El ministro palestino de Información, Yusef Rizqa, acusó ayer a Estados Unidos y a Israel de intentar poner en peligro los Acuerdos de La Meca para la formación de un Gobierno de unidad, y lamentó que la cumbre tripartita entre Mahmud Abbas, Ehud Olmert y Condoleezza Rice no diera ningún resultado. Aseguró que con la […]
El ministro palestino de Información, Yusef Rizqa, acusó ayer a Estados Unidos y a Israel de intentar poner en peligro los Acuerdos de La Meca para la formación de un Gobierno de unidad, y lamentó que la cumbre tripartita entre Mahmud Abbas, Ehud Olmert y Condoleezza Rice no diera ningún resultado. Aseguró que con la propuesta de Rice «no hay horizonte político» para el pueblo palestino.
Yusef Rizqa, ministro de Información del Gobierno palestino, considera que discutir sobre la creación de dos estados, uno israelí y otro palestino, es «repetitivo» y «carece de sentido».
En declaraciones a los medios de comunicación, recogidas por la agencia palestina Ma’an, Rizqa acusó a la Administración de EEUU de intentar evitar sus compromisos en lo que respecta al establecimiento de un Estado palestino, aseguró que no es la primera vez que lo hace, después de que el presidente George W. Bush prometiera su creación en 2005 y, posteriormente, para antes de 2009.
Además, según subrayó el ministro, la propuesta de la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, no es más que la de un Estado temporal, sin soberanía y con el muro de separación en sus fronteras. En su opinión, esto significa que «no hay horizonte político» para los palestinos y puso de relieve la necesidad de que los palestinos refuercen «el frente interior».
«Sembrar la sedición»
El líder político de Hamas, Moussa Abu Marzouk, por su parte, acusó a EEUU de «sembrar la sedición» entre los palestinos. Desde el campo de refugiados de Yarmouk, cerca de Damasco, Marzouk criticó que la política de Washington se base en «sembrar la sedición entre los pueblos y los estados de la región a partir de la división de Oriente Próximo en dos bandos: uno moderado y otro no moderado».
Además, agradeció al presidente palestino, Mahmud Abbas, haber resistido a las «presiones de EEUU», ejercidas a través de Rice con su visita a la zona «prometiéndole apoyo».
Respecto a la reunión tripartita del lunes, Abbas señaló que fue «tensa y difícil», pero no un fracaso. En declaraciones realizadas tras reunirse con el rey Abdalá II de Jordania, manifestó que Israel pudo haber «malinterpretado» los Acuerdos de La Meca entre Hamas y Al Fatah. «Le dijimos a Israel que este acuerdo era para proteger la unidad de pueblo palestino y sus intereses nacionales», indicó a la agencia Petra, «es una expresión de apoyo para los intereses palestinos, pero Israel puede que lo malinterprete».
No habrá negociaciones
Y así debió ser, puesto que ayer la portavoz de Olmert, Miri Eisin, insistió en que no habrá negociaciones para un acuerdo de paz final con Abbas si éste continúa adelante con sus planes para la formación de un Gobierno de unidad con Hamas. Su anuncio se produjo un día después de que el primer ministro hebreo prometiera continuar manteniendo contactos con Abbas, pese a la insatisfacción de Israel con el acuerdo de reparto de poder.
Mahmud Abbas había manifestado su deseo de que la cumbre tripartita sirviera para reanudar las negociaciones de paz, pero el encuentro finalizó con poco más que un compromiso de continuar negociando.
Según Eisin, las futuras negociaciones se verán limitadas a asuntos como la mejora de las condiciones de vida para los palestinos y el fin de los ataques palestinos contra Israel, e insistió en que «no estamos hablando de negociaciones sobre el estatus final». Para ello, subrayó, es necesario que el Gobierno palestino cumpla con las exigencias de la comunidad internacional de renuncia de la violencia, reconocimiento del Estado de Israel y aceptación de los acuerdos de paz previos. «Tienen que aceptar los acuerdos internacionales», sostuvo.
Tras el fracaso de la cumbre del lunes, los esfuerzos diplomáticos continuaron ayer en Amán, donde el rey Abdalá de Jordania se reunió, por separado, con Condoleezza Rice y Mahmud Abbas y habló telefónicamente con Ehud Olmert.
Según se informó en un comunicado, en su audiencia con Rice el monarca «subrayó la necesidad de que la comunidad internacional, especialmente EEUU, respalde los esfuerzos que tienen por objeto llevar de nuevo a palestinos e israelíes a la mesa de negociaciones».
Añadió que «los ciudadanos de la región esperan que EEUU desarrolle un papel clave en el proceso de paz y contribuya a preparar la atmósfera para las negociaciones sobre la base de la iniciativa árabe de paz -oferta de reconocimiento de todos los países árabes del Estado de Israel a cambio de la retirada de los territorios ocupados en 1967- y la hora de ruta del Cuarteto».
Compromiso de Rice
Según la versión jordana, Rice reiteró «el compromiso de su país con el proceso de paz, a través de la creación de un Estado palestino independiente que viva en paz con Israel».
En la reunión con Abbas, instó a los palestinos a «avenirse entre ellos para acabar con el bloqueo económico» impuesto por EEUU y Occidente a la ANP hace diez meses. Asimismo, Abdalá II se comprometió a que la diplomacia jordana «intensificará sus esfuerzos por conseguir apoyo internacional para acabar con el asedio palestino».
En su conversación telefónica con Olmert, pidió a Tel Aviv que «contribuya a revitalizar las negociaciones de paz con los palestinos» y a «eliminar los obstáculos que bloquean las con- versaciones con los palestinos de acuerdo a las resoluciones de la ONU».
El Consejo Legislativo palestino, con sedes en la ciudad cisjordana de Ramala y en Gaza, se reunió ayer con carácter urgente, según informó la agencia palestina de noticias Wafa, que no explicó los motivos de la decisión. Fuentes palestinas en Gaza informaron de que el Consejo Legislativo, que llevaba más de tres meses sin celebrar sesiones, tenía previsto analizar el contenido de los Acuerdos de La Meca, así como asuntos orden político, económico y de seguridad. El Ejército israelí detuvo hace semanas a más de una veintena de legisladores de Hamas, la mayoría de los cuales continúan aún presos, bajo la acusación de ser sospechosos de estar implicados en «ataques terroristas» después de que el movimiento islamista asumiera el poder tras vencer en las elecciones de enero de 2006. Aunque no trascendió la causa oficial de la urgencia de la convocatoria del Consejo, ésta podría haber estado relacionada con las actuales gestiones del primer ministro saliente, Ismail Haniyeh, para formar el nuevo Gobierno de unidad nacional.