el caso del segundo acto delegado sobre las actividades de transición, el
debate se encuentra sobre todo en la inclusión del gas y la energía nuclear
como inversiones sostenibles. El borrador del documento presentado por la CE
incluye la inclusión de la energía nuclear y el gas natural como inversiones
verdes. Entre los requisitos para considerar verde a la energía nuclear se
encuentran la necesidad de tener un plan y fondos necesarios para deshacerse de
los residuos radiactivos; en el caso de las nuevas plantas, deberían recibir el
permiso de construcción antes de 2045.
Para que el gas sea considerado una inversión verde se requiere que las
emisiones sean inferiores a 270 g de CO2 equivalente kWh, que estas
plantas reemplacen otras más contaminantes y que reciban el permiso de
construcción antes de finales de 2030, entre otros requisitos.
Este documento supone, en la práctica, la financiación de combustibles fósiles
hasta 2050, y que sectores como el nuclear y el gas puedan obtener la misma
etiqueta de sostenibilidad que actividades económicas dirigidas a la
construcción de sistemas de paneles solares o turbinas eólicas.
En este contexto, Alianza por el Clima, que representa a numerosos colectivos
ecologistas, sociales, sindicales, agrarios y agroecológicos se suma a las
voces que ya han exigido al Europarlamento y el Consejo de Europa el veto de
este acto delegado sí continúa abriendo la puerta al gas y a las nucleares.
Para estas organizaciones es necesario un documento acorde con la ambición
climática que se espera de la UE.
Este documento se encuentra ahora en manos de los Estados miembros y de la
plataforma de expertos de la UE sobre finanzas sostenibles, que tienen de plazo
para emitir sus comentarios hasta el 21 de enero. Los colegisladores de la UE,
el Consejo y el Parlamento Europeo, tendrán entonces cuatro meses para analizar
el documento y plantear objeciones.
Para Alianza por el Clima es fundamental que el Gobierno de España mantenga su
posición de no calificar de inversiones verdes a la energía nuclear ni al gas,
y contemple un marco de financiación pública en el que exclusivamente
encuentren cabida las actividades económicas sostenibles a largo plazo que sean
viables en un escenario de neutralidad climática en 2050. Alianza por el Clima
pide al gobierno español y a los representantes españoles en el Parlamento
Europeo que avancen en las alianzas con otros países para que finalmente la
taxonomía excluya estas energías de la categoría de verde o sostenible, ya que
dificultan la necesaria transición energética, incentivando el gas natural que
contribuye al cambio climático, y la energía nuclear que genera contaminación y
costes desorbitados por residuos radiactivos. Además, incluir como energía verde
al gas natural y la energía nuclear construye una narrativa que desplaza del
debate otras soluciones alternativas encaminadas a impulsar una democratización
de la transición energética, oponiéndose, por tanto, al espíritu del Pacto
Verde Europeo.
Nota:
(1) Reglamento (UE) 2020/852 del Parlamento Europeo y del Consejo de 18 de junio de 2020, relativo al establecimiento de un marco para facilitar las inversiones sostenibles y por el que se modifica el Reglamento (UE) 2019/2088
Fuente: http://alianza-clima.blogspot.com/2022/01/alianza-por-el-clima-rechaza-la.html