La secretaria general de Cáritas Jerusalén, Claudette Habesh, ha afirmado que «el pueblo palestino no puede más» y que la situación humanitaria es «extrema y catastrófica», por lo que ha urgido a actuar a la Comunidad Internacional, a la que responsabiliza de la violación de las leyes contra esta población. La responsable de Cáritas en […]
La secretaria general de Cáritas Jerusalén, Claudette Habesh, ha afirmado que «el pueblo palestino no puede más» y que la situación humanitaria es «extrema y catastrófica», por lo que ha urgido a actuar a la Comunidad Internacional, a la que responsabiliza de la violación de las leyes contra esta población.
La responsable de Cáritas en esta zona, que abrió sus puertas coincidiendo con la invasión por parte de Israel del este de Jerusalén, Cisjordania y Gaza en 1967, ha exigido el cumplimiento de las leyes internacionales sobre este conflicto, las resoluciones de la ONU, la convención de Ginebra o la más reciente de la Corte Internacional de la Haya.
«El tribunal de la Haya estableció que el muro es una violación de las leyes internacionales y debe ser destruido completamente, pero nadie lo respeta, ¿por qué si son leyes internacionales?», reflexiona esta defensora de los derechos humanos en una entrevista con EFE.
Opina que la Comunidad Internacional es responsable de la violación de las leyes con el pueblo palestino, «que ya no puede más» después de 40 años de «ocupación» y que ha alcanzado «el punto de ruptura», por lo que reclama que se «haga cumplir la legalidad y se hable».
Claudette Habesh explica que las vidas de los palestinos han estado sujetas a un continuo deterioro en el ámbito económico «debido a los cierres, controles, el muro y constantes incursiones israelíes en Gaza, Nablus y en otras zonas de Cisjordania».
«Después de muchos intentos, como la reciente conferencia de Annapolis, la visita del presidente Bush, el compromiso del Tony Blair como enviado especial a Oriente Medio, el pueblo palestino sigue viviendo en un estado de emergencia», añade.
«No podemos esperar más tiempo. Hace ya casi 40 años. Es demasiado, ya está bien», insiste Habesh, quien explica que «la desesperación se extiende entre el pueblo al ver que la paz se está alejando».
«No queremos la guerra, no queremos actos de violencia, pero necesitamos ver que la Comunidad Internacional presiona para acabar con esta situación de conflicto y con esta larga espera sin soluciones y sin respuestas serias».
Como ejemplo, relata que cuando los palestinos hace unas semanas rompieron el muro en Rafah y pasaron al otro lado, lo hicieron para sobrevivir. «No lo hicieron como un acto de violencia, sino para suplir sus necesidades básicas de agua, comida o combustible».
Explica que estos días, de nuevo en Gaza los palestinos formarán cadenas humanas para decirle al mundo «basta».
«La situación humanitaria es extrema y catastrófica», dice Habesh, quien explica que en Cisjordania, más de la mitad de la población vive por debajo del nivel de pobreza, con menos de dos dólares diarios y en la franja de Gaza, «la cárcel más grande del mundo», siete de cada diez personas sobreviven con menos de un dólar diario.
Destaca el papel de las ONG «aportando sus experiencias y su capacidad profesional en sectores como la educación o la salud» y respecto a este último señala que muchas organizaciones «tienen el reconocimiento de las entidades públicas, como la del Ministerio de Sanidad palestino, con el que Cáritas tiene un acuerdo para atender a la población».