El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llegó ayer a París para entrevistarse con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para formalizar el ingreso de Israel en la OCDE, el club de los estados más desarrollados. La admisión de Israel en la OCDE supone un éxito diplomático para el Estado sionista, por lo que supone de respaldo […]
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llegó ayer a París para entrevistarse con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para formalizar el ingreso de Israel en la OCDE, el club de los estados más desarrollados.
La admisión de Israel en la OCDE supone un éxito diplomático para el Estado sionista, por lo que supone de respaldo a la política de ocupación que mantiene contra los palestinos.
Netanyahu se entrevistó también con su homólogo italiano, Silvio Berlusconi, que preside la OCDE. Esta organización comenzó ayer una reunión en la que se formalizará el ingreso de Israel y otros dos miembros, Estonia y Eslovenia.
Posteriormente, estos tres estados tendrán que ratificar su adhesión.
Amenazas a Free Gaza
Mientras la OCDE recibe con los brazos abiertos a Israel en París, el Estado sionista se prepara para interceptar un flotilla de buques cargada de ayuda humanitaria y en la que viajan más de 700 solidarios de unos 60 países y que tiene como objetivo llegar a Gaza desde Chipre para romper el bloqueo israelí.
Israel prevé conducir a estos buques, que tienen previsto llegar mañana a Gaza, al puerto de Ashdod, donde detendrá a sus ocupantes, a quienes calificó de «antisemitas y militantes del islam radical», antes de deportarlos a su países de origen.
«Lo que diga Israel no importa. Es un ocupante ilegal. Tenemos derecho a abandonar aguas internacionales para entrar en aguas de Gaza», declaró a France Presse Greta Berlin, una de las organizadoras.
Hamas, por su parte, calificó de «piratería sionista» los planes israelíes de interceptar la flotilla que se dirige a Gaza.