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«Abracemos» la anexión israelí y trabajemos por un solo Estado democrático

Fuentes: Information Clearing House

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

Los partidarios de Israel habrían dado un suspiro de alivio cuando el Estado sionista pospuso la anexión de Cisjordania anunciada para el 2 de julio, en lo que fue un giro humillante. La fórmula para la paz prevista en la solución de dos Estados se considera la última oportunidad para redimir al proyecto sionista de caer en un Estado de apartheid en toda regla.

Dado que la anexión es una realidad cotidiana para los palestinos, la reacción internacional oculta un nivel de hipocresía e ignorancia que es particularmente exclusivo de este tema. Israel formalizó su anexión de Jerusalén y los Altos del Golán con muy poca resistencia de los mismos críticos abiertos. Uno tiene que preguntarse, ¿un conjunto de anexiones ilegales es peor que otros? ¿La anexión de otro 30 por ciento de Cisjordania sería tan desastrosa como parece, cuando todo el territorio al oeste del río Jordán está controlado por Israel? ¿Qué deben hacer los palestinos cuando la anexión finalmente avance?

Estas fueron algunas de las preguntas planteadas en el seminario web del jueves organizado por MEMO: Israel Annexation, Apartheid &the Media. Con tres expertos: la doctora Virginia Tilley, David Cronin y Shafiq Morton ofreciendo sus perspectivas únicas sobre el tema, el foro virtual de 90 minutos ofreció a los lectores de MEMO en todo el mundo una oportunidad única para analizar críticamente el debate sobre la anexión.

Deberíamos «aceptar» la anexión, insistió Tilley en su presentación de 20 minutos. La profesora de la Universidad del Sur de Illinois instó a los oyentes a no dejarse llevar por la «alarma» palpable sobre el movimiento unilateral de Israel, que en realidad solo busca formalizar lo que ha sido la anexión de facto durante décadas. «Aceptemos la anexión y que Israel se haga cargo de las consecuencias», aconsejó Tilley.

Los argumentos presentados por Tilley se debaten con mayor detalle en su libro The One State Solution. Al adoptar la anexión, el paradigma que ha permitido a Israel continuar en el camino del robo de tierras en curso puede ser desafiado más efectivamente, sugirió Tilly. El argumento es que los palestinos pueden promover su causa de derechos humanos básicos a través de un movimiento anticolonial y racista, mucho más eficaz que el modelo fallido actual de la condición de Estado palestino. Todo el peso y el alcance de la ley afectarán a Israel bajo tal campaña, explicó Tilley.

«La anexión es la política israelí y las colonias son su instrumento», agregó Tilley, desestimando la ilusión de que tal apoderamiento de Palestina se lleva a cabo por fanáticos religiosos en las pequeñas colinas. «Eso es mentira», insistió. La adquisición de Palestina por parte de Israel “siempre ha sido un programa patrocinado por el Estado. Todos los ministerios están involucrados y algunos gastan todo su presupuesto en programas de colonias», según Tilley.

Tilley argumentó que la centralidad de Cisjordania en la visión sionista ha hecho imposible la reversión de los programas de anexión. «Israel está absolutamente comprometido con su programa de anexión y ningún actor externo, incluido Estados Unidos, podrá reunir la voluntad política para contrarrestar la empresa de colonias», afirmó. “Tal escenario, dijo, hizo imposible la creación de un Estado palestino y, por lo tanto, obliga a los palestinos y a la comunidad internacional a repensar la mejor manera de defender y proteger los derechos humanos básicos de las diferentes poblaciones que viven en la Palestina histórica”.

Tilley insistió en que la alternativa al modelo de un solo Estado era «peligrosa» y conduciría a la creación de una situación de apartheid con los palestinos obligados a vivir en bantustanes. Los palestinos pueden esperar ganar mucho más bajo un programa de un solo Estado, al aceptar la anexión completa de Israel sobre la totalidad de la Palestina histórica, argumentó. “Tendrán acceso a todas las leyes de derechos humanos desarrolladas durante el último medio siglo sobre la igualdad de derechos, incluida la prohibición de la discriminación racial y el apartheid.

En sus observaciones sobre la forma en que los medios de comunicación han cubierto el tema de la anexión David Cronin habló del fracaso de la BBC en discutir este tema en cualquier forma que pudiera considerarse «honesta». En concordancia con Tilley, el editor asociado de Electronic Intifada explicó que, aunque la anexión es algo cotidiano, los principales medios ignoran la realidad de la toma de posición de Palestina por parte de Israel. “Los hechos sobre el terreno son que Israel está violando la cuarta Convención de Ginebra. La promoción de las colonias es un crimen de guerra», afirmó Cronin señalando la negligencia de la BBC de hablar sobre la anexión de manera directa. Indicó que la insistencia de la BBC en aclarar la ilegalidad de las políticas israelíes con la frase «las colonias se consideran ilegales excepto por Israel» no es diferente a la sugerencia de que todos consideran que la Tierra es redonda excepto The Flat Earth Society.

Shafiq Morton, un galardonado periodista sudafricano, describió los desafíos de cubrir la anexión bajo una pandemia global. Con menos periodistas en el terreno a Israel le ha resultado más fácil aplastar las noticias de sus prácticas ilegales en Palestina. Su principal preocupación por la cobertura aludía a la falta de contexto e historia. «Muchas historias fingieron como si la anexión cayera del cielo», expresó Morton. La anexión, explicó, es «La narrativa más antigua de la historia palestina». La indignación global ante la amenaza de anexión de Cisjordania, sugirió Morton, implicaba que los críticos blandos de Israel estaban completamente separados de la realidad. Advirtió que sin más contexto nadie entenderá la cuestión palestina.

Morton compartió varias observaciones sobre los paralelismos entre el apartheid en Sudáfrica, que cubrió ampliamente durante sus 30 años de carrera como periodista, e Israel. Mencionó al arquitecto del apartheid, el primer ministro racista de Sudáfrica blanco, el doctor Hendrik Verwoerd, quien en 1963 declaró que «Israel, como Sudáfrica, es un Estado de apartheid».

El modelo de dos Estados ha fallado completamente para los palestinos, fue el mensaje clave del seminario web. Con la anexión de Israel irreversible, los palestinos no tienen otra alternativa que transformar su campaña estatal de autodeterminación en un movimiento anticolonial de derechos civiles. Dicha campaña tiene un mayor potencial de éxito en la protección de los derechos humanos básicos de todas las comunidades en el territorio.

Con casi un siglo de conflicto provocado por los intentos de dividir Palestina en dos países en función de la etnia, ¿quién puede discutir eso? Tal vez ahora sea el momento de restaurar la Tierra Santa a los ideales originales de su pueblo, un Estado fundado en el nacionalismo territorial y cívico que protege los derechos de todas las personas, de todas las religiones y comunidades que viven en el país sin discriminación racial y religiosa.

Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/55311.htm