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Adelantados y acomodados

Fuentes: A mano y sin permiso (blog)

Tú, en cuyas venas caben cinco Grandes,A quien hace mayores tu cuchilla,  Eres Adelantado de Castilla,  Y en el peligro adelantado en Flandes. F. de Quevedo Por sus servicios a la corona española, Diego Velázquez recibió el título de Adelantado. Pero aquí se trataba de un rango de dignidad y tenía un sentido, en cierto […]

Tú, en cuyas venas caben cinco Grandes,
A quien hace mayores tu cuchilla,  
Eres Adelantado de Castilla,  
Y en el peligro adelantado en Flandes.
F. de Quevedo

Por sus servicios a la corona española, Diego Velázquez recibió el título de Adelantado. Pero aquí se trataba de un rango de dignidad y tenía un sentido, en cierto modo, espacial, de representación territorial.

Hay otro, este más temporal, que cabalga en historiografía y fraseología insular. Como dice el refrán: tiro piedras, y probablemente mi tejado sea… ya ustedes saben.

La idea de ese Adelantado temporal sirve para referirse a alguien(es) que se sale de las normas de la época, que rompió el molde, como también diríamos. Da lo mismo el terreno. ¿Literatura? Tenemos al Julio Verne visionario de Viaje al centro de la Tierra, Veinte mil leguas de viaje submarino y La vuelta al mundo en ochenta días. ¿La plástica? Pues Fahrenheit Magazine nos presenta su «salón de los rechazados» (artistas adelantados a su época): Vincent van Gogh, Paul Gauguin, Monet, Vermeer, El Greco, Cezanne, Seurat, entre muchos otros.

Pero con esto del «adelantamiento», en los terrenos de la historia y la política nadie nos gana a los cubanos. Es así, que a veces Martí es un adelantado para no hablar del retraso de una cultura política descolonial, contra todas las dominaciones, entre una parte de los cubanos que lucharon por la independencia respecto a España; o Mella, para poder hablar bajito de su expulsión del Partido Comunista; o Guiteras, para que «la falta de unidad que dio al traste con la Revolución del 30» sea un asunto difuso y poco preciso; o el Che, todo un adelantado en esa declaración suya de «no dejar a sus hijos nada material» al partir a otras tierras, o considerar como un peligro que el hombre (en rigor, el dirigente) pensara que para dedicar su vida a la revolución, no podía distraer su mente por la preocupación de lo que faltara a sus hijos y familia.

Hablar de hombres adelantados a su tiempo es un arma de doble filo. Sí, puede servir de propaganda y movilizar; sí, a veces logra señalar la grandeza y significación de esos hombres y mujeres. Al mismo tiempo, puede disminuirlos en una oculta dinámica de adelantado-incomprendido (no fue capaz de hacerse entender); y lo peor, viene a tranquilizar a quienes se acomodan desde la lógica «yo estoy bien, soy un hombre o una mujer común, de estos tiempos».

Como decía, no puedo lanzar piedras… Quizás haya utilizado esos términos. Hay palabras que se destierran -al menos en algún significado- cuando se piensa en ellas. En un camino similar ando, hace algún tiempo, con el significado político-generacional de términos como «relevo». Pero esos han sido post anteriores, o por venir.

Fuente: http://amanoysinpermio.blogspot.com.tr/2017/03/adelantados-y-acomodados.html