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Algunas implicaciones en la unificación monetaria y cambiaria

Fuentes: El Estado como tal (Blog)

Introducción En enero de 2014 se impartió el Seminario Nacional sobre las Normas de la Unificación Monetaria, con énfasis en los aspectos conceptuales del proceso de unificación monetaria y cambiaria. Como complemento, a manera de preparación, se explicó con cierto detalle a los diversos funcionarios de organismos y empresas los proyectos de metodología para la […]

Introducción

En enero de 2014 se impartió el Seminario Nacional sobre las Normas de la Unificación Monetaria, con énfasis en los aspectos conceptuales del proceso de unificación monetaria y cambiaria. Como complemento, a manera de preparación, se explicó con cierto detalle a los diversos funcionarios de organismos y empresas los proyectos de metodología para la modificación de los precios minoristas y mayoristas, incluyendo las normas contables a aplicar. Se consideró inminente realizarlo.

A finales del 2017 Raúl Castro, aseguró en la Asamblea Nacional conocer que: «Aunque la eliminación de la dualidad monetaria y cambiaria por sí misma no solucionará mágicamente todos los problemas acumulados en la economía cubana, constituye el proceso más determinante para avanzar en la actualización del modelo económico por el impacto que tendrá en todas las esferas del quehacer económico y social de la nación.»[1]

En esa misma Asamblea Nacional el responsable directo de la tarea, Marino Murillo, complementó lo antes expresado con datos poco divulgados: «Con relación a la dualidad monetaria y cambiaria, se ha venido trabajando y se está trabajando intensamente. Hay 13 subgrupos de trabajo con más de 200 personas trabajando con toda intencionalidad en este tema, e incluso, en esas 200 personas tenemos localizadas a algunas personas en el ámbito internacional que son muy profesionales en este tema y se han ido teniendo encuentros con ellos. La dualidad monetaria y cambiaria tiene un efecto en toda la sociedad y en la economía, y no es solo quitar una moneda y poner un tipo de cambio: tiene que ver con la formación de los precios, tiene que ver con el ingreso de las personas, tiene que ver con la capacidad de compra que tiene el salario, de lo que tanto se ha hablado en estos días, y lo que puedo informar es que eso, en estos momentos, todos los estudios hechos en estos años han permitido tener bien definido cuáles son las premisas y cuáles son los problemas que hay que resolver y se trabaja intensamente.»[2] Sobre lo anterior Prensa Latina indicó que «el funcionario aseguró que la unificación monetaria constituye una prioridad.»[3]

Antecedente

Numerosos especialistas, profundos conocedores de la economía cubana, ante la prolongada demora de darle solución, han expuesto disímiles criterios al respecto.

Juan Ferrán y este autor el 14 febrero de 2018 recomiendan no demorar más las primeras acciones en ese sentido. Consideran deben adoptarse pasos precisos, pues urge alterar el sector empresarial, como otros conocedores han indicado antes y después. El escrito sugiere una posible secuencia de acciones: a) Definir la moneda única y otorgarle convertibilidad; b) Mantener la segmentación entre empresas y población; c) Establecer una tasa fija para las empresas. Idealmente 5 pesos por 1 dólar; d) Establecer una tasa fluctuante para el cambio de divisas por pesos nuevos. Solo para la población y los turistas; y e) Asegurar una asignación mensual de divisas para sustituir las ventas realizadas en las cadenas de tiendas.[4]

Además, alerta que: «La eliminación de la dualidad es un campo minado. La solución ha de ser gradual. El acto final no depende de una decisión administrativa, que implicaría una terapia de choque. El aumento de la productividad del trabajo es la única solución a la unificación de ambas tasas. A ello debe contribuir la recuperación del mercado de compradores. Se perdió hace medio siglo y es preciso recuperarlo para que el dinero vuelva a ser un estímulo suficiente. Es necesario restituir a la demanda el poder de comprar una ilusión, como dijo la poetisa matancera.»[5]

En marzo 2019 se publicó un amplio criterio de Armando Nova sobre la unificación monetaria y cambiaria. En su título incluye que es una «decisión impostergable» a resolver. Ofrece una recopilación del desarrollo y situación actual, en general conocida por los especialistas, más sus opiniones sobre potenciales acciones. Rápidamente sus criterios fueron comentados por varios conocedores de la economía cubana, aportando diversos enfoques.[6]

Este material no participa en ese debate, sólo advierte un ángulo diferente, con ciertas implicaciones al proceder a la unificación, sin incluir mayor detalle.

Implicaciones

  • Un logro de la unificación es la obtención a mediano plazo de mayor transparencia y veracidad en los indicadores macroeconómicos, una vez estabilizado el proceso. Mientras transcurre ese proceso, se altera la continuidad estadística en muchas actividades, particularmente aquellas en valor, pero sin afectar las magnitudes en físico.
  • El impacto sobre el sistema empresarial es de enorme diversidad, aunque puede simplificarse en tres grupos representativos: a) productores exportadores que se benefician; b) entidades importadoras que se perjudican; y c) actividades sólo con ventas nacionales, cuyo efecto es también de deterioro si requieren recursos importados. Este aspecto empresarial es el más estudiado por los más de 200 especialistas consagrados a la unificación, que deben prever los numerosos desajustes a enfrentar y las medidas para su paulatina solución, incluida la estadística y los vínculos con el exterior.[7]

Cuando los análisis iniciales se llevaron a cabo en el 2014, se apreciaron grandes desafíos bancarios, financieros, en precios mayoristas y en los precios minoristas, intentando prever su repercusión en los registros contables. Fue un análisis realizado para una economía donde no se había difundido, como ocurrió después, el sector no estatal en forma de cooperativas no agropecuarias, cuentapropistas y sus empleados, que se beneficia al estar obligadas las instituciones estatales a registrar contablemente 1CUC=1CUP. Se asume que la unificación equiparará después ambas formas de propiedad.

  • Elimina desventajas en las operaciones de importación y exportación del sistema empresarial, lo que compensa con creces cualquier potencial perjuicio o trastorno transitorio. Hasta ahora, para cualquier empresa cubana, importar es más conveniente, pues permite vínculos con el exterior. La producción exportada recibe divisas y gasta pesos, a veces exageradas cantidades de pesos, por lo que en algunos casos la unificación significará su irrentabilidad.

No es posible desestimar que la unificación afectará de inmediato la actividad de dos instituciones.

  • CADECA se modifica por reducción y gran parte del personal quedará excedente, pues pierde gran parte de los actuales canjes. Hoy es cambiar CUC por pesos y viceversa. El canje de moneda extranjera por moneda nacional permanecería en aeropuertos y zonas turísticas, con menor importe.
  • Son evidentes las insuficiencias integrales del sistema bancario, en equipamiento, capacitación y difusión nacional. En general el sistema no parece disponer de la suficiente agilidad y poder afrontar el mayor volumen en operaciones que demandarán las nuevas condiciones. Hace poco esa situación ha sido atendida por el gobierno. Se expresó «…reconocer, en palabras del Presidente cubano, la importancia del sistema bancario, la importancia del sistema bancario en la implementación de las políticas monetaria, financiera y crediticia, así como el papel decisivo que debe desempeñar en la ampliación del camino hacia el comercio electrónico.» [8]

Otras implicaciones tienen similar trascendencia, aunque lo más urgente a determinar es la fijación de la tasa de cambio del peso.

  • Existen autorizadas en el país alrededor de una decena de tasas de cambio diferentes, según objetivos específicos.[9] Es imprescindible tender a su simplificación, ya sea emplear una universal o, como ante se indicó, durante un tiempo mantener una para la población y otra para el sector empresarial. La gran diversidad autorizada complica enormemente su unificación con tasas simplificadas.
  • Circula un creciente exceso de circulante en ambas monedas, e incluso la población mantiene sustanciales montos de moneda externa. Una magnitud importante del circulante se mantiene en depósitos bancarios, otra parte es en efectivo (campesinos, empresarios privados y familias solventes). Como se conoce existe una concentración en la tenencia del dinero. Lo recomendable en la unificación monetaria y cambiaria es aplicar cierto manejo de los montos en cuentas bancarias, a lo cual serían inmune quienes conservan moneda extranjera o mucho efectivo en dinero nacional.
  • Durante años ha sido aprobadas numerosas medidas urgentes, como solución perentoria a problemas concretos de colectivos o empresas, aplicadas de forma independiente una de otra, sin coherencia, lo que ha complicado acometer su solución integral al unificar. Un ejemplo, es el mecanismo de formación de la retribución a trabajadores, con salarios excesivamente elevados[10] en la Zona Espacial de Mariel. No sólo ha captado personal calificado de centros industriales de cuatro municipios circundantes, sino de provincias alejadas, quienes han erigido dos o tres sitios de viviendas precarias en la carretera de Mariel.
  • Si la unificación fuese una cuestión puramente económica, en Cuba se mantendría el peso convertible. Se ha reiterado que en la unificación se mantendrá la moneda normal, dado que socialmente sería difícil explicarle a un trabajador que su salario mensual será de 35 o 50 CUC ―875 o 1200 CUP― aun cuando la cifra en valor sea exactamente la misma. Pero los pesos normales tienen el inconveniente de multiplicar la cantidad de dinero en circulación para todos los bienes y servicios hoy en pesos convertibles. Un litro de aceite de cocina de 2.00 CUC equivale a 50.00 pesos normales; un televisor de 400 CUC son 10 mil pesos; mientras un auto de 18 mil CUC serían 450 mil pesos. Muchos son importes astronómicos para cualquier trabajador,[11] pues el salario medio del país no alcanza los mil pesos y alta proporción mucho menos.

Enfoque personalizado

Otra forma de examinar las implicaciones de la eliminación de la dualidad monetaria es enfocarlo en las personas, no necesariamente cubanos. En este caso se seleccionan dos tipos de personas:

A. Los inversionistas y personal extranjero residente permanente o temporal.

Los inversionistas, técnicos de otros países, diplomáticos, representantes de firmas externas y otros casos diversos de extranjeros que viven en Cuba relativamente al margen de la población, son personas que requieren un obligado contacto constante con los pesos cubanos normales. En términos monetarios también en ellos incide la unificación, aunque únicamente por los pesos convertibles y dólares, euros u otras monedas no emitida en Cuba, pues la últimas son requeridas para viajar al exterior o importar suministros o equipos.

Son personas que generalmente hoy adquieren sus alimentos, servicios y bienes de todo tipo en el área de los pesos convertibles, aun cuando ocasionalmente puedan incursionar en los pesos normales a través de personal subalterno nacional, quien le suministra determinados artículos o servicios de forma independiente. Significaría para el personal extranjero el equivalente a una eliminación de los pesos convertibles, obligándoles a manejar en el territorio nacional sólo los pesos cubanos, fundamentalmente en billetes de alta denominación (100, 200, 500 y 1000), dada la magnitud de los importes que habitualmente manejan hoy en CUC.[12]

B. La población.

Las diferencias de ingreso existente en la población son mucho mayores que hace unos años, lo que genera mayores estratos en los niveles de vida familiares.

Existe hoy cierta cantidad de cubanos con muy altos ingresos, sean en pesos normales, pesos convertibles o, incluso, en moneda extranjera. Algunos después de trabajar suficientes años en organismos internacionales, se encuentran retirados y reciben su pensión desde el exterior. Hay miles que fueron enviados al exterior como colaboradores y acumulan altos importes de CUC en cuentas bancarias, disponible a extraerse al segundo mes del regreso definitivo. Existen artistas, artesanos, o campesinos que obtienen sistemáticamente suficientes ingresos por heterogéneas razones. Deportistas, contratados en otros países, pueden cada temporada ingresar grandes cantidades de moneda externa.

De hecho, la población hace bastante tiempo equiparó en la práctica, según la tasa de cambio vigente, ambas monedas cubanas, por lo que el efecto de la unificación no tendría grandes efectos prácticos. Un sesgo estaría en que aquellos comercios o transacciones personales que actualmente aplican tasas ligeramente diferentes (por ejemplo, 23 pesos cubanos por CUC), a fin de captar el margen a su favor, lo que desaparecería al emplear una única moneda.

Epílogo

Prácticamente todos, las autoridades y los especialistas, están de acuerdo en la urgencia de resolver la dualidad monetaria y cambiaria cubana, así como que la máxima importancia es el sistema empresarial estatal. Concuerdan también en que será un proceso amplio y complicado, con algunas acciones inmediatas y otras aplicadas en los meses posteriores. Se está de acuerdo en surgirán desajustes no previsibles, que para su estabilización debe disponerse de suficientes sumas en moneda extranjera.

Desgraciadamente, cuando existen problemas generales que persisten largo tiempo, como la dualidad monetaria cubana, aparecen y se difunden en parte de la población interpretaciones y expectativas múltiples. Ante la demora, el gobierno toma decisiones para resolver casos específicos, pero la acumulación de decisiones independientes hace que resulte cada vez más difícil lograr darle una solución correcta e integral a la unificación en sus diversas facetas.

Hasta el momento, en el arsenal de potenciales soluciones hay algunas acciones descartadas por Cuba. Entre ellas está la devaluación de la paridad de la moneda cubana, sugerida hace meses por Humberto Pérez. También sustituir las dos monedas actuales por una nueva, siempre que sea posible afrontar el costo de su impresión.[13] Estas son acciones que facilitan flexibilizar muchos de los aspectos considerados, al permitir, de un lado financiar medidas convenientes, del otro proceder a establecer lo conocido como «corralito», ajuste temporal para reducir sustancialmente el exceso de circulante nacional.

Notas:

[1] Sitio WEB Periódico Granma, diciembre 21 de 2017. Artículo: Los problemas que hemos enfrentado en la Actualización (del Modelo Económico) son más complejos y más profundos que lo que habíamos pensado.

[2] Ibídem

[3] Prensa Latina, reporte, diciembre 21 de 2017.

[4] Publicado en Catalejo, 9/4/2018, medio digital de la Revista Temas, artículo Contrapunteo monetario.

[5] Ibídem.

[6] Hasta este momento participan, Peter Monreal, Humberto Pérez, Joaquín Benavides y Julio Carranza.

[7] Las consecuencias con el salario, los precios, las divisas y otros han sido debatidos.

[8] Periódico Granma, Artículo: Que los servicios bancarios respalden todos los procesos importantes de la economía, marzo 16/2019, pág. 3

[9] Ejemplos son: exclusiva en la Zona Especial de Mariel, la experimental otorgada a AZCUBA y BioCubaFarma, lo autorizado a la compra de combustible y otros recursos a los taxis amarillos, algo similar para los denominados almendrones, lo aprobado para los campesinos que venden directamente a los hoteles, la tasa para compra de ropa de trabajadores, tasa para lo entregado anualmente a ciertos trabajadores, y otros más.

[10] Respecto al promedio del resto de los trabajadores estatales.

[11] Hace años un simple colchón camero de espuma de goma (baja calidad) en venta libre tiene un precio superior a los 2 mil pesos (en este momento escasea). Uno de muelles ofertado en CUC por la Web sobrepasa los 8 mil pesos normales.

[12] El autor recuerda que, al llegar a Buenos Aires recibió un billete de medio millón de australes (billete argentino en ese momento), que equivalía a 50 dólares norteamericanos. Después de la Segunda Guerra Mundial, cualquier artículo de uso común en Italia costaba millones de liras. Más recientemente hay países que han sufrido hiperinflación.

[13] Estimado en un costo cercano a un cuarto de millón.

Fuente: