Poco antes de la llegada del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, a Doha, el emir de Catar, Sheij Hamad Bin Jalifa Al Thani, dijo que Israel está más aislado respecto al conflicto con los palestinos tras la llamada Primavera Árabe. «Israel no debería haber apostado por gobernantes que están en contra […]
Poco antes de la llegada del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, a Doha, el emir de Catar, Sheij Hamad Bin Jalifa Al Thani, dijo que Israel está más aislado respecto al conflicto con los palestinos tras la llamada Primavera Árabe.
«Israel no debería haber apostado por gobernantes que están en contra de su propio pueblo y de la opinión pública en general, (…) (porque) ya no puede depender de sus amistades con los presidentes derrocados por las revoluciones de la Primavera Árabe», afirmó el emir el 20 de mayo, durante la inauguración de un fórum sobre economía y política en la capital catarí.
Al Thani se refirió a las relaciones entre Egipto e Israel. Durante el gobierno del expresidente egipcio Hosni Mubarak, el país árabe era uno de los principales y pocos aliados de Israel en Oriente Próximo. Pero las multitudinarias protestas populares durante 18 días en enero y febrero de 2011 obligaron a dimitir al rais, tras 30 años al frente del país.
Egipto pasará por las primeras elecciones presidenciales posteriores a la Revolución el 23 y 24 de mayo, cuando tenga lugar la primera vuelta. Se desconoce cuáles serán los efectos precisos del cambio de gobierno respecto a las relaciones egipcias-israelíes, pero ya existen señales de debilitamiento. Por ejemplo, a finales de abril Egipto canceló un controvertido acuerdo sobre gas natural con Israel. En ese momento, el ministro de Finanzas israelí, Yuval Steinitz, consideró la decisión «un precedente peligroso para el acuerdo de paz entre Israel y Egipto«.
El emir de Catar, país que mantiene ambiguas relaciones políticas con Israel, sugirió a los líderes israelíes que aprovechen el momento actual como una oportunidad para retomar las negociaciones de paz con los palestinos. Para ello, Al Thani sugirió a los israelíes que abandonen sus prácticas que impiden que se avance en la discusión: la presencia de Israel en los Altos de Golán, en Siria; y de las Granjas de Shebaa, en el Líbano; la ampliación de asentamientos judíos en Cisjordania y lo que llamó la «judaización de Jerusalén». «Si no, (Israel) perderá la oportunidad de establecer la paz, porque la nueva generación de árabes no aceptará más injusticias o la perpetuación de la ocupación», afirmó.
El mismo día, el presidente de la ANP, Mahmoud Abbas, se reunió en Doha con el primer ministro catarí, que también ejerce el cargo de ministro de Asuntos Exteriores, Sheij Hamad bin Jassim bin Jaber Al Thani. Examinaron la fracasada reconciliación entre las facciones palestinas Hamas y Fatah, en la que Catar actuó como mediador -como parte de uno de sus movimientos políticos recientes destinados a consolidar el país como uno de los principales actores en la escena internacional-. El 6 de febrero, Fatah, representado por Abbas, y el líder político de Hamas en el exilio, Jaled Meshaal, firmaron en la capital catarí el llamado Acuerdo de Doha, en el que ambas partes se comprometían a formar un gobierno de unidad liderado por el presidente de la ANP, algo que hasta la fecha no se ha materializado.
Abbas y el ministro de Asuntos Exteriores catarí también debatieron sobre la respuesta palestina a una carta enviada por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a Abbas a comienzos de mayo, en la que planteaba la reanudación de las negociaciones de paz. Aunque no se ha divulgado el contenido del texto, oficiales israelíes han afirmado que Netanyahu habría rechazado la exigencia de Abbas de detener la construcción de asentamientos judíos en los territorios ocupados, condición sin la cual los palestinos no estarían dispuestos a retomar las conversaciones.
Volviendo al tema de la llamada Primavera Árabe, el emir de Catar dijo que los ciudadanos que siguen protestando en países de Oriente Próximo y Norte de África buscan restaurar sus derechos políticos, sociales y económicos. Al Thani no hizo ninguna alusión a la situación política en Catar, pero afirmó que la libertad política es la base de la democracia, a pesar de que no sea aplicable a la justicia económica si no va acompañada por un desarrollo humano, así como por políticas sociales justas.
Con una población de mayoría extranjera y una sociedad estrictamente controlada, a Catar aún no le ha afectado la ola de protestas que exige democracia en el mundo árabe y que ha logrado derrocar a gobernantes de varios países en los últimos meses. Pero hablar de libertad política mientras está prohibido crear partidos en Catar y el poder político está centrado en la figura del emir, sin duda quita legitimidad a su discurso.
Fuente original: http://www.aish.es/index.php/component/content/article/266-clavesqatar/3024-qatar-210512-aspiraciones-internacionales-que-ofuscan-los-problemas-internos
rCR