«Lo que ocurra en la Antártida determinará el clima de otras partes muy alejadas de este remoto continente», aseguran.
La Antártida es un importante regulador del clima del planeta capaz de influir, según los científicos, en fenómenos tan lejanos como la floración de los cerezos en Japón o la claridad de los cielos del desierto de Atacama.
El continente antártico influye, por ejemplo, en la existencia del desierto de Atacama y en la claridad de sus cielos, considerados como los mejores del planeta para observar el firmamento.
Según el científico, uno de los factores que hacen que este desierto sea el más árido del planeta es «la influencia de la Antártida sobre la corriente oceánica que sube por las costas chilenas».
Otro de los múltiples factores que convierten el continente helado en un importante regulador del clima terrestre es el derretimiento de los mantos de hielo.
«Todos los océanos están conectados y por eso cualquier cosa que ocurra en este continente puede dar lugar a una sequía intensa o a unas lluvias torrenciales en distintos puntos del planeta. Es como un efecto mariposa», indicó Bolívar.
En marzo de 2015 la Antártida alcanzó los 17,5 grados, la temperatura más alta de la que se tiene registro.
Cuatro días más tarde, en el desierto de Atacama precipitó en tan solo 24 horas la misma cantidad de lluvia que cayó en los anteriores 14 años. El inusual fenómeno climático desató una serie de aluviones que dejaron un saldo total de 31 muertos y 49 desaparecidos.