Traducido para Rebelión por LB.
Soldados israelíes fuertemente armados acompañan a Sameh durante un registro casa por casa realizado en Nablús. Esta imagen es una de las pruebas más incontrovertibles hasta la fecha de que el ejército israelí sigue utilizando a civiles palestinos como escudos humanos. Fotografía: Alaa Badarneh/EPA
A raíz de una denuncia realizada por el grupo israelí pro derechos humanos B’Tselem, el ejército israelí investiga si sus tropas utilizaron a dos niños palestinos como escudos humanos en el curso de una operación de registro realizada en una casa de Cisjordania.
La utilización de escudos humanos para disuadir a los combatientes palestinos de disparar contra los soldados israelíes fue proscrita por el Tribunal Supremo israelí y está prohibida por el ejército. No obstante, sigue siendo habitual que los soldados israelíes obliguen a civiles palestinos a acercarse a, entrar en, y registrar edificios en los que sospechan se cobijan combatientes palestinos.
Los soldados israelíes fueron filmados mientras utilizaban a Sameh Amira, de 24 años de edad, como escudo humano el pasado 25 de febrero en el curso de una razzia de una semana de duración que realizaron en la ciudad Cisjordana de Nablús. Los israelíes obligaron al señor Amira a registrar las casas de la parte vieja de la ciudad durante una operación de rastreo de personas en situación de búsqueda y de laboratorios para la fabricación de bombas. Los israelíes decretaron el toque de queda en la cashba de la ciudad durante dos días y mataron a tiros a un varón palestino que subió al tejado de su casa.
El primo del señor Amira, Amid Amira, de 15 años de edad, explicó a B’Tselem que los soldados israelíes le obligaron a registrar tres casas, forzándole a entrar en las habitaciones, vaciar armarios y abrir ventanas.
Una niña de 11 años, Jihan Dadush, dijo a B’Tselem que los soldados israelíes se la llevaron de su casa tres días más tarde, el 28 de febrero, y la obligaron a abrir la puerta de un apartamento aledaño y a entrar delante de ellos. A continuación los soldados se la llevaron a casa, dijo.
En su testimonio a B’Tselem, Jihan afirmó que después de que los soldados israelíes se marcharan «temblaba de miedo. Temía que me mataran o me encerraran en la cárcel. Lo único que quería era dormir. Ahora tengo miedo de que los soldados vuelvan y se me lleven«.
B’Tselem dijo que a tenor de los testimonios recogidos era evidente que los soldado israelíes pensaban que las casas suponían un peligro y que por esa razón pusieron a los palestinos en situación de riesgo de forma deliberada.
Sarit Michaeli, una portavoz de B’Tselem, dijo que el grupo había escrito al magistrado supremo exigiéndole una investigación exhaustiva sobre la utilización de escudos humanos. «La utilización de civiles, especialmente de niños de 11 años, es una cuestión muy problemática y queremos que el ejército investigue el asunto concienzudamente utilizando a la policía militar en lugar de recurrir al mecanismo de la investigación interna«.
En agosto del 2002 un estudiante palestino de 19 años, Nidal Daraghmeh, resultó muerto cuando soldados israelíes en la ciudad cisjordana de Tubas lo obligaron a llamar a la puerta de un edificio del barrio en el que se refugiaba un fugitivo de Hamas. Se inició un tiroteo y Daraghmeh resultó muerto.
Tesh Din, otro grupo israelí defensor de derechos humanos, ha informado de que el ejército israelí utilizó a pacíficas poblaciones palestinas para llevar a cabo ejercicios de entrenamiento. El grupo reveló que los habitantes de las localidades en cuestión fueron acosados y atemorizados por dos batallones de reservistas israelíes que realizaron entre ellos un simulacro de combate que duró tres horas. Los israelíes ejecutaron los ejercicios sin aviso previo a primera hora de las mañana en las aldeas de Beit Lid y Safarin el mes pasado.
Texto original: http://www.guardian.co.uk/israel/Story/0,,2030222,00.html