«Llegamos a un país poblado por árabes, aldeas judías fueron construidas reemplazando aldeas árabes. No hay una comunidad en el país que no haya tenido antes una población árabe». David Ben Gurion, uno de los creadores del Estado de Israel. Y desde entonces el pueblo palestino, Palestina, vive bajo ocupación israelí. En «El principio fundamental […]
«Llegamos a un país poblado por árabes, aldeas judías fueron construidas reemplazando aldeas árabes. No hay una comunidad en el país que no haya tenido antes una población árabe». David Ben Gurion, uno de los creadores del Estado de Israel.
Y desde entonces el pueblo palestino, Palestina, vive bajo ocupación israelí.
En «El principio fundamental de Israel y los 4.500 niños y niñas» repasaba algunos aspectos de la ocupación y señalaba el nacimiento de 4.500 nacimientos en la Franja de Gaza durante los 51 días que duró el asalto de Israel, eran asistidos por numerosos peligros. Naciones Unidas acaba de dar a conocer un estudio sobre la mortalidad entre la infancia recien nacida en Gaza, y señala que del 2008 al 2013 la mortalidad ha pasado de 12 por cada 1.000 a 20,3 por cada 1.000 nacidos. El aumento ha tenido por medio dos asaltos terroristas de Israel al pueblo de Gaza (2009 y 2012).
Un estudio realizado en 2012 por Save the Children & Medical Aid for Palestinians (MAP), titulado «Los efectos del bloqueo israelí sobre la salud de la infancia de Gaza. Los niños y niñas de Gaza se van quedando rezagados», traducción para Rebelion de Sinfo Fernández, presentaba la siguiente información: «En Junio de 2012, el bloqueo de Gaza cumplió cinco años. Este informe muestra que las extensas restricciones impuestas al movimiento de entrada y salida de personas y productos de Gaza continúan teniendo un impacto real y negativo en las vidas y en la salud de los niños de Gaza. El bloqueo ha sido el factor que más ha contribuido a la endémica persistencia de la pobreza en los hogares de Gaza. Esto ha hecho que las familias no puedan adquirir alimentos con valor nutritivo y que cada vez puedan producir menos esos alimentos por ellas mismas, lo que se concreta en los siguientes aspectos:
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El retraso en el crecimiento y el riesgo de desnutrición crónica durante un largo periodo siguen siendo altos, incidiendo en el 10% de los niños menores de cinco años.
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La anemia, causada habitualmente por dietas con deficiencia en hierro, afecta a la mayoría de los niños de Gaza (58,6% de los escolares, 68,1% de los bebés entre 9 y 12 meses) y una tercera parte (36,8%) de las madres embarazadas. Si no se trata, la anemia por deficiencia en hierro afectagravemente al desarrollo de los niños y al desenlace del embarazo.
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Las enfermedades relacionadas con la carencia de servicios adecuados de saqneamiento, que tienen graves consecuencias en la mortalidad infantil provocando fiebres tifoideas y diarreas líquidas en los niños menores de tres años, han aumentado según constatan las clínicas que trabajan con los refugiados en la Franja de Gaza. La contaminación existente en el suministro del agua en Gaza tendrá repercusiones en la salud a largo plazo; el control actual es insuficiente para medir el impacto de las aguas residuales no tratadas y de la deficiente calidad del agua.»
El informe es mucho más largo, pero con estos datos es suficiente para que vean que la situación en 2012 era de verdadero desastre humanitario.
¿Qué ha ocurrido después?
En 2014 el ejército sionista de Israel ha vuelto a asesinar y sumar más terror a la población de Gaza, causó la muerte a más de 3.500 palestinos y palestinas, de quienes 560 fueron niños y niñas, dejó más de 11.000 heridos, de los que más de 3000 fueron niños y niñas, y más de la mitad tienen secuelas para toda la vida. Esta es una de las consecuencias de la ocupación. La destrucción de la ciudad de Gaza, de sus otras ciudades y pueblos, de todos sus servicios, su tierra, y el ametrallamiento de los pescadores, ha dejado al conjunto de la población en un suspiro, la ONU ha declarado que lo que ha hecho Israel , su ejército y sus gobernantes, es un genocidio. El empeoramiento de las condiciones se puede comprobar en los numerosos vídeos que hay en internet con marcar Gaza.
Un poco más atrás en el tiempo
Nail Giladi, judío iraquí, en 1950 pasó a formar parte del servicio secreto israeli, el Mossad, pero llegó un momento en que decidió abandonar semejante tarea y marcharse de Israel, emigró a EEUU. Una vez allí escribió en El Enlace, vol. 31. Número 2, Abril-Mayo 1998: «… Empecé a averiguar los métodos bárbaros que empleaba el Estado de Israel para librarse del mayor número posible de palestinos. … Fuerzas judías vaciaron aldeas árabes de su población matando a los hombres jóvenes y amenazando al resto para que huyesen y no regresasen. Los israelíes pusieron bacterias de tifus y disentería en los pozos de agua para evitar que los refugiados regresasen.» Confirmaba lo escrito por Ben-Gurion, pero añadiendo los envenenamientos que llevaban a cabo contra el pueblo palestino.
Este ejemplo de envenenamiento de la población palestina por el ejército israelí tiene muchos casos anteriores y posteriores.
El primer ministro de la entidad sionista David Ben-Gurion se encuentra fichado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) como responsable del ejército isralí en el uso de armas químicas para la matanza y expulsión del pueblo palestino. Algún detalle al respecto: el representante del Comité Internacional Sr. De Meuron en sus informes del 19 de Mayo de 1948 cuenta que en la ciudad de Acre surgió violentamente la fiebre tifoidea. Después informa que «el servicio médico inglés y la Cruz Roja Internacional han determinado que se ha transmitido por el agua. Cuando la resistencia de la ciudad estaba debilitada por el envenenamiento las bandas terroristas israelíes entraron en la ciudad e hicieron una matanza en masa, fusilaron a 100 civiles escogidos, y a los prisioneros les hicieron tragar por la fuerza cianuro. «Shlaj Lach-mecha» es el nombre que le dieron al plan para realizar semejante crimen.» La información se encuentra en «La catástrofe palestina», de Michael Palumbo, y en «The Makers plaga: el mundo secreto de la guerra biológica», del historiador militar israelí Urin Milstein, editado en Londres, por Visión Paperbaks, 1997, páginas 114-116).
Ben Gurion también escribió sobre un ataque similar, por envenenamiento del agua con malaria en Gaza, en su libro «Diario de guerra» en el apartado del 27 de mayo de 1948. Yeruham Cohen lo cuenta en su libro «La luz del día y la oscuridad de la noche (Tel Aviv 1969, páginas 66-68).
Siguieron los ataques con agentes bactereológicos en poblaciones sirias y egipcias. La información se encuentra en libros y periódicos de la época como el New York Times el 22 de Diciembre de 1947.
Los israelíes han realizado ataques con armas químicas contra el pueblo palestino durante todos estos años y en todas las guerras, y han sido documentados y dados a conocer por diferentes laboratorios, por el Departamento de Estado de EEUU, por la misma CIA y hasta la BBC con el documental «El arma secreta de Israel» en marzo de 2003.
Esta información ha sido recogida por el Doctor Elías Akle y publicada en Global Research bajo el título «Historia de las armas químicas de Israel», el 29 de Septiembre de 2013.
Después de los más de 100 palestinos asesinados por los ocupantes estos dos últimos meses, Octubre y Noviembre, y los 2.300 palestinos que han capturado y encarcelado, de los que la mitad son niños, hemos sabido de dos declaraciones: una de Netanyahu sobre la población de Jerusalén, y otra de Tzipras haciendo de avanzadilla del fascismo israelí en el mundo. Las dos son buen ejemplo de la política que siguen tanto el ente sionista como el gobierno griego que engañó a su propio pueblo, son dos fuerzas que quieren normalizar el principio fundamental de Israel: la expulsión del pueblo palestino y, como no, en concreto de los niños y niñas de Palestina, para ocupar su país y colonizarlo.
Netanyahu propone la anulación de la residencia a la población palestina que vive en Jerusalén Oriental, quiere decir vaciar la ciudad, capital de Palestina reconocida internacionalmente, para quedarse con el símbolo de Palestina y lo que contiene: eso es piratería, eso es ladrocinio, eso es colonialismo, eso es racismo, eso es genocidio, eso es fascismo, eso es el principio fundamental de Israel. Y al pueblo palestino le toca mal vivir, resistiendo al ocupante ejerciendo su derecho de defensa frente al agresor.
Tzipras ha visitado al jefe de los agresores, al mismo que con 6 de sus ayudantes un juez español ha declarado elementos a detener si pisan por aquí, y le ha visitado para darle su apoyo declarando que reconoce a Jerusalén como capital indivisible del invasor. Es un hecho sin precedentes. Tzipras ha hecho de vanguardia de la reacción mundial, de quienes están contra el Derecho Internacional, contra las Resoluciones de la ONU sobre Israel, contra lo que significa el No al colonialismo, y el derecho a la independencia de los pueblos. Tzipras pasará, su gobierno pro sionista pasará, su apoyo al colonialismo le sienta ya en el juzgado de la Historia.
Tzipras se suma a la guerra colonial, al intento sionista de vaciar Palestina, él y su gobierno se han puesto en la lista de los inspiradores del crimen de lesa humanidad. Los niños y niñas de Palestina están también frente a él
Ramón Pedregal Casanova es autor de «Gaza 51 días».
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