Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación Plaza de la Provincia, 1 28012 Madrid Madrid 11 de abril de 2006 At. Sr. Ministro de Asuntos Exteriores: Asunto: suspensión de la ayuda económica a la Autoridad Palestina Enterados de que la Comisión Europea suspende su ayuda al gobierno palestino dirigido por Hamas, y que esa decisión […]
Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación
Plaza de la Provincia, 1
28012 Madrid
Madrid 11 de abril de 2006
At. Sr. Ministro de Asuntos Exteriores:
Asunto: suspensión de la ayuda económica a la Autoridad Palestina
Enterados de que la Comisión Europea suspende su ayuda al gobierno palestino
dirigido por Hamas, y que esa decisión se ratifica por los diferentes ministros de Asuntos
Exteriores de la UE, quisiéramos manifestar nuestro profundo rechazo y vergüenza ante dicha
decisión, y reiteramos la necesidad de mantener relaciones con el gobierno palestino
(formalmente diferente a cualquier partido).
Sería bueno preguntarse: ¿A quién beneficia y a qué intereses responde dicha decisión?,
¿para qué y a quién sirve cancelar la ayuda europea a Palestina?
Consideramos que es una decisión injustificada e injusta que sólo servirá para agudizar un
desastre humanitario (como constatan entre otros la OMS) en el seno de la población palestina
bajo ocupación, con consecuencias sociales y políticas dramáticas.
En las reglas de cooperación de la Unión Europea, hay reglas de suspensión de
acuerdos con todo país que no respete los derechos humanos, derechos que Israel viola
abiertamente desde hace años (consultar el Informe de la Asociación Israelí «Bet’selem»).
Los dirigentes del Estado Israelí rehúsan aplicar la IV Convención de Ginebra, no reconocen
un Estado Palestino o simplemente el derecho palestino a un Estado en las fronteras de 1967,
no respetan los acuerdos firmados y no renuncian a la violencia contra la población civil
palestina. Sin embargo que sepamos no se ha hecho ninguna amonestación europea por ello.
Incluso las resoluciones de la Corte Internacional de Justicia del 9 de julio de 2004, declarando
la ilegalidad del Muro de anexión israelí en Cisjordania, y requiriendo a la Comunidad
Internacional para que asuma sus responsabilidades para interrumpir la construcción, demoler
las partes construidas, y restituir sus tierras y los bienes confiscados a la población palestina,
no se han hecho cumplir.
Y es ahora, con respecto al pueblo palestino y a sus dirigentes elegidos
democráticamente, que por primera vez en este conflicto de ocupación, aparece la
hipótesis de sanciones. No es sólo la cuestión de fondo de aplicar dos medidas a
poderes que no están en igualdad de condiciones, es también una inversión de los
términos de este «conflicto», el de una ocupación por Israel de los territorios palestinos.
La Unión Europea ha reconocido el carácter transparente y democrático del escrutinio
palestino. Sin embargo exige al gobierno palestino lo que es incapaz de exigir al gobierno de
Israel, que es sin embargo el Estado ocupante. En este caso el reconocimiento del Estado de
Israel, y el respeto de los acuerdos firmados y finalizar con la violencia.
Y no se menciona tampoco que además el gobierno palestino, implícitamente, ha reconocido a
un Israel de las fronteras de 1967, y que Israel recibe ayuda por su parte, con tratos
comerciales preferenciales y acuerdos en el seno de la UE, sin mencionar la ayuda mensual
que le aporta el gobierno de EEUU. .
La UE es la primera que contribuye económicamente con el pueblo palestino. A pesar de esta
ayuda, las condiciones de la ocupación condenan a la mayoría de la población a sobrevivir en
situaciones de extrema pobreza (ver informe de la UNRWA). La primera condición para un
desarrollo duradero en Palestina es acabar con la ocupación. En espera del fin de la misma, los
palestinos y palestinas tienen necesidad de ayuda internacional para salir del pre-desarrollo al
que la ocupación les reduce.
La Unión Europea deber reforzar su ayuda al Pueblo palestino así como a la Autoridad
palestina y comprometerse firmemente en la búsqueda de una solución justa y duradera
al conflicto de ocupación israelo/palestino. No hacerlo condenaría al pueblo palestino a una
crisis humanitaria sin precedentes. Sería también vapulear su elección democrática, además
de que las elecciones legislativas han tenido lugar bajo condiciones impuestas por la
ocupación, son el reflejo a la vez de su voluntad de una vida más segura, de una mejora de
sus condiciones de existencia, de un saneamiento de sus instituciones y de su rechazo del
unilateralismo israelí ante el que la Comunidad Internacional permanece impasible.
Es el momento de realizar una lectura clara del conflicto, que impone al pueblo ocupado
condiciones para su capacidad de autodeterminación y de independencia, y que sin
embargo da garantías a la potencia ocupante para perseguir su estrategia unilateral de
anexión y violación del derecho internacional.
Como Red Solidaria pedimos que no se suspenda la ayuda europea al pueblo palestino y
que se vele por el cumplimiento de la legalidad internacional. Es el momento de dar una
oportunidad a la paz.
Atentamente
Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina
(Organizaciones sociales de solidaridad con Palestina del Estado Español)