La campaña pretende la extensión del apoyo al pueblo palestino y resaltar las contradicciones políticas y jurídicas de nuestros gobernantes y Acuerdos con Israel.
Se vuelve a hablar de negociaciones entre el Gobierno israelí y líderes palestinos.
Contemporáneamente, los israelíes toman medidas para incrementar las colonias sionistas en los Territorios Ocupados y, sin cambiar sus «leyes» de detención administrativa y el resto de las del apartheid, liberan algunas decenas de presos palestinos. Algunos son acusados de haber matado israelíes hace más de 20 años, antes incluso de las «negociaciones» de Oslo de 1993. En 1991, al comienzo de las ‘negociaciones’, el fenómeno colonizador, impulsado tras la conquista de Gaza y Cisjordania por Israel por entre otros Simon Peres, el del Premio Nobel de la Paz, contaba aproximadamente por 60.000 colonos.
Tras los Acuerdos de Oslo y demás planes de paz (¿) la cifra de colonos que han desplazado a palestinos y han ocupado tierras alcanza los 750.000. Esta cifra da buena cuenta de la estrategia israelí de hablar siempre de paz, incluso de dos estados, de terrorismo o del peligro iraní, mientras sigue avanzando en la exclusión, en el apartheid, la colonización del agua y economía palestina e incluso de la ayuda internacional. Todo esto no se podría hacer sin el apoyo real de la Unión Europea y demás miembros de la Comunidad Internacional que privilegian este discurso propagandístico y victimista israelí sobre el drama de la realidad de la ocupación o el de los refugiados palestinos.
¿Cuántos israelíes que han matado a palestinos están en la cárcel? ¿Cuántos acusados de crímenes de guerra han pasado por cualquier juzgado, aunque sea fuera de sus fronteras? La verdad es incómoda. Mismamente, en nuestro país se cambió la ley de jurisdicción universal (acuerdo PSOE-PP-PNV-CiU) para evitar el procesamiento de líderes israelíes y otros presuntos criminales.
No hay que olvidar que los israelíes han liberado ya a cientos y miles de presos de palestinos periódicamente. Una y otra vez han vuelto a llenarse sus cárceles con nuevos y antiguos presos palestinos. Las colonias avanzan. La Unión Europea, Estados Unidos, Rusia, el incomprensible Cuarteto del que forma parte una secuestrada Naciones Unidas, miran para otro lado con el desplazamiento de los árabes israelíes, con los bantustanes de Cisjordania, sin hablar de la ribera occidental del Jordán, el bloqueo de Gaza al que se ha unido los golpistas egipcios, etcétera.
Esas conversaciones con una correlación de fuerzas tan desigual y un Cuarteto velador de las mismas, con una promiscua indiferencia a una ocupación y a las leyes del apartheid, solo conduce a una distracción sobre la falta de toma de responsabilidad y a la complicidad con la ocupación. Sólo hay que resaltar que la Unión Europea tiene un Acuerdo de Asociación preferente con Israel que debiera ser suspendido si hay quebranto a las leyes internacionales. El dictamen de la Corte de La Haya sobre el Muro que Israel ha construido en Cisjordania señala su ilegalidad y que la comunidad internacional debe hacer lo necesario para revertir esa ilegalidad y hacer que Israel lo destruya y pague indemnizaciones. Cosa que no se hace. España pagó la construcción del aeropuerto de Gaza, destruido por Israel, y no reclama, ni se espera que lo haga, la indemnización pertinente.
Todos lo sabemos. ¿Quieren que los ciudadanos se hagan también cómplices o se hastíen de ese drama y así hacer legal la fuerza de la conquista?
Por todo eso, la sociedad civil palestina ha venido reclamando que, frente a las maniobras de distracción israelíes y frente a la complicidad de la comunidad internacional, es preciso que la sociedad civil se comprometa con una campaña de boicot, sanciones y desinversiones (BDS) contra la potencia israelí ocupante. En el Estado español, la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina, de la que el CSCA forma parte, está desarrollando una campaña a favor del BDS.
Pero además, es positivo que existan otras campañas que faciliten la extensión del apoyo al pueblo palestino y que logren resaltar las contradicciones políticas y jurídicas de nuestros gobernantes y Acuerdos con Israel.
Una de estas campañas es la del Arca de Gaza. Es la continuación natural de las otras campañas promovidas por diferentes colectivos otros años de romper el bloqueo de Gaza. Si antes, era salir desde costas europeas e intentar acceder a Gaza por mar, desde barcos fletados solidariamente, abordados en su mayoría por el ejército israelí en aguas internacionales y requisada su carga, de forma ilegal, acumulándose procesos que, nadie dude, tendrán consecuencias, ahora la iniciativa solidaria tiene un cambio de perspectiva.
En este caso, se ha comprado un barco pesquero en Gaza, se está rehabilitando con mano de obra local, fortaleciendo de esta forma también su economía, y se piensa llenarlo de mercancía palestina -de Gaza y Cisjordania-, comprada por solidarios y empresas que se quieran incorporar a este proyecto.
La idea es utilizar los mismos argumentos de los cómplices con la ocupación que hablan de que el comercio facilitará las relaciones y de ahí se construirán los mecanismos de la paz, un argumento utilizado por los gobiernos de la Unión Europea y España para no apoyar el boicot y por el contrario aumentar el número de acuerdos tecnológicos, de inversiones, etc. Sólo recientemente se han dado cuenta que Israel tiene colonias y que éstas y la política colonial son favorecidas por esos Acuerdos firmados y han hecho una cabriola, de esas hipócritas, hablar de que no harán cosas que favorezcan a las colonias, pero dejando tantos resquicios a la estrategia israelí y a su Gobierno, impulsor de las mismas, que no servirá más que de fórmula de distracción para no asumir sus responsabilidades y afectar a la potencia que promueve la ocupación.
La Campaña de compra de esos bienes palestinos por parte de los grupos solidarios apoyará la economía palestina. El posible abordaje israelí en aguas palestinas o internacionales, impidiendo el comercio, ocasionará tantas demandas en los tribunales como socios de esta empresa quieran. Y ese, el frente judicial, enfrentarse a la colusión israelí y de nuestros gobernantes, con sus mismas leyes, es uno de los objetivos de la campaña del Arca de Gaza que en los próximos meses todos y todas podremos participar. Frente a Israel y nuestros gobiernos. A favor de la sociedad palestina.
Fuente original: http://www.mundoobrero.es/pl.
Santiago González Vallejo. Comité de Solidaridad con la Causa Arabe (CSCA)
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