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El organismo estudia si el proceso de ilegalizacion de batasuna es acorde a las normas internacionales

Amnistía Internacional insiste en el Parlamento Vasco en la necesidad de acabar con la incomunicación de los detenidos como forma de luchar contra la tortura

Fuentes: Gara

La secretaria general de Amnistía Internacional, Irene Khan, insistió ayer ante el Parlamento de Gasteiz en la necesidad de acabar con el periodo de incomunicación de los detenidos como forma de luchar contra la tortura, al tiempo que aconsejó adoptar otras medidas como la instalación de cámaras de vídeo y la grabación de los interrogatorios. […]

La secretaria general de Amnistía Internacional, Irene Khan, insistió ayer ante el Parlamento de Gasteiz en la necesidad de acabar con el periodo de incomunicación de los detenidos como forma de luchar contra la tortura, al tiempo que aconsejó adoptar otras medidas como la instalación de cámaras de vídeo y la grabación de los interrogatorios. Además, anunció que el organismo estudia el proceso de ilegalización de Batasuna.

Hace poco más de un mes, el tripartito evitó en el Parlamento que la Ertzaintza tuviera que aplicar las recomendaciones del Relator de la ONU contra la Tortura, entre las que se encontraba la de poner fin al periodo de incomunicación de los detenidos. Ayer, los representantes de PNV, EA e IU alabaron la intervención de Irene Khan ante la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara autonómica, en la que la secretaria general de Amnistía Internacional volvió a reiterar la necesidad de eliminar la incomunicación.

Irene Khan compareció en la mañana de ayer ante el Parlamento acompañada de otros miembros de Amnistía Internacional relacionados con sus actividades en el Estado español. Antes se habían entrevistado con la Ararteko en funciones, Mertxe Agúndez, y con posterioridad se reunió con el presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, y con el lehendakari, Juan José Ibarretxe. La delegación de AI está estos días girando una visita al Estado español.

La intervención ante la Comisión de Derechos Humanos comenzó repasando someramente los ejes recogidos en el informe anual publicado recientemente. Irene Khan puso sobre la mesa desde un inicio su repulsa por las conculcaciones de derechos humanos cometidas por organizaciones armadas y se solidarizó con las personas que viven en Euskal Herria atemorizadas por la violencia.

A renglón seguido, explicó que «los gobiernos tienen la obligación de proteger a la gente de estos actos de violencia, pero en ese proceso deben garantizarse los derechos humanos». Por ello, señaló la preocupación de Amnistía Internacional por las denuncias de torturas recibidas. Khan apuntó que la tortura no es sistemática pero «tiene una incidencia suficientemente grave como para que las autoridades se la tomen en serio». En este contexto, denunció la «dura» respuesta dada por el Gobierno del PP al informe del Relator de la ONU.

Una vez más, la secretaria general de AI reiteró las medidas a adoptar para atajar la tortura, entre las que destacó la necesidad de poner fin al periodo de incomunicación, puesto que «genera un entorno que favorece la tortura o, al menos, las probabilidades de tortura aumentan muchísimo y podemos constatarlo». También abogó por la instalación de cámaras de vídeo en los centros de detención y la grabación de los interrogatorios. Demandó asimismo que las denuncias se investiguen con celeridad y los resultados se hagan públicos. Concluyó que «acabar con la tortura es una cuestión de voluntad política».

Irene Khan mostró también su preocupación por el cierre de «Egunkaria», por afectar a un derecho fundamental como es el de expresión. A preguntas de Jone Goirizelaia, anunció que Amnistía Internacional está estudiando si el proceso de ilegalización de Batasuna «ha sido justo». «Estamos trabajando explicó para comprobar si el procedimiento seguido está de acuerdo con las normas internacionales o si tiene fallos y responde a motivos políticos».

Por la tarde, Khan se entrevistó con Juan José Ibarretxe, quien le anunció que el Ejecutivo de Lakua está evaluando los resultados de la puesta en marca del protocolo de la Ertzaintza y se mostró dispuesto a trasladar sus conclusiones a Amnistía Internacional.

La secretaria general de AI y el lehendakari compartieron también una misma preocupación por la violencia contra las mujeres y la protección de los derechos de los inmigrantes, y estuvieron de acuerdo en el importante papel que debe desempeñar la educación en Derechos Humanos.

Menciones a «Egin», GARA y HZ

Jone Goirizelaia fue la que más cuestiones planteó a Irene Khan, algunas de las cuales quedaron sin respuesta. Recordó que con anterioridad al cierre de «Egunkaria» se produjo el de «Egin», y comentó la amenaza de ahogo económico que se cierne sobre GARA. Tras la sesión, la secretaria general de AI le re- quirió más información al respecto. También se interesó por el caso de HZ, aunque por su inmediatez todavía no ha sido analizado.

Derechos humanos «sin excepción»

El portavoz de EA, Rafael Larreina, destacó en su intervención la coincidencia con Amnistía Internacional a la hora de mantener el principio de que «en materia de derechos humanos no hay excepciones». En lo relativo a la ilegalización de candidaturas, se ofreció a trasladar a AI información sobre listas independientes no ligadas a la izquierda abertzale anuladas en las municipales y de las que dijo que estaban doblemente indefensas.

«Sin asesinos no habría torturas»

Tras agradecer la labor de AI, el portavoz del PSE en la comisión, Jesús Loza, mostró cierta preocupación por el hecho de que la denuncia de la tortura «que condenamos enérgicamente» llevara a una cierta equiparación entre las víctimas y los victimarios, «y eso nos duele». Se preguntó por qué existe la tortura, «que no se puede decir que sea generalizada», y se respondió que «si no hubiera asesinos, no habría víctimas y no estaríamos en esta espiral infernal».

Defensa de la incomunicación

Santiago Abascal se interesó por dos afirmaciones de Irene Khan en una entrevista. La primera, sobre la condena de los atentados contra civiles, recordando que muchas víctimas de ETA han sido militares y policías. Y la segunda sobre la identificación de la incomunicación como tortura. Concluyó diciendo que el PP apoya la incomunicación. Khan achacó la primera cuestión a una mala traducción y explicó que la incomunicación no es tortura, pero sí la favorece.

«A cada cual le interesa lo suyo»

La portavoz del PNV fue la única que leyó su intervención y, adoptando una posición elevada, apuntó que en las intervenciones del resto de grupos ya se había comprobado que cada cual se preocupa por aquellas cuestiones de los derechos humanos que le atañen más directamente. Al final, se interesó por la impunidad de los crímenes del 3 de marzo, por la persecución del euskara y por «la identificación del nacionalismo democrático con el terrorismo».