Revisado por Caty R.
«La tragedia moderna de los judíos consiste en que, lejos de aprender de sus sufrimientos, tratan a los palestinos igual que los nazis los trataron a ellos» (Arnold Toynbee, 1968, historiador inglés)
El general nazi Jürgen Stroop, comandante del aplastamiento del gueto de Varsovia y el general sionista Gabi Ashkenazi (de ascendencia paterna búlgara y materna siria), conductor de la operación genocida «Plomo Fundido» contra Gaza, Palestina Ocupada.
Ante la deportación y exterminio de sesenta mil polacos, de religión judía, que quedaban en el gueto de Varsovia y que el 19 de abril de 1943 opusieron resistencia armada contra la ocupación nazi, Himmler, jefe de las SS, envió a sus regimientos encabezados por Stroop, con instrucciones de aniquilar esa resistencia. Stroop, en sus escritos, curiosamente denomina «terroristas» a los polacos alzados en este gueto.
El periodista Amir Oren (utilizando como fuente a un alto oficial sionista) ha publicado en el diario Haaretz un documentado artículo donde afirma que los mandos del ejército extranjero de ocupación militar han estado estudiando las tácticas utilizadas por las SS nazis en el aplastamiento de la revuelta polaca en el gueto de Varsovia en 1943, con el fin de aplicarlas en las ciudades palestinas. Las similitudes, aunque en Gaza están aumentadas y depuradas, en la masacre y destrucción mediante la operación genocida «Plomo fundido», lanzada por la fuerzas de ocupación militar extranjeras israelíes, resultan evidentes.
Stroop, posteriormente incendió el gueto de Varsovia, escribiendo una frase tan inolvidable como abominable: «El barrio judío de Varsovia ya no existe». Frase tan repudiable como la que emitió recientemente Netanyahu (de ascendencia lituana-polaca de la comunidad ashkenazí) «Pido a la ONU que anule de inmediato el informe Goldstone. Hay que lanzar ese informe al basurero de la Historia».
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