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Antes de que nos roben la paz

Fuentes: La Joven Cuba

He dicho varias veces que no me tomo en serio la llamada «oposición» cubana. Este grupo de personas solo proponen sumarse a la industria del resentimiento político cuyo objetivo es destruir lo construido, regresar al pasado y nada más. Usan dinero para eventos a los que nadie va, viajes que son más turismo que otra cosa […]

He dicho varias veces que no me tomo en serio la llamada «oposición» cubana. Este grupo de personas solo proponen sumarse a la industria del resentimiento político cuyo objetivo es destruir lo construido, regresar al pasado y nada más. Usan dinero para eventos a los que nadie va, viajes que son más turismo que otra cosa y movilizaciones a las que nadie se suma, poco serios y muy serviles a intereses extranjeros estos señores. Quien lo dude puede consultar en Internet quiénes los invitan/apadrinan y llegarán a la misma conclusión.

En otras ocasiones he bromeado incluso con algunas de sus denuncias (Mentiras y chapapotes y ¿Estamos locos los cubanos?) como dije antes es difícil tomarlos en serio y todo lo convierten en un sainete para ganar dinero, como declaró Jonathan Farrar, entonces jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba. Esta vez sin embargo veo una noticia que creo que no debemos pasar por alto porque ya tenemos antecedentes de provocaciones y medios esperando para la campaña mediática.

En un documento llamado «Desobediencia y Rebeldía» un grupo de estos «desconectados de la realidad de su país» como los definiera Jonathan Farrar, proponen traer a Cuba los mismos métodos de lucha que emplea la derecha en Venezuela y ahora en Nicaragua.

Uno de ellos plantea: «Nosotros creemos que la línea debe ser la misma que ha tenido la oposición venezolana en Soy Venezuela, lo mismo que estamos viendo en Nicaragua y el grupo de personas que están diciendo allí que se tiene que acabar el régimen…». Agregó luego que «El cómo es el pueblo en la calle, ese es el objetivo, acudir a la desobediencia y a la rebeldía del pueblo…»

Es obvio que esto es un absurdo más, pero esta vez muy grave porque no podemos olvidar que en Venezuela los llamados «opositores pacíficos» quemaron vivas en las calles a varias personas solamente por parecer chavistas. La cuestión entonces no es que puedan hacer lo mismo en Cuba porque no será así, sino sus intenciones.

Si ven bien quemar viva a una persona en las calles, quemar medios de transporte, universidades y hasta círculos infantiles (como hicieron en Venezuela) entonces ¿cuál es su propuesta para el futuro de Cuba si alguna vez tomaran el poder?

Entre los firmantes del documento hay unos cuantos vinculados a la violencia contra Cuba, los mismos que viven añorando el regreso a la Cuba de antes de 1959 con su pobreza y su Buró de Represión de Actividades Comunistas (BRAC). Esos son los paladines de la democracia, los que cuando gobernaban en la isla no dudaron en reprimir y asesinar a quien fuera un estorbo.

La «oposición» hasta hoy no ha dado muestras de que debamos tomarla en serio, pero cuando convocan a la violencia, quizás sea momento para hacerlo. Porque echar por tierra los sacrificios de un pueblo y ser cómplice del bloqueo que lo agobia es una cosa, pero desestabilizar y alterar la paz nacional, ya son otros cinco pesos. Así que tomemos un minuto y valoremos en serio qué hacer antes que nos roben la paz nacional.