Sr. Presidente, quisiera manifestarle mi solidaridad (y la de muchos más ciudadanos, por supuesto) a usted, a su familia y al Parlamento Palestino ante el criminal secuestro del que ha sido objeto, realizado por el ejército ocupante israelí en la madrugada del Sábado al Domingo 6 de Agosto.Y quisiera, también, denunciar enérgicamente a los Organismos […]
Sr. Presidente, quisiera manifestarle mi solidaridad (y la de muchos más ciudadanos, por supuesto) a usted, a su familia y al Parlamento Palestino ante el criminal secuestro del que ha sido objeto, realizado por el ejército ocupante israelí en la madrugada del Sábado al Domingo 6 de Agosto.Y quisiera, también, denunciar enérgicamente a los Organismos internacionales, principalmente a NU, por el vergonzoso y cómplice silencio ante esta violación del más elemental Derecho Internacional: el secuestro del Presidente de un Parlamento, domocráticamente elegido, representante de un pueblo de nueve millones y medio de ciudadanos, de los que la mitad son refugiados.
Aunque era una noticia que temía se produjera en cualquier momento, me sorprendió y conmocionó, seguramente por el rechazo que me producía sólo su idea. Parece que la fatalidad se cierne sobre el pueblo palestino en toda ocasión, tanto si hace cualquier cosa, como la contraria. Al sionismo, todo les sirve de pretexto para incrementar la persecución y forzar más el aniquilamiento palestino.
Después de tantos años de dificultades, parecía que se presentaba la ocasión de establecer lo que podría ser un Gobierno palestino en los Territorios Ocupados. Su partido Hamás había ganado unas elecciones con la participación y entusiasmo de la gente, como hasta ahora creo no se había dado. Hamas estaba dando una cohesión nueva a la población palestina. Las bases para iniciar la formación de lo que podía ser la futura Palestina, parecían más que posibles, pero quiénes hasta ahora lo habían impedido una y otra vez, lo abortaron una vez más.
Usted y la mayoría de los diputados del Parlamento, lo estaban haciendo posible a pesar de las enormes dificultades. En el modesto hemiciclo de Ramala, con una veintena de escaños ocupados por las fotos de los parlamentarios presos en manos israelíes, y la otra mitad del Parlamento, también presos (¿no habría que decir secuestrados?) en la Franja de Gaza, lo mismo que el Gobierno palestino (Las sesiones se celebraban por video conferencia). Y ante tantas dificultades, usted pudo sacar adelante las sesiones parlamentarias con orden y con serenidad.
Los tres puntos, resumen de su entrevista, (1) seguramente son la clave por la que Israel ha decido secuestrarle y, demostrando, una vez más, su negativa a cualquier diálogo. Usted planteaba que deseaban un Gobierno de Unidad Nacional donde fuera la democracia la que jugara un papel importante. En su segundo lugar, usted señalaba que para entrar en negociaciones, Israel también debía de reconocerles a ustedes y, decirles, cuáles eran las fronteras del Estado Palestino y que, además, cualquier negociación sólo sería posible entre estados y no entre una facción y un Estado y, por último, su desacuerdo con la actitud del Gobierno español y de la UE, que decidieron bloquear y castigar al pueblo palestino por haber dado el voto, en las elecciones del 25 de enero, a favor de Hamas. Ante todo esto, la posición y sobre todo, los hechos, tanto de Israel como de la comunidad internacional no buscan solución alguna, sino mantener el dominio colonial, incrementando los conflictos en todos los frentes que les es posible, como está sucediendo.
Quiero manifestarle así que no ha sido su fracaso, sino precisamente sus aciertos los que han provocado esta oleada de violencia, toda esta escalada de violencia, para frenar la solución palestina. Está siendo usted víctima de su honradez y de sus aciertos sociales y políticos, que es precisamente lo que Israel y su cómplice estadounidense no tolera, todo ello, con el agravante de la connivencia de la Unión Europea y de NU.
Los cinco días que tuve ocasión de compartir con usted, el pasado mes de marzo, el hotel en Ramala, cuya reserva hice al azar por internet, me acercaron mucho más a comprender el problema palestino que si hubiera leído un montón de libros y asistido a docenas de conferencias. Y es que sus modales y ver su día a día y el trabajo cotidiano, las tertulias y los encuentros que mantenía con tanta gente, sin perder la calma y sin que ni siquiera la fatiga o el disgusto asomara en su mirada o en el tono de su voz, me ilustraban más que cualquier otra cosa. Sus modales y su ejemplo han sido tan elocuentes como sus palabras. En aquél ambiente y, en tantas ocasiones y con tantas horas, en el bufé del desayuno, de la cena o en la cafería, hubiera sido ridículo y fuera de lugar preguntarle muchas cosas que ahora se plantean, incluso la propia gente de la calle, influenciada sin duda por la presión de los medios, sobre la naturaleza confesional de su partido, cuando en ningún momento y, ni en tantas ocasiones y conversaciones, ni siquiera hubo nada que estuviera relacionado con la confesionalidad de nadie, con nuestras creencias o cualquier otra cosa parecida. Es más, sólo al tercer día de estancia en Ramala, cuando me acerqué a la primera sesión del parlamento, el lunes 6 de marzo, donde se redistribuyeron los poderes tanto de la Cámara como del Presidente palestino, pude ver que los parlamentarios y parlamentarias de Hamás, eran las mismas personas con los que estaba compartiendo hotel y, que creía, eran gente de negocios o profesionales y, con quiénes durante tres días había hablado de las cosas más diversas, incluidas las relacionadas con las profesiones de cada uno, que es de lo que supuestamente se trataba.
Cuando usted, numerosos parlamentarios y ministros del Gobierno palestino, ha sido secuestrados para sumarse a los nueve mil palestinos presos en cárceles israelíes, cuando la escalada de represión en Gaza y en Cisjordania se incrementa cada día, lo mismo que en el vecino Líbano, es difícil decirle nada que usted ya no sepa y, que además, está sufriendo de un modo tan directo. Vaya, de todos modos, desde aquí, el apoyo más solidario y más comprometido posible. Usted y su causa, como la de tantos otros pueblos, nos hacen creer, que aún todo es posible. Gracias, Sr. Duek.
(1) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=27960 Rebelión, 09-03-2006. Entrevista con el Dr. Aziz Dweik, presidente del Consejo Legislativo Palestino. Miguel Ángel Llana