Traducido pra Rebelión por Susana Merino
«Venímos de Famagusta. Hay a bordo ciudadanos británicos, usamericanos, alemanes e isralíes. Proseguimos nuestra ruta» Con estas palabras respondió Glyn Secker, comandante de la nave judía «Irene» cuando se dirigía ayer a Gaza para llevar aportes solidarios a la población palestina aislada desde hace años y sometida a embargo y mientras era conminada por un barco de guerra israelí a dirigirse al puerto de Ashdod o al egipcio de Arish. Un gesto de firmeza, que de hecho dio vía al asalto de la pequeña embarcación a vela por parte de la marina israelí.
Y mientras esto sucedía frente a Gaza, y los pacifistas judíos e israelíes vivían horas de miedo y de tensión por afirmar el respeto al derecho internacional y a los derechos de los palestinos, el ministro de Relaciones Exteriores Avigdor Lieberman informaba a la ONU sobre su propuesta de «intercambio de población» entre Israel y el ANP (Autoridad Nacional Palestina) de Abu Mazen, en el marco de un acuerdo definitivo entre ambas partes. Otro duro golpe asestado al millón y medio de ciudadanos israelíes de etnia palestina (los árabes israelíes). El ministro de Relaciones Exteriores impulsa la deportación de la minoría árabe hacia los territorios del futuro Estado de Palestina a cambio de la evacuación de algunas colonias hebreas de Cisjordania.
Una propuesta que por otra parte no se fundamenta en el derecho internacional porque los árabes israelíes viven en su propia tierra mientras que las colonias israelíes se han establecido en los territorios palestinos ocupados, violando las resoluciones y las convenciones internacionales. El Primer Ministro israelí Netanyahu tomó distancia de las palabras de Lieberman.
El abordaje al catamarán judío sucedió a unas 20-25 millas de la costa. Un par de veloces lanchas militares se interpusieron a la «Irene» y la bloquearon. Inmediatamente después varios hombres de las fuerzas especiales israelíes saltaron a bordo de la nave pacifista poniéndole proa al puerto de Ashdad. Ni los pasajeros ni los marineros intentaron oponer la menor resistencia activa, como lo habían anticipado. Pero todos, jóvenes y viejos, terminaron igualmente esposados. Los soldados golpearon además con una pistola «Taser» al objetor de conciencia Jonathan Shapira, dejándolo aturdido. El ex militar no habría sufrido peores consecuencias «Lo que pasó exactamente podrían decirlo sólo los pasajeros de la «Irene» precisa Miri Weingarten, portavoz de la expedición pacifista hebrea que se dirigía a Gaza. Los que quedamos en tierra no tuvimos más noticias luego del abordaje, los teléfonos celulares y satelitales de nuestros compañeros fueron secuestrados y apagados»
Ayer por la tarde la profesora Nurit Peled Elhanan, destacada pacifista israelí, mujer de uno de los pasajeros, Rami Elhanan (la pareja perdió una hija en un atentado suicida palestino en 1997) contó que los pasajeros con ciudadanía israelí fueron encarcelados en Ashdod y esperaban ser liberados ayer por la noche. Los de ciudadanía extranjera fueron derivados a una cárcel en Holon y serán deportados a la brevedad.
Peor les fue a los centenares de activistas y periodistas que el 31 de mayo pasado estaban dirigiéndose a Gaza a bordo de la Flotilla Libertad. En aquella oportunidad un comando israelí mató a nueve pasajeros de la nave turca «Mavi Marmara».
Algunos días más tarde, aunque sin derramamiento de sangre, fue bloqueada la nave «Rachel Corrie» que también se dirigía a Gaza. Un informe difundido la semana pasada por la Comisión investigadora del Consejo de Derechos Humanos de la ONU condena severamente a Israel por aquel incidente desarrollado en aguas internacionales.
La nave judía había partido del norte de Chipre y era esperada en la ciudad de Gaza por la ONG palestina » Gaza Community Mental Healh Programme» Se hallaban a bordo una decena de pacifistas judíos e israelíes entre los cuales, estaban además Rami Elhanan un sobreviviente del Holocausto, Reuven Moshkovitz, de 82 años y Carole Angier, estimada biógrafa de Primo Levi. Antes de partir los participantes habían explicado que uno de los objetivos de la misión era explicar al mundo que no todos los judíos y los israelíes están de acuerdo con las políticas contra los palestinos.
En contestación al ministerio del Exterior israelí, que había acusado a los activistas de haber realizado una «provocación» y de «echar nafta al fuego del odio del mundo hacia Israel», Reuben Moshkovitz dijo: «verdadero héroe es el que busca transformar al enemigo en un amigo.
Fuente: http://www.ilmanifesto.it/archivi/fuoripagina/anno/2010/mese/09/articolo/3442/
rCR