Wael Abbas, periodista, activista y blogger de 30 años, es conocido en Egipto por ser la voz tras www.misrdigital.com, un blog que lleva seis años informando al mundo sobre sucesos que no atraen la atención de los medios mayoritarios. Con ocasión de las elecciones presidenciales de 2005, publicó fotos de matones que acosaban a los […]
Wael Abbas, periodista, activista y blogger de 30 años, es conocido en Egipto por ser la voz tras www.misrdigital.com, un blog que lleva seis años informando al mundo sobre sucesos que no atraen la atención de los medios mayoritarios. Con ocasión de las elecciones presidenciales de 2005, publicó fotos de matones que acosaban a los manifestantes y denunció las movilizaciones pagadas a favor de Mubarak. Gracias a sus publicaciones en Internet, Abbas ha dado a conocer situaciones de abuso contra las mujeres, brutalidad policial, irregularidades en las votaciones, manifestaciones antigubernamentales y violencia en las comisarías, e incluso ha conseguido que se condenara a varios policías por inflingir torturas. Todo esto le ha acarreado el acoso del gobierno egipcio, que para minar su credibilidad le ha acusado de convertirse al cristianismo, de ser homosexual e incluso de tener antecedentes criminales de los que en realidad carece. También ha sido despedido de la agencia de noticias europea para la que trabajaba -se le ha impedido trabajar desde 2007-, sus cuentas de Youtube, Yahoo y Facebook fueron cerradas, aunque posteriormente restablecidas y recuperados la mayoría de sus vídeos. Al no encontrar excusa alguna para detenerle se le acusó de sabotaje, alegando que robaba la línea telefónica de su vecino y la policía militar lo arrestó, Abbas presentó una apelación y consiguió volver a casa.
Esta semana Abbas ha estado dando una conferencia en la universidad de Barcelona, posteriormente ha pasado por Madrid, donde he tenido la oportunidad de hacerle algunas preguntas.
¿Cuál ha sido el papel del 6 de abril en la revolución Egipcia?
Si nos referimos al 6 de abril como suceso, podría decirse que fue una especie de señal previa a la revolución, la mayor diferencia entre lo que pasó el 6 de abril de 2008 y lo que ha pasado ahora es que lo primero fue algo a pequeña escala, la huelga se llevó a cabo sólo en Mahalla al Kubra. La revolución actual en cambio, consiguió extenderse por todo el país, hubo huelgas en El cairo, Alejandría, Aswan… Todo el pueblo egipcio se ha unido esta vez.
Si hablamos del 6 de abril como movimiento debemos dejar claro que, aunque se haya mencionado, probablemente, más a este grupo que a otros, sólo ha constituido una pieza más en el gran movimiento que ha sido la revolución, pero había muchas otras: los socialistas, las feministas, los demócratas, los liberales, los bloggers, la gente de los grupos de Facebook… todo el mundo ha tenido un papel indispensable en la revolución. También habría que mencionar que el movimiento 6 de abril no sólo representa lo sucedido en 2008, va mucho más allá, se adoptó ese nombre en honor a las víctimas de Mahalla al Kubra pero los miembros del movimiento son críticos con la situación de Egipto en general.
Cuando oímos hablar de las revoluciones en el mundo árabe sólo se menciona a los jóvenes, pero ¿qué papel han tenido los no tan jóvenes? Los trabajadores, por ejemplo.
El papel de los trabajadores ha sido importantísimo, aunque todo el mundo hable de los jóvenes éstos sólo han sido la mecha, pero en la plaza Tahrir había gente de todas las edades, había familias enteras. Aunque mucha gente ha criticado a los trabajadores por hacer huelgas, dicen que así se perjudica al país y a su economía, yo creo que la huelga, al igual que lo fue el 6 de abril, ha sido un elemento indispensable en la revolución.
¿Y qué hay de las mujeres?
El 50% de la gente que había en Tharir eran mujeres, han jugado un papel importantísimo. Había mujeres feministas, socialistas, mujeres de activistas… Todas han luchado por la revolución. Cuando los pro-Mubarak atacaron la plaza muchas mujeres fueron a buscar piedras y las tiraron para defender Tahrir, otras muchas hicieron de enfermeras y atendieron a los heridos. Aunque podría decirse que las mujeres feministas son las más habituadas a luchar, todas ellas han tenido un papel importantísimo en la revolución.
¿Y ahora qué? ¿Ya se ha acabado o no habéis hecho más que empezar?
Sólo estamos a medio camino, ahora es el ejército el que manda y eso no nos gusta, nosotros confiamos en el ejército para proteger a la revolución pero no para controlarla. No queremos que el ejército mande porque es un cuerpo corrupto, ahora mismo, el 35-45% de la economía egipcia está en manos del ejército. Especulan, compran hoteles, terrenos, construyen carreteras para sacar provecho… se rigen por gastos y ganancias. Si la revolución triunfa del todo ellos perderán su negocio, se les pedirá que aclaren sus actividades, tendrán que pagar impuestos y no podrán quedarse con los que pagamos nosotros. Por eso no les interesa que la revolución termine de triunfar, les interesa que nos quedemos a medio camino. Hay que echar al ejército cuanto antes, ellos no entienden la revolución, pensaban que después de irse Mubarak íbamos a dejar de protestar, han detenido a la gente que se quedó en la plaza y a los que se siguieron manifestando y los han juzgado, han condenado a muchos a penas de 5, 6, 7… ¡y hasta 8 años de cárcel!
El 19 de marzo se vota la nueva constitución, ¿Qué opinas de ella? ¿La consideras un buen primer paso hacia la democracia o crees que hay que rechazarla?
Hay que rechazarla rotundamente en el referéndum. No cambia nada, sólo se han reformado un par de cosas que ya Mubarak estaba de acuerdo en cambiar. El presidente sigue teniendo más poder que el parlamento y eso no puede ser así, si el presidente toma una decisión que no es buena para el pueblo el parlamento debe poder pararla. No nos vale con una constitución corregida, debemos hacer una nueva empezando de cero. Sólo así habrá triunfado la revolución.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.