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Hebrón

Aplastando la resistencia palestina con el pretexto de perseguir delitos y proteger intereses empresariales

Fuentes: Al Akhbar English

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.

Miembros de las fuerzas de seguridad palestinas detienen a un manifestante palestino durante los enfrentamientos desatados después de que un grupo de seguidores de Hamas intentara llegar a un puesto de control israelí en protesta contra las restricciones impuestas por Israel en el recinto de la Mezquita de Al-Aqsa, en la ciudad de Hebrón, Cisjordania, el 17 de octubre de 2014 (Foto APA/Mamun Wazwaz)

La Unidad 101 de la Autoridad Palestina (AP) está llevando a cabo una importante campaña de seguridad en el sur de Hebrón, con la intención, según se afirma, de perseguir a delincuentes fugitivos en búsqueda. Pero al hallarse esa región bajo el control de la ocupación israelí, las armas que está incautando la AP no son «armas ilegales» sino las «armas de la resistencia». Aunque sería inexacto afirmar que no allí no se produzcan actividades delictivas, las operaciones de la AP en las áreas donde existen fricciones con la Ocupación no pueden ser enteramente inocentes.

Hebrón.- El 16 de octubre, las fuerzas de la seguridad palestina mataron a tiros a Bilal al-Rajabi, un hombre joven, tras los enfrentamientos acaecidos en la zona sur de la ciudad de Hebrón (sur de Cisjordania), un área totalmente controlada por las fuerzas ocupantes israelíes.

En esas fechas, la AP afirmó que Rajabi era un fugitivo buscado y parte de un grupo de delincuentes a los que las fuerzas de seguridad habían tendido una emboscada esa noche. Hasta ahora, la familia de Rajabi, que forma uno de los clanes más amplios e influyentes de la ciudad, no ha hecho declaración alguna. La cuestión no se ha resuelto tampoco a nivel tribal y no se ha pagado dinero de sangre por la muerte del joven, como es costumbre en los casos de arbitrajes tribales.

Como consecuencia de ese incidente, los dignatarios tribales de Hebrón y otras personalidades destacadas han hecho incansables esfuerzos y acudieron a la oficina del gobernador de Hebrón en un primer intento de contener las repercusiones del incidente y evitar una reacción popular contra la Autoridad Palestina y la Ocupación, una posibilidad que la AP teme enormemente.

En paralelo con esos esfuerzos, se lanzó una campaña de seguridad a gran escala en la región sureña, con el supuesto objetivo de capturar fugitivos, según afirmó la AP, desplegando la Unidad 101, que anteriormente se había encargado de imponer el orden en Yenin tras el asesinato de Islam al-Tubasi, perpetrado por Israel el pasado año. La unidad lleva manejando la campaña represiva casi una semana ya, esperándose que esta sea la de mayor alcance desde la que se lanzó en 2010 la víspera del ataque en Bani Na’im, en el que murieron cuatro israelíes.

Para entender el objetivo de la represión dirigida por la AP, debemos recordar la naturaleza de toda la región sureña de Hebrón, que representa un área de confrontación directa con la Ocupación. En esa región encontramos también que los intereses económicos de los dignatarios de la ciudad y los empresarios, que la AP trata de preservar, son un factor importante en la imposición de amplias medidas de seguridad a fin de frenar las actividades «ilegales» que podrían amenazar esos intereses, ya sean esos actos contra la Ocupación o de naturaleza delictiva.

Un lugar conflictivo para la Ocupación

En 1997, se designó la región del sur en Hebrón como Área 2H, una clasificación basada en la división de la ciudad en dos áreas -1H y 2H-, una vez firmado el Protocolo de Hebrón entre la OLP y la Ocupación. Alrededor de 30.000 palestinos viven en el Área 2H, además de 500 colonos israelíes distribuidos en cuatro asentamientos. Desde entonces, toda la zona está bajo control total del ejército israelí, y no permiten que entren las fuerzas de seguridad palestinas a no ser que lo hagan en coordinación con la Ocupación.

Debido a la presencia de colonos allí, el área se ha convertido en una zona de confrontación directa con la Ocupación. Desde la década de 1980, se han producido numerosas operaciones contra la Ocupación, incluido el ataque en Haret al-Nasara en noviembre de 2002; el ataque contra el soldado israelí Gal Kobi, cerca de la Mezquita de Ibrahim en octubre de 2013; y numerosos enfrentamientos en los alrededores de la Escuela Tariq bin Ziad, cerca de la misma mezquita.

En 2010, la misma zona fue el escenario del asesinato de Nashat al-Karmi y Mamun al-Natsheh, que estaban tras el ataque en Bani Na’im (Operación Torrente de Fuego). En aquel tiempo, el pueblo de Yabal Yawhar recuperó los cuerpos de los dos mártires y los trasladó a un lugar no revelado por temor a que el ejército israelí se llevara sus cuerpos.

Por otra parte, la región sureña de Hebrón cumple una función crucial en apoyo de la zona industrial, una de las mayores en la provincia, que alberga la importante industria del mármol y la piedra, además de otras 270 fábricas que producen diversos artículos. Esto significa que cualquier problema de seguridad no sólo implica acordonar los barrios de la región sur, sino también el cierre de todas las fábricas y talleres de la zona industrial, causando inmensas pérdidas a sus propietarios y empleados. Esto explica por qué los últimos están interesados en un orden y seguridad duraderos.

Prioridades de la seguridad: a expensas de la población local

Por las razones antes explicadas, la región del sur se ha convertido en un foco de tensiones y crisis tanto para el establishment de la seguridad israelí como palestina, lo que implica que está siempre bajo estrictos controles de seguridad para evitar que los enfrentamientos de allí se propaguen al resto de Hebrón.

En otras palabras, que las decenas de miles de personas que habitan en esos barrios están viviendo en una «zona de disturbios». Sin embargo, la municipalidad está ausente del discurso de la oficina del gobernador, y la cámara de comercio es una referencia de las condiciones de vida de la población allí y de las razones que empujan a los jóvenes de la región, como afirma la AP, a involucrarse en el robo de coches y tráfico de drogas.

Ramala ha defendido su posición, diciendo que para el desarrollo de la ciudad es prioritario mejorar la infraestructura, incluyendo carreteras y redes de transporte. Sin embargo, esto se está haciendo a expensas de las escuelas, de las oportunidades de empleo para los jóvenes y de las reformas de la administración económica de Hebrón. En efecto, los recursos y las empresas están controladas por un puñado de personas influyentes que surgieron tras la segunda intifada, cuando las fuerzas de la Ocupación cerraron el centro comercial de la ciudad, ubicado, en más del 70%, en la región sur.

Tras la clausura, la mayor parte de la actividad económica se trasladó a la parte norte de Hebrón, lo que reforzó la estratificación de la ciudad en dos regiones, una al sur donde no se produce desarrollo alguno, lo que crea altas tasas de pobreza, abandono escolar, matrimonios tempranos y desempleo; y la región norte, donde se concentra la mayor parte de la actividad económica y de desarrollo.

Aunque la clase empresarial se ha enriquecido bastante, alrededor del 26,1% de la gente de Hebrón no tiene empleo. Esto ha alcanzado un nivel tan alarmante que la tasa de desempleo en la ciudad fue la más alta de Cisjordania en el primer trimestre de este año, siendo la causa fundamental de esta situación la prioridad concedida a las cuestiones de seguridad sobre las necesidades vitales de las personas.

Los líderes del clan: la otra cara de la Autoridad Palesitna

Todo esto explica por qué los poderes fácticos quieren controlar la situación en la región sur. Por un lado, los enfrentamientos en las inmediaciones de la Escuela Tariq bin Ziyad tienen que mantenerse bajo control. Por otro, las autoridades quieren acabar con actividades delictivas como el robo de coches, porque si de esta tarea se encargara la Ocupación, la zona entera ardería, cuando no toda la ciudad, como ya sucedió antes. Es por esta razón por lo que Israel está autorizando que entren fuerzas de apoyo en la zona, ¿y quién mejor para hacer esa tarea que los servicios de seguridad palestinos?

En este contexto, hay que prestar atención a los dignatarios de Hebrón, que desde los Acuerdos de Oslo han jugado un papel importante en apoyo de la AP y sus operaciones de seguridad en la ciudad. Incluso han adoptado un discurso que pide mejorar las condiciones de vida del pueblo palestino, aunque sea bajo la Ocupación.

Entre la muerte de Rajabi y la actual campaña, los dignatarios emitieron un comunicado explicando su posición, en el que decían: «Apoyamos todos los planes de nuestros hermanos de los servicios de seguridad en la campaña integral de seguridad hasta que todos sus objetivos se logren… en aras a preservar la seguridad y los fundamentos… de la paz civil». El comunicado añadía: «Todos los firmantes subrayamos la necesidad de no proteger a quienes infringen la ley y denunciar las campañas irracionales, destructivas y negativas contra la AP, a la vez que elogiamos las acciones de las fuerzas de seguridad en Bab al-Sawiya para controlar a los elementos subversivos en la zona cuyas acciones sirven involuntariamente a los objetivos de la Ocupación».

Es importante aquí elaborar la última parte del comunicado referente a Bab al-Sawiya. Esta zona ha visto grandes manifestaciones contra la Ocupación, lo que significa que los notables de la zona apoyan la represión llevada a cabo contra los manifestantes por los servicios de seguridad de la AP. Además, Bab al-Sawiya lleva dos años en proceso de «rehabilitación económica», lo que supone que ciertos elementos quieren evitar los daños a sus intereses económicos que se producen como consecuencia de las continuadas protestas contra la Ocupación.

No es ningún secreto que los comerciantes de la zona han expresado su a la oficina de enlace palestina malestar en más de una ocasión por los daños que los enfrentamientos producen en los intereses, y han solicitado a través de la cámara de comercio una solución radical a la situación de la seguridad en Bab al-Sawiya. Este es un hecho que el anterior comunicado confirma, al describir a los jóvenes que se enfrentan a la ocupación como «elementos subversivos», un término que la AP utiliza para condenar cualquier acción que no se ajuste a su propia noción del concepto de «resistencia pacífica».

Este artículo es una traducción al inglés del original en lengua árabe.

Fuente: http://english.al-akhbar.com/content/hebron-cracking-down-palestinian-resistance-under-pretext-criminal-offenses-and-business-int