«¡He matado a muchos árabes en mi vida, y no hay ningún problema con eso!». Naftalí Bennet, Ministro de Educación israelí Los sionistas están en una carrera para apoderarse de la memoria de los pueblos del mundo sobre Palestina y borrarla, y también para que lo que hacen a diario no salga a la […]
Los sionistas están en una carrera para apoderarse de la memoria de los pueblos del mundo sobre Palestina y borrarla, y también para que lo que hacen a diario no salga a la luz, no se conozca, y superponer una imagen blanqueada que encastrar en la llamada civilización occidental, la propaganda es una de sus máximas preocupaciones. Los sionistas, los colonizadores, los imperialistas, la gran burguesía trabajan la propaganda para ser dominantes en el conjunto social y en la mente de cada persona, de cada ser humano trabajador. Silencio, quieren silencio, y si rompen el silencio después de matar es para amenazar o para gemir. Sí, asesinando a diario se hacen las víctimas. Los pueblos del mundo entero exigen a las instituciones internacionales que detengan a los sionistas vayan donde vayan, los pueblos del mundo entero les acusan, queremos tribunales internacionales que hagan justicia, los pueblos del mundo entero ponemos sus crímenes en documentos públicos, … y ellos, los sionistas no contestan, o amenazan o gimen haciéndose las víctimas.
¿Que si amenazan?, lean lo que dicen, atiendan a las afirmaciones de Moshe Yaalon, ministro de Defensa de Israel, siguiendo la doctrina Truman, el presidente de EEUU que mandó bombardear a la población civil de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, ahora hace 70 años. Moshe Yaalon se refería a Irán para tirarle bombas atómicas. No hace mucho también amenazó con tirar bombas atómicas sobre Gaza. Tiene cierta fijación con las bombas atómicas, y es que Israel no reconoce el Tratado de No Proliferación Nuclear, como tampoco reconoce las resoluciones de la ONU, no reconoce el derecho a la existencia de Palestina, no reconoce la vuelta de los refugiados palestinos a su tierra, ni la necesaria devolución de lo robado, se expresa así porque los Tribunales Internacionales no le atan las manos. Cuántas cosas y no le pasa nada. O quizá sí le pase, ante los continuos crímenes que comete y el ambiente que vienen creando las denuncias palestinas y de la solidaridad con Palestina: la Unión Europea empieza a moverse para que los bancos que operan con Israel se planteen la posible suspensión de sus relaciones con los bancos sionistas por la ocupación de Palestina; Netanyahu tiene previsto llegar a Londres en Septiembre, y de momento se puede enfrentar a una petición en el Parlamento para ser detenido a su llegada, que es lo que piden 100.000 firmantes que viven en Inglaterra, cantidad suficiente para que el parlamento inglés tome postura.
Truman mandó tirar las bombas atómicas cuando vio que los soviéticos ganaban también la guerra contra los japoneses. De momento en la semana pasada, como adelanto, una delegación sionista compuesta por militares denunciados por crímenes de Lesa Humanidad fueron detenidos y deportados desde el aeropuerto de Londres al que llegaban.
Israel-Yaalon escucha la protesta contra sus crímenes y busca distraer la atención amenazando al mundo con el precipicio de la guerra atómica. Pero no es solo Israel, detrás hay otros actores: en la Conferencia para revisar el Tratado de No Proliferación no se ha podido alcanzar el acuerdo. Egipto había propuesto un foro, con o sin Israel, para eliminar las armas nucleares en Oriente Medio en el 2016, pero EEUU, Inglaterra y Canadá se han opuesto. Israel, el único Estado de la zona que dispone de bombas atómicas, entre 200 y 300, tiene guardaespaldas.
El Tratado de No Proliferación tiene 3 puntos sobre los que se mantiene el equilibrio mundial: la no proliferación de armas atómicas, el uso pacífico de la energía nuclear, y la búsqueda del desarme. Esta negativa a cumplir con el Tratado, ¿tendrá como finalidad hacer lo que hizo Truman cuando veía que perdía la guerra frente a la Unión Soviética?. ¿Israel-Yaalon pierde frente a la opinión pública mundial, frente a Palestina, y por eso busca una huida hacia adelante, busca una guerra más allá, una guerra que le abra camino en Oriente Medio como Estado imperialista?
Con semejante asesino ha firmado el gobierno griego de Tsipras -¿alguien nos puede decir a estas alturas que Tsipras no es derechista?- el tratado de colaboración militar más extremo, el mismo que tiene Israel con EEUU. ¿Qué sabe ese gobierno griego de los planes de guerra atómica de Israel contra el pueblo palestino y contra Irán?
Ante el asalto terrorista a Gaza el año pasado por estas fechas Tsipras declaraba: «No debemos quedarnos pasivos, lo que pasa en la orilla de enfrente nuestro del Mediterráneo puede que ocurra más adelante en nuestras costas». ¿A qué se refería?, ¿a lo que hacían los terroristas que asaltaban Gaza, o a la defensa organizada, férrea y unida del pueblo de Gaza? Porque si el gobierno anterior de la derecha griega colaboraba con el sionismo, cuando Syriza ha sido gobierno lo que ha hecho es firmar el tratado de defensa con el colonialismo y el terror israelí: ingreso en su territorio de unidades israelíes, instalación, residencia de personal militar, entrenamiento y actividades conjuntas. El descaro, la desvergüenza, el derechismo del gobierno de Tsipras alcanza a las expresiones de los sionistas contra el pueblo palestino, ha declarado que «como Israel, también Grecia está amenazada por los cohetes iraníes».
También el responsable máximo de la marina militar griega firmó con los sionistas un acuerdo de cooperación que no deja nada claro qué quiere decir cuando se refiere al reparto de los «servicios hidrográficos». ¿Los firmantes van a participar conjuntamente en el robo del agua al pueblo palestino? Si ese gobierno vende el país desde sus raíces y se asimila a los intereses del sionismo, ¿habrá obtenido ya el pasaporte de esos terroristas?
Por cierto, hablando del ejército israelí, ¿creen Tsipras y su gobierno que la vida de los niños y niñas de Palestina no tienen valor humano?; porque la Secretaria General de la ONU para la Cuestión de los Niños y los Conflictos Armados, Leila Zerrougui, propuso a finales de Mayo de este año incluir al ejército israelí en la lista de países y organizaciones que atentan contra la vida de los niños. Esa lista la componen las organizaciones terroristas Al Qaeda, Boko Haran, Estado Islámico, el Talibán, la República Centro Africana y el Congo.
Que se haga el silencio, que nadie sepa, que el mundo olvide, que los valores de la paz, el reconocimiento del otro, la consideración y la empatía hacia quien está enfrente no existan, porque para los sionistas esos valores son contrarios a los suyos como grupo religioso. Asumir los dictados de Israel-EEUU tiene esos principios o «condiciones» que dice Ariel Sharon, otro asesino que se jactaba de lo que hizo en la Nakba, en Sabra y Chatila, en tantos lugares de Palestina. Asumir esos principios es ignorar a la humanidad, es ponerse de parte de la segregación racial, de la expulsión del pueblo palestino, de la ocupación de su tierra y de la colonización, del muro ilegal, del robo del agua y la luz, del bloqueo a Gaza, ¿qué le queda por hacer, Alexis Tsipras?
Es preciso poner en primer lugar la memoria de los pueblos, la memoria política, la memoria que permita identificar a los enemigos del pueblo palestino, que es la memoria de todos, la que hace que se les denuncie en el París Plage, en el Rototom de Benicasin, en el aeropuerto de Londres, en cualquier parte del mundo, y haga que se generalice el BDS, que los bancos europeos, presionados claro que sí, dejen de operar con los bancos sionistas, y el Tribunal Internacional de La Haya los juzgue por crímenes de guerra, genocidio y crímenes de Lesa Humanidad.
Toda nuestra solidaridad con el pueblo palestino.
Ramón Pedregal Casanova es autor de «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», y de «Dietario de crisis».
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