Mahmud Abbas y Khaled Meshaal aseguraron ayer haber resuelto sus diferencias durante la reunión que mantuvieron en El Cairo para impulsar la aplicación del acuerdo de reconciliación firmado en mayo en la capital egipcia. Israel volvió a expresar su rechazo al acuerdo que pone fin al enfrentamiento entre Al-Fatah y Hamas al afirmar que entierra […]
Mahmud Abbas y Khaled Meshaal aseguraron ayer haber resuelto sus diferencias durante la reunión que mantuvieron en El Cairo para impulsar la aplicación del acuerdo de reconciliación firmado en mayo en la capital egipcia. Israel volvió a expresar su rechazo al acuerdo que pone fin al enfrentamiento entre Al-Fatah y Hamas al afirmar que entierra toda posibilidad de eventual regreso a las negociaciones entre el Estado sionista y la Autoridad Palestina (ANP), que llevan más de un año paralizadas.
En un encuentro mano a mano, que las respectivas delegaciones tendrán continuidad en diciembre, ambos líderes aprobaron un documento negociado entre Azzam al-Ahmad, responsable de Al-Fatah para la reconciliación, y Musa Abu Marzuk, número dos de Hamas, que prevé sobre todo «concentrarse en la resistencia pacífica» frente a la ocupación y la colonización israelí.
Abbas y Meshaal coincidieron en que el encuentro ha creado la atmósfera adecuada que dará un impulso a la causa palestina, porque «ya no hay diferencias entre nosotros», aseguró el presidente de la ANP y líder de Al-Fatah, quien agregó que «queremos trabajar como socios y tenemos una responsabilidad conjunta hacia nuestro pueblo y nuestra causa».
Nueva página
«Queremos tranquilizar a nuestro pueblo, de que con esta reunión hemos abierto una nueva página de alto nivel de entendimiento, preocupación por la asociación y seriedad en la aplicación del acuerdo y de todo lo que tiene que ver con la organización de la patria palestina», manifestó Meshaal.
La de ayer fue la primera reunión entre ambos líderes palestinos desde la firma, el 4 de mayo en El Cairo, del acuerdo de reconciliación nacional por todas las facciones palestinas tras el pacto sorpresa logrado el 27 de abril por Hamas y Al-Fatah. Aquel acuerdo puso fin a la disputa entre ambos, que se remontaba a junio de 2007.
Ese acuerdo de mayo, cuya aplicación se había estancado y que la reunión de ayer busca implementar, contempla la constitución de un Gobierno de unidad nacional de tecnócratas e independientes que se encargará de organizar las elecciones previstas para mayo de 2012. Todos los movimientos palestinos tomarán parte en la constitución de ese Ejecutivo, según se indicó ayer. Su sede estaría en Gaza y su primer ministro no parece que vaya a ser el actual jefe del Gobierno en Ramallah, Salam Fayyad, a cuyo nombramiento se opone radicalmente Hamas. Ayer, el propio Fayyad reiteró estar dispuesto a renunciar a esa posibilidad para favorecer la reconciliación palestina.
«Nos hemos puesto de acuerdo para concentrar nuestra próxima etapa en la resistencia popular pacífica y vamos a formar comités para llevarla a cabo», explicó Izzat al-Rishq, dirigente de Hamas, durante una rueda de prensa conjunta ofrecida junto a Al-Ahmad al término de la reunión. «Confirmamos el alto el fuego en Cisjordania y la Franja de Gaza», añadió.
Por su parte, Al-Ahmad recordó que «hay un acuerdo para unificar las fuerzas de seguridad y las instituciones civiles, y vamos a ponerlo en práctica».
Según el documento aprobado ayer, y citado por AFP, ambas partes coinciden en que «las negociaciones (con Israel) han llegado a un callejón sin salida» y se explorarán alternativas.
También confirma un «acuerdo claro sobre el establecimiento de un Estado palestino en los territorios ocupados en 1967, Cisjordania y la Franja de Gaza con Jerusalén Este como capital», lo que significa junto a, y no en lugar de, Israel, como se recoge en el programa fundacional de Hamas, aunque sus líderes abogan desde hace años por un acuerdo con base en esas fronteras previas a la Guerra de los Seis Días, es decir, un Estado palestino en el 22% de la Palestina histórica, pero sin reconocimiento formal del vecino Estado de Israel, que ocuparía el 78% restante.
Además, respalda la celebración de las elecciones presidenciales, legislativas y al Consejo Nacional Palestino en mayo de 2012, con la formación de un Gobierno de unidad nacional tras los comicios.
Según fuentes citadas por la agencia palestina Maan, Abbas y Meshaal volverán a reunirse el próximo 15 de diciembre en El Cairo y se espera que para entonces fijen la fecha para la celebración de las elecciones.
Al-Ahmad y Al-Rishq indicaron que ayer se acordó cumplir con los términos del acuerdo en relación a la liberación de detenidos -en manos de cada uno de los movimientos-, lo que generaría un buen clima para a celebración de la cita electoral.
Según AFP, el 20 de diciembre en El Cairo habrá otra «reunión de la dirección de la OLP con todos los movimientos palestinos, incluidos el Hamas y Yihad Islámica», que no forman parte de la organización, para reformar sus órganos directivos, anunció al-Ahmad. Y dos días después, el 22, volverán a reunirse todas las facciones que firmaron el acuerdo de reconciliación para informarles del pacto entre Al-Fatah y Hamas y formar el nuevo Gobierno de unidad que organice las elecciones, agregó.
Pataleta de Israel
El viceprimer ministro israelí, Silván Shalom, señaló que el acuerdo entre Al-Fatah y Hamas da al traste con el diálogo entre Israel y la ANP. «No se puede hablar con un Gobierno uno de cuyos miembros principales llama a la destrucción del Estado de Israel», dijo en referencia a Hamas.
Shalom dejó claro que Israel «no conversará con un Gobierno que no declare públicamente su reconocimiento del Estado de Israel, rechace el terrorismo y acepte los acuerdos previamente firmados por Israel y la OLP», las tres condiciones del Cuarteto de Madrid (EEUU, UE, ONU y Rusia), que Hamas rechaza.
La oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, por su parte, exigió nuevamente a Abbas «parar el proceso de reconciliación con Hamas».