Algunos de los más eminentes arquitectos británicos están considerando la posibilidad de boicotear a la industria del Apartheid israelí en protesta contra la continua expansión de los asentamientos, la actual construcción del Muro del Apartheid y lo que se describe como el uso de la arquitectura de la Ocupación para promover el «sistema de apartheid».Arquitectos […]
Algunos de los más eminentes arquitectos británicos están considerando la posibilidad de boicotear a la industria del Apartheid israelí en protesta contra la continua expansión de los asentamientos, la actual construcción del Muro del Apartheid y lo que se describe como el uso de la arquitectura de la Ocupación para promover el «sistema de apartheid».
Arquitectos y Urbanistas por la Justicia en Palestina (Architects and Planners for Justice in Palestine, APJP) se reunieron la pasada semana para condenar el Muro y la anexión de la tierra palestina. Cerca de 60 importantes arquitectos acudieron al encuentro. Calificaron a los arquitectos israelíes, a los urbanistas y a los ingenieros que están trabajando en estos proyectos como «cómplices sociales, políticos y económicos de la opresión» advirtiendo que «urbanismo, arquitectura y otras disciplinas de construcción están siendo usadas para promover un sistema de apartheid de control ambiental».
Abu Hayeem, el coordinador de APJP, pidió al grupo «ayuda para descubrir (a arquitectos y urbanistas israelíes) la vergonzosa participación en el plan y diseño de los asentamientos y las infraestructuras de dominación y control». Dijo que el boicot es el único modo de presionar con efectividad a la Ocupación: «Desde que nada parece disuadir a Israel, y ya que los gobiernos de Occidente permanecen en silencio, la sociedad civil tiene que presionar a Israel y a quienes crean la realidad física de estas injusticias».
Steven Rose – uno de los líderes de la campaña británica universitaria para el boicot al Apartheid israelí de los últimos años – prestó su apoyo a la petición de los arquitectos, describiendo a la arquitectura y el urbanismo como «una parte integral del estado fascista de Apartheid».
«Las posibilidades para una acción futura», dijo Abu Hayeem, «incluyen poner como objetivo los productos israelíes, materiales y equipamiento de nuestra industria de construcción… la gente implicada en los principales proyectos de construcción puede tener por seguro que nada producido en Israel puede quedar excluido en sus contratos». El grupo también discutió la posibilidad de expulsar a los arquitectos israelíes de la Unión Internacional de Arquitectos.
Eyal Weizman, director de Investigación Arquitectónica en el Goldsmith College de Londres, describió el boicot como una respuesta a los crímenes de guerra israelíes: «El Muro y los asentamientos han sido declarados ilegales por la Corte Internacional de Justicia y debemos boicotear cualquier compañía con la que negocie, cualquier arquitecto que participe o a cualquiera que colabore con esta violación de los derechos humanos y con crímenes de guerra».
El famoso crítico de arquitectura Charles Jenckes, que asistió al encuentro, dijo «Se ha llegado a un punto en el que un arquitecto no puede permanecer en silencio. No hacer nada puede convertirnos en cómplices».
Esto conlleva el aislamiento de los arquitectos y de las compañías de construcción de la Ocupación, lo que amplía el número de acciones cotidianas de las que dispone la sociedad civil para poner fin a la complicidad mundial con la actual expulsión, ocupación y opresión de la población palestina.
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