«Roma no paga a los traidores.» Cónsul romano Servilio Cepion a los traidores lusitanos que asesinaron a Viriato. Año 139 a. C. Las declaraciones del Primer Ministro de Catar, Hamdbenyasm, destapan secretos sobre la crisis con sus vecinos, se recogen en el periódico árabe Aldyar el 14 de Junio como «errores» cometidos contra Siria. Son […]
Cónsul romano Servilio Cepion a los traidores lusitanos que asesinaron a Viriato. Año 139 a. C.
Las declaraciones del Primer Ministro de Catar, Hamdbenyasm, destapan secretos sobre la crisis con sus vecinos, se recogen en el periódico árabe Aldyar el 14 de Junio como «errores» cometidos contra Siria. Son declaraciones que hizo al canal de televisión americano PBS: «En la cumbre de Arabia Saudi, con la presencia de Trump, se hablaba mucho de aislar a Irán, y a una semana de aquella reunión los asistentes declaran el aislamiento de Catar por tener una relación excepcional con Irán, y nos acusan de apoyar al terrorismo y de que le financiamos.»
Curiosamente deja claro que la relación comercial de su país con Irán, no llega al 1 por mil en comparación con los otros países del Golfo. Continúa aseverando que en el marco del conflicto sirio mantiene una política opuesta a la de Irán, y nunca se ha planteado, dice, romper relaciones con Irán dentro del marco del Consejo de Cooperación del Golfo, y en su caso, si se hubiese planteado en el organismo nunca se habría opuesto, y sigue diciendo: «mantenemos nuestra independencia, tenemos derecho a nuestra política particular mientras no se contradiga con la ley internacional».
Reconoció la cooperación y coordinación de su país con los estadounidenses desde el 11 de Septiembre de 2001; afirmó también que Catar ofreció todas las facilidades a EEUU para operar desde su país en la lucha contra el «terrorismo»; señaló la participación de Catar en la guerra de Afganistán y la de Yemen. Sobre Siria declaró: «hemos cometido errores todos, sobre todo al comienzo de las revueltas en Siria, también los estadounidenses.» Reconoció que había trabajado en dos bases, una en Jordania y otra en Turquía, en las que participaban responsables saudíes, responsables de los Emiratos y de EEUU, y preguntó al periodista: » ¿vosotros habéis apoyado a los terroristas con intención o por error?», y se quedó sin respuesta. «Nosotros -añadió- nos hemos opuesto a los terroristas porque pensábamos que luego vendrían a los países del Golfo.»
Sobre el apoyo a los Hermanos Musulmanes, tanto en Egipto como en otros países, afirmó que él está «en contra de todos éstos», pero que en Egipto fueron elegidos por el pueblo, y ahora el gobierno egípcio les acusa para tapar los problemas que sufre su sociedad.
Quiere dejar en claro, dice, que su país apoya a Túnez y que el gobierno en Túnez no es de los Hermanos Musulmanes.
Sobre su ayuda a Hamas: lo que les ha ofrecido es en materia de salud, luz, agua, casas, la logística, como otros países del entorno.
Reconoció también que EEUU les pidió en el 2005 que en las primeras elecciones en Palestina participase Hamas como una forma de moderarles.
Continuó diciendo que EEUU no tiene una política clara de alianzas en la solución de la crisis surgida: «deben ser más justos, pero más pronto que tarde se verá que las acusaciones no tienen fundamento.»
Esa demagogia o verdad que llega tarde, pues Catar actuó sin ética ni principios, porque, queramos o no, ha participado en muchas batallas ilegales e inhumanas, y siempre al servicio de EEUU, desde la primera o segunda fila, como sus vecinos. Pero como decía en un artículo anterior, parece que hay un nuevo alineamiento de fuerzas en la zona del Golfo después del fracaso de EEUU y sus aliados en el intento de acabar con la soberanía y el Estado de Siria.
Toda esa alianza, ahora más que nunca, va dirigida contra Irán, El Partido de Dios y la Causa Palestina.
A ese pequeño país con muchos recursos, los monstruos sauditas no le permiten hacerse el héroe ni actuar por su cuenta, ni contradecir las órdenes de Trump. A éstas alturas a Catar se le presentan 3 alternativas:
La 1ª: Una ofensiva militar contra Catar, por eso los tambores de castigo suenan con la bendición o permisividad de EEUU, pero el riesgo de la guerra haría que no lo aceptasen los otros países pequeños de la zona.
La 2ª: Que le den un golpe de Estado, pero eso no favorece a EEUU teniendo su principal base militar dentro del país.
Y la 3ª: Aceptar las condiciones de Arabia Saudí, ir a formar parte del eje del mal, de la muerte, de la destrucción; o ir tras los wahabitas (sauditas) porque es el país más grande, más poderoso de la zona y desde siempre quiere dirigir al resto del rebaño.
Lo más seguro es que Catar, como está entre la espada y la pared, como un gatito en un rincón intentando sacar las uñas, con su buena fe, con su pobre de mí, queriendo llevarse bien con todo el mundo, acepte la 3ª opción, porque cada uno recoge lo que siembra. Y eso es, en realidad, la filosofía y la práctica de ir detrás del imperialismo, porque en secreto y con toda la claridad Catar, además de ser uno de los países que lleva a cabo la normalización de la relaciones con el Estado sionista de manera flagrante, permanece abierto al imperialismo como un Guantánamo, al servicio de los estadounidenses, que lo utilizan como si fuese una naranja que esprimen y luego la tiran.
Ramón Pedregal Casanova, los dos últimos libros «Gaza 51 días» y «Palestina. Crónicas de vida y Resistencia» pueden bajarse de internet. Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.
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