Dibujante y artista gráfico, afiliado al Partit Comunista del País Valencià (PCPV)-PCE, canario y residente en Valencia; Elías Taño (1983) presentó su libro ilustrado de 104 páginas en color –Garafía (Ed. La Oveja Roja)- en la XXII Mostra del Llibre Anarquista de Valencia, celebrada en abril.
Garafía está ubicada en la Isla de la Palma (Canarias); el cómic da cuenta de la emigración canaria a Venezuela, en los años 40 y 50 del siglo pasado; los hombres migrantes buscaban una coyuntura favorable para ellos y sus familias, mientras que las mujeres se quedaron -a menudo- en las islas, dedicadas al trabajo en el campo y la crianza.
Elías Taño ha realizado portadas y viñetas interiores en numerosas publicaciones, además de carteles y murales en el estado español, Italia, Guatemala o México; entre sus libros destacan Delitos de papel (Osadía, 2019) o Rayar los muros, junto a Carmen Pisanello(Bellaterra, 2020); también otros autoeditados, como Dios, patria, fueros y Altsasu (2020) o El libro rojo de Ulrike (2021).
-P:¿Cómo resumirías el contenido del cómic Garafía?
-ET:Es la historia de un campesino que emigra a Venezuela, lo que nos permite ofrecer un contexto de lo que fue –en su día- la migración canaria a América; también nos aporta la visión de las personas –mujeres, principalmente- que permanecieron en las Islas a cargo de la vida cotidiana; y de cómo esa complejidad de situaciones nos construyen un relato colectivo como canari@s.
-P:¿Cuáles fueron los motivos de inspiración para dibujar las viñetas y escribir el texto del libro?
-ET:Se trata de la historia de mi abuelo Inocencio y mi abuela Gloria; él emigró a Caracas en los años 50 –en el contexto de la dictadura franquista-, pero llegó y también gobernaba en Venezuela una dictadura militar (el general Marcos Pérez Jiménez, entre 1952 y 1958).
Mi abuelo formaba parte de la clase trabajadora, del campesinado; se fue en dos ocasiones, en 1951 y 1956; en el primer viaje de forma ilegal –en una chalana-: se jugó la vida en un barquito y un pequeño motor, laboró en condiciones muy duras, pero también contribuyó a la creación de mecanismos de resistencia obrera.
En la segunda ocasión se habían abierto las fronteras entre España y Venezuela, entre otras razones para permitir la entrada de divisas; mi abuela permaneció en Canarias.
-P:¿Qué mensaje se pretende transmitir con el libro?
-ET:Hay una relación con los cayucos que llegan actualmente de África a Canarias, además de la importancia de la Corriente de las Islas Canarias y los vientos alisios; quiero, con el cómic, hacer una reflexión sobre los fenómenos migratorios, que siempre han existido, y una defensa de la migración como una parte inherente del ser humano que anhela progresar en la vida.
Deberíamos pensarnos como lugar de acogida de emigrantes, y reflexionar sobre las políticas criminales que los Estados europeos ejecutan día a día; nosotros fuimos, no hace tanto, una sociedad migrante y tendríamos que vernos en el espejo de cómo nos han tratado: eso tendría que enseñarnos a tratar a las personas.
-P:Entre enero y el 15 de julio de 2024, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)), más de 19.700 personas migraron de sus países y llegaron de forma (oficialmente considerada) irregular a Canarias, a través de la ruta del Atlántico Occidental (aumento del 160% respecto al mismo periodo de 2023).
Asimismo la OIM apunta que más de 4.500 muertes y desapariciones se han producido en la citada ruta desde 2014 (en 2023 más de 950 personas muertas); ¿observas vínculos entre las ilustraciones del libro y el presente?
-ET:La realidad de las personas migrantes es hoy muy parecida: de hacinamiento en los campos de trabajo y en las grandes extensiones agrícolas, la infravivienda, no poder tener regulada la situación de extranjero o la cárcel nada más llegar al país de destino; son situaciones que sufren las diásporas que hay en el mundo.
A las personas que emigran no les interesan nuestros países y culturas, no somos mejores; somos –simplemente- países que han colonizado el mundo y desarrollado de una determinada forma, porque es donde el capitalismo se ha expandido; hemos empobrecido a estos países; entonces, es normal que quieran venir aquí, pero no les interesamos…
-P:En conclusión…
-ET:las personas que migran tienen arraigo en sus países; ésta es una cuestión capital; ellos no emigran porque les guste España, por el solecito o la terracita con la cerveza, sino por unas necesidades reales y que pueden sentir en la piel; en consecuencia, los discursos xenófobos/racistas no se sostienen.
-P:¿Cómo te definirías en tu condición de autor de ilustraciones y dibujos?
-ET:como un artista gráfico, que ha realizado cómics, libros, dibujos, carteles, fanzines y obras autopublicadas; considero el dibujo como “un campo de investigación política”.
-P:¿Has tenido problemas con la censura?
-ET:Por ejemplo, en enero de 2024 en el municipio de Fanzara (300 habitantes, Castellón), la censura por parte del Ayuntamiento al Museo Inacabado de Arte Urbano (MIAU); la alcaldía, controlada por el PP, manifestó su intención de controlar –de manera previa- el contenido de los murales; en una de las obras, de la que soy autor, puede leerse “la única patria digna de este país sigue en cunetas”.
También a causa de otros muros que realicé por los presos políticos y -en julio de 2018 en Valencia- por los jóvenes de Alsasua (muchachos que fueron condenados a penas de prisión por un incidente, en 2016, con agentes de la Guardia Civil en el citado municipio de Navarra); estuve, por todo ello, en el punto de mira de grupos fascistas.
-P:Por otra parte, ¿consideras que el cómic está considerado como un género menor frente a los libros eruditos o académicos?
-ET:Sí, creo que siempre ha tenido ese carácter; ha habido un intento, por parte del mercado editorial, de llamarlo novela gráfica para que el público se acercara; creo que el cómic es para tod@s: un libro contado con otro lenguaje y que además del texto contiene imágenes; sin embargo, se le ha considerado a nivel intelectual por debajo de un libro.
-P:¿Qué autores te han influido o inspirado tus obras?
-ET:Hay en los últimos años muchos autor@s que reivindicamos la ilustración como una forma de contar historias y poder expresarnos; tan válida como una canción, una obra de teatro o un periódico; por ejemplo Ángel de la Calle, que en Pinturas de guerra (2017) retrata la crudeza de la represión en las dictaduras militares de Latinoamérica.
El dibujante Ángel de la Calle también ha publicado una novela ilustrada sobre la fotógrafa italiana y luchadora comunista en México, Tina Modotti (1896-1942), editada por Reino de Cordelia.
-P:¿Consideras que actualmente se da un apogeo del cómic, con historietistas como Paco Roca (El abismo del olvido o Regreso al Edén?
-ET:Me parece que hay un intento porque existe también un mercado; de hecho, se han construido grandísimas fortunas alrededor del libro y que se constituirán en torno al cómic; y sin que se considere el tebeo un libro para tontos; hay casos muy notables como la novela gráfica Plomo y gualda. Entierro mexicano de Azaña en Francia (GP Ediciones, 2023), de Juanarete y Manuel Granell.
-P:Por último, ¿haces una distinción –respecto a los lectores- entre un público infantil/juvenil y adulto?
-ET:No haría ninguna separación; he presentado Garafía en colegios e institutos, porque tal vez estas generaciones no lleguen a conocer esa parte de la historia de Canarias, la de sus bisabuelos; a las presentaciones asiste todo tipo de público.
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