A.- Sobre el Pensamiento Único: Valoración de daños estructurales, grados de responsabiilidades y reflexiones La derrota de los valores de la Izquierda, ha permitido que el Pensamiento Único se haya instalado mayoritariamente en las sociedades andaluza, española, europea. Un pensamiento que se equipara a una especie de nuevo catecismo que traduce en términos ideológicos, los […]
A.- Sobre el Pensamiento Único: Valoración de daños estructurales, grados de responsabiilidades y reflexiones
La derrota de los valores de la Izquierda, ha permitido que el Pensamiento Único se haya instalado mayoritariamente en las sociedades andaluza, española, europea. Un pensamiento que se equipara a una especie de nuevo catecismo que traduce en términos ideológicos, los intereses de un conjunto de fuerzas económicas, en particular del capital internacional, donde se relega a la sociedad civil y a las instituciones a jugar papeles de meros receptores de sus dictados.
El alcance de la derrota ideológica, dentro de las estructuras de los colectivos que pueden representar a las Izquierdas, es proporcional a la perdida de señas de identidad y en consecuencia perdida de perfil propio, credibilidad-coherencia y capacidad de movilización. No se trata de una derrota reciente, ni se ha producido hace unos pocos años, es el saldo actual de la lucha de clases.
Los voceros del pensamiento único, llevan adoctrinando a las sociedades varias décadas, provocando grandes contradicciones dentro de la socialdemocracia y la Izquierda Alternativa. Ambas izquierdas han pasado paulatinamente a instalarse en esta doctrina como formula de superación de sus contradicciones, amoldando sus estructuras de participación y sus discursos a los dictados de los voceros de turno. Es obvio que en las Izquierdas, la profundidad de los daños no ha sido igual, a modo de ejemplo, por una lado tenemos una socialdemocracia entregada en un 90% su base organizativa y social (PSOE y Movimientos Clásicos), y por otro lado una Izquierda Alternativa dañada su base organizativa y social en un 40% (IU y Movimientos Alternativos).
El acto reiterativo de no asumir colectivamente esta nueva realidad, impedido posicionarnos colectivamente ante la misma, nos ha llevado a una crisis fundacional de IU y de existencia del propio PCE. Creando tal confusión en nuestras estructuras de participación y en nuestra base social, que ha facilitado la institucionalización de la crisis y la permanente inhibición de lo que acontece a nuestro alrededor.
Ante esta situación existen diferentes niveles de complicidad, en un primer nivel se encuentran los irresponsables: Todas las estructuras y base social que han sucumbido a los dictados del sistema, en el segundo nivel se encuentran los responsables: Todas las estructuras y base social que han impedido posicionarnos colectivamente ante esta nueva realidad y por último los corresponsables: Todas las estructuras y base social que han intentado hacer ver la realidad que nos rodea y no han sido capaces de transmitirla al colectivo.
En el plano de los errores propios, tanto la Conferencia del PCE, como la propia Asamblea de IU, son una oportunidad donde podemos valorar el alcance de la derrota, los niveles de instalación en nuestras filas de la doctrina imperante, situar los ejes políticos/estructuras organizativas y elegir los equipos de coordinación del trabajo, que posibiliten el impulso de la nueva fase política.
B.- Crear Pensamiento Crítico: Ejes para la Nueva Fase, apuntes organizativos, breve caracterización de la actual sociedad
Para Crear Pensamiento Crítico debemos situarnos en la movilización, actualizar nuestras propuestas, ser coherentes con lo que se elabora y se aprueba colectivamente, asumir de una vez que nos dirigimos a una sociedad que ha cambiado. No podemos estar permanentemente convocando a algo que no existe o bloques críticos que solo se pueden encontrar en nuestros documentos. Debemos de caracterizar la nueva configuración y los nuevos componentes del Bloque Social Crítico.
Es complicado en el momento actual en el que nos encontramos, afrontar con profundidad, un análisis riguroso de los cambios y mutaciones, que ha sufrido nuestra sociedad en los últimos años. Sería un acto de irresponsabilidad no hacerlo. Sería un acto de responsabilidad seguir articulando un discurso a una sociedad que no conocemos y sería un acto de corresponsabilidad aportar un mínimo de donde partir.
La sociedad ha cambiado. El Estado Democrático de Derecho conquistado en España, tras cuarenta años de lucha antifranquista, donde los gobiernos que ha poseído se han dedicado, no solo a acatar las recetas neoliberales, sino que han sido de los más aplicados de Europa, ha configurado un estado de las cosas, al cual llaman democracia y no lo es. En el que cada vez son más los ciudadanos se siente atrapados, empapados en una especie democracia viscosa que, insensiblemente, envuelve cualquier razonamiento rebelde, lo inhibe, lo perturba, lo paraliza y acaba por ahogar cualquier intento de cuestionar el orden establecido.
Existe aún una gran parte de la sociedad que posee grandes dificultades para encontrar el nexo de unión entre política y conquistas sociales, entre participación y mejoras de la calidad de vida, provocando la primacía de las salidas individuales o parcialmente organizadas ante los problemas cotidianos que se les presentan.
El no cuestionar lo establecido y las salidas individuales o parcialmente organizadas, permite poco a poco, se vaya configurando una mentalidad sumisa que cree, como si de un acto de fe se tratara, que el hecho de no combatir a su adversario de clase. Cuando la propia impotencia y el poder del adversario son tan grandes, que no duda en refugiarse gustoso en la creencia y confianza. Como uno no puede defenderse, confía en que el adversario no llegue al extremo de excluirlo socialmente, por lo que se desiste de participar, impulsar o continuar las movilizaciones.
El movimiento alternativo y lo que se pueda movilizar del movimiento clásico son arrastrados por esta percepción de la realidad, caracterizándose mayoritariamente por un modelo de participación atrapado en estructuras organizativas y de trabajo que no sirven para conectar con una sociedad que ha cambiado a ritmo vertiginoso en los últimos años.
Un modelo de participación del que debemos de huir, para construir pensamiento crítico. Muchas veces, ocurre que en nuestro trabajo con los movimientos sociales y/o con aquellos que confrontan con las políticas neoliberales, se produce de manera más habitual de lo que pensamos, la situación de apropiación-desplazamiento-exclusión. Apropiación de la reivindicaciones sin el correspondiente apoyo de l@s ciudadan@s implicados, desplazamiento de la centralidad y el protagonismo de los agentes impulsores y exclusión de los mismos en la continuidad de la movilización. Este es un método de participación clásico con el que convivimos en la actualidad.
Ante este modelo, debemos poner en valor, la superación de la relación IU/electores, sustituyéndola por la relación sujeto/sujeto, partiendo de las demandas o necesidades planteadas por l@s ciudadan@s, sentidas por tod@s, como condición necesaria para que tod@s seamos los principales protagonistas del proceso, uniendo el análisis de la realidad y la acción política, comprendiendo la realidad social como una totalidad, concreta y compleja a la vez. En definitiva tenemos que construir permanentemente democracia participativa.
Una nueva forma de actuar en esta realidad. El PCE e IU ha de establecer una relación simétrica entre los diferentes movimientos alternativos, la ciudadanía y viceversa, proporcionando a los diferentes participantes del proceso una vía de reflexión y acción que les puede permitir una toma en conciencia de sus necesidades, permitiendo la emergencia de una ciudadanía en proceso capaz de salir del laberinto del pensamiento único
Además se hace necesario potenciar un trabajo directo persona/persona, llegar a la ciudadanía-sociedad organizada con un discurso común, una imagen común de publicaciones de fácil reproducción, la incorporación a las nuevas formas de comunicación y todos los elementos que nos permitan visualizar los conflictos de clase.
Teniendo presente que nuestra estructura organizativa y nuestra base social, la cual posee diferentes niveles de compromisos y dedicación de tiempo.. Debido a que los tiempos de trabajo y el ritmo frenético de vida al que nos enfrenta diariamente el neoliberalismo han provocado una escasez del recurso «tiempo» convirtiéndose en una prioridad política el aprovechamiento del mismo. Debemos de hacer una labor de racionalización de nuestra organización, siendo mas eficaces en la preparación y desarrollo de nuestro trabajo diario. Buscando espacios para que podamos trabajar colectivamente en la construcción de la alternativa al neoliberalismo.
Debemos mejorar la organización interna del trabajo basado en una repartición real de este, aplicando la premisa «un adcrito/simpatizante-una tarea». Asimismo debemos de aprovechar todas aquellas posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías como son los SMS, correos electrónicos, Chat,…, para agilizar nuestro trabajo y abrir vínculos complementarios con personas que, en gran número, no van ha establecer un compromiso militante clásico, la idea es vincular a simpatizantes y base social con IU, mediante una redes de información y tareas concretas.