El cardenal cubano, Jaime Ortega Alamino, arzobispo de La Habana, afirmó hoy que la Iglesia católica «jamás» respaldaría «ni aceptaría mínimamente» una intervención extranjera a la isla. «Hombre, cuál va a ser la posición, jamás la Iglesia Católica estaría, no solamente respaldando, sino ni siquiera aceptando mínimamente cualquier intervención extranjera, eso jamás», aseguró tajantemente en […]
El cardenal cubano, Jaime Ortega Alamino, arzobispo de La Habana, afirmó hoy que la Iglesia católica «jamás» respaldaría «ni aceptaría mínimamente» una intervención extranjera a la isla.
«Hombre, cuál va a ser la posición, jamás la Iglesia Católica estaría, no solamente respaldando, sino ni siquiera aceptando mínimamente cualquier intervención extranjera, eso jamás», aseguró tajantemente en respuesta a una pregunta de los periodistas.
El segundo cardenal en la historia de Cuba conversó con la prensa en la Catedral de La Habana, tras oficiar una misa donde leyó un mensaje de la Conferencia de Obispos Católicos (COCC), también divulgado en todos los templos del país, que pide rezar para que Dios ayude al presidente Fidel Castro en su enfermedad e «ilumine» a sus sucesores provisionales.
Informó que otros obispos cubanos han tenido contactos con las autoridades cubanas para abordar diferentes asuntos, entre ellos la salud del gobernante que el próximo 13 cumplirá 80 años.
En respuesta a una pregunta sobre si había recibido sobre el tema algún mensaje del Papa, Ortega Alamino dijo: «Nosotros no, no sé si el gobierno cubano habrá recibido, pero tengo la impresión de que hay muchos mensajes que no se han publicado todavía».
Declinó comentar sobre la situación en el único país socialista del hemisferio occidental, pero afirmó que «los católicos cubanos oramos por la Patria, oramos por Cuba en estos momentos y por quienes la dirigen».
Añadió que «es nuestra forma de poner el futuro en manos del Señor, en estos momentos es lo que le corresponde a la Iglesia».
Calificó de «importante» la petición que hace la COCC para que «nada rompa la concordia de los cubanos y que nada perturbe la paz entre nosotros».