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Las masivas manifestaciones hicieron del 19 J una gran jornada estatal de lucha

Aquí hace falta ya una huelga general

Fuentes: Editorial de Página Roja

Decenas de miles de personas secundaron las manifestaciones del 19 J en todo el estado. En Catalunya y Madrid las manifestaciones fueron una auténtica riada humana venida desde los barrios y los cordones industriales. Por su masividad, pero también por sus contenidos, el 19J superó con creces las protestas del ya masivo 15M. Quienes se […]


Decenas de miles de personas secundaron las manifestaciones del 19 J en todo el estado. En Catalunya y Madrid las manifestaciones fueron una auténtica riada humana venida desde los barrios y los cordones industriales. Por su masividad, pero también por sus contenidos, el 19J superó con creces las protestas del ya masivo 15M. Quienes se frotaban las manos pensando que el levantamiento de las acampadas en las plazas era el fin del movimiento y emprendieron una campaña de criminalización del mismo se encontraron con que la indignación social no va a menos sino a más.

La denuncia de los planes de ajuste del Gobierno, el FMI y la UE, el rechazo a la reformas laborales y de la negociación colectiva, el repudio al robo de los banqueros y la deuda fraudulenta y el rechazo al pacto del Euro fueron las consignas y canciones más coreadas junto a la denuncia del régimen político, a eso que llaman democracia y no lo es, a este sistema político y social donde no hay pan para tanto chorizo. No se escapó de las reivindicaciones el rechazo a la monarquía y la exigencia de referéndum. Reclamaciones populares en suma que van mucho más allá del intento de reducir el movimiento del 15M a un reclamo, necesario y justo por otra parte, de modificación de la Ley electoral.

Gobierno, patronal y burocracia sindical son hoy centro de las iras populares y la protesta masiva muestra que su pacto de paz social está siendo abocado al fracaso. Difícil papelón el de los dirigentes de CCOO y UGT, desbordados y señalados como cómplices y parte de esta situación de desempleo masivo, precariedad laboral y recorte de derechos sociales y democráticos a la que nos han abocado.

Desde barriadas obreras como Vallecas y Carabanchel las masivas columnas se abrieron paso reclamando una Huelga general. Un reclamo presente en otras muchas manifestaciones desde Málaga a Catalunya. Ese es el desafío que asume hoy todo el movimiento porque ese es el siguiente paso que ha de permitir que la lucha no pare y que la respuesta vaya creciendo en rotundidad y masividad.

El sindicalismo alternativo, desde la mayoría sindical vasca a la CIG, pasando por CGT, el SAT, el SF, Cobas, la CSM, la Intersindical, o agrupamientos surgidos de las rupturas en CCOO como Construir base etc., que en estos años plantaron cara al gobierno y a la burocracia de los sindicatos del sistema, tienen todo un desafío por delante: desde las empresas y barriadas obreras ponerse al frente de la preparación de la huelga general y hacer que todo el movimiento surgido con el 15M haga suyas las reivindicaciones obreras y consecuentemente democráticas.

Solo así será posible la huelga general y solo así el movimiento dispondrá de un ala clasista, capaz de sistematizar desde las asambleas de los barrios y las empresas un programa de salida obrera y democrática a la crisis del sistema y del régimen político.

El 19J mostró que se puede, que el repudio al gobierno, al régimen y al sistema mismo es masivo. Toca ahora hacer realidad lo que aquí hace falta ya: una huelga general.

Editorial de Página Roja de julio de 2011, publicación mensual de Corriente Roja

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.