Cuando dos fuerzas se enfrentan y una miente y busca apropiarse de lo que pertenece a la otra, es porque no comparten ni los mismos valores, ni los mismos objetivos. Hace dos años, en Agosto, se firmó el acuerdo de paz. El ejército colonialista y racista israelí, que ocho años atrás había impuesto un bloqueo […]
Cuando dos fuerzas se enfrentan y una miente y busca apropiarse de lo que pertenece a la otra, es porque no comparten ni los mismos valores, ni los mismos objetivos.
Hace dos años, en Agosto, se firmó el acuerdo de paz. El ejército colonialista y racista israelí, que ocho años atrás había impuesto un bloqueo al pueblo de Gaza que lo aislaba del mundo, se vió obligado a sentarse con la Resistencia Palestina. Ahora se cumplen diez años de bloqueo. Hace 2, el terror desatado por Israel le proveyó de la peor imagen internacional, ha sido condenado por cometer Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad en la Comisión de Investigación de Naciones Unidas, y las denuncias palestinas han llegado a la Corte Penal Internacional. Las más altas instancias internacionales de Justicia y Derechos Humanos vienen condenando a Israel, pero Israel desprecia al mundo, se enfrenta al mundo, no comparte los mismos valores, ni los mismos objetivos. La colonización, el racismo, el apartheid, la expulsión de la población palestina de su país, el bloqueo, los asesinatos, selectivos y en masa, condenan al sionismo.
Hace 2 años, en 51 días de terror, entre Julio y Agosto, empleando todo tipo de armas, incluyendo prohibidas, causaron entre la población prisionera de Gaza 2.147 muertos, de los que 530 eran niñas y niños, además dejaron 11.000 personas heridas, más de 3.000 han quedado con lesiones de las que no se pueden recuperar. Como los sionistas odian los colegios derribaron 250; como odian a los habitantes de Gaza porque resisten en su tierra, derribaron 17.000 viviendas, aún hay más de 100.000 personas viviendo entre las ruinas; derribaron a bombazos bloques de pisos con sus habitantes dentro y subidos a los tejados y las azoteas, en su pretensión de defender su casa con sólo su cuerpo; de la misma forma, los sionistas, derribaron centrales eléctricas, en este momento, pasados 2 años, sólo hay luz en Gaza durante 4 horas al día; derribaron depósitos de agua, dejando a la población sin agua potable; derribaron hospitales con la gente en su interior; derribaron 60 mezquitas; sembraron Gaza de radiactividad, de fósforo blanco, de venenos y muerte, …
El panorama que dejaron los asesinos, condenados una y otra vez por todos los organismos internacionales, fue tan desolador que las altas instancias de Derechos Humanos advirtieron que de no enviar ayuda humanitaria y para la reconstrucción de forma urgente, en el año 2020 la Franja de Gaza sería inhabitable.
El escándalo mundial fue de tal calibre, la resistencia palestina además fue tan grande, que los asesinos se vieron impelidos a firmar un acuerdo de paz con aquel pueblo que se les resiste, dejándose la vida sin apenas medios de defensa. El tercer o cuarto ejército del mundo se vio obligado a abandonar su campaña de asesinatos masivos en Gaza. Como no podía ser de otra manera los sionistas se rindieron por los motivos enunciados, pero, también, transcurrido algún tiempo incumplieron el acuerdo de paz, no abandonaron el bloqueo, no avandonaron la agresión contínua. Así lo han hecho siempre.
Silenciado el escándalo internacional han vuelto a hostigar a la población; en los últimos meses han multiplicado los asesinatos de campesinos, con el objetivo de que no se atrevan a sembrar o recoger cosechas, han seguido asesinando habitantes de las ciudades, para que Gaza esté sumida en el terror, hacen prisioneros, hieren, matán a los pescadores, y a causa del bloqueo no pueden sobrepasar las 6 millas desde la costa, aunque por el derecho internacional podrían utilizar hasta 20 millas. En los últimos meses el ejército israelí ha redoblado sus agresiones recordando lo que hacía también unos meses antes del asalto criminal al pueblo de Gaza en 2014. ¿Están preparando otra vestialidad como aquella?: habrá que impedirlo.
Israel no comparte los mismos valores, ni los mismos objetivos que los pueblos del mundo y que los organismos de paz internacionales dicen defender. Ahora se presenta una nueva ocasión para que el mundo entero proteste y exija el fin de la masacre, se detenga a los responsables israelíes y se termine el bloqueo a Gaza: ¡atención! ¡La Flotilla por la libertad de Gaza ha salido del puerto de Barcelona, y sin tardar estará frente a los piratas israelíes, o entregará al pueblo de Gaza su carga de medicamentos y víveres, rompiendo el bloqueo de una vez!
Ramón Pedregal Casanova es autor de «Gaza 51 días», «Dietario de crisis», «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios». Es presidende de AMANE, Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales.
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